Amazon quiere empezar a enviar paquetes por el aire usando drones; el problema es que se chocan con las grúas y pueden ocasionar una tragedia: “El objetivo siguen siendo las entregas rápidas y seguras”
La entrega rápida sigue siendo un reto que define el presente del comercio electrónico. Las empresas tecnológicas trabajan para reducir minutos en la llegada de un paquete, y Amazon mantiene su apuesta por hacerlo volar. El sistema Prime Air busca convertir el cielo urbano en una vía logística regulada, con drones capaces de transportar hasta 36 kilos en trayectos cortos.
La promesa se centra en que el proceso de compra y recepción ocurra en menos de media hora, un horizonte que impulsa la inversión y concentra la atención de las autoridades aeronáuticas. Esta ambición, orientada a crear una red aérea doméstica, derivó en un incidente reciente que reavivó el debate sobre la seguridad de estos aparatos.
Una colisión en Arizona reaviva las dudas sobre la seguridad del reparto por dron
En Tolleson, una ciudad situada al oeste de Phoenix, dos drones MK30 de Amazon colisionaron con una grúa de construcción mientras sobrevolaban una zona industrial cercana a un almacén de la compañía, según publicó CNBC. La Policía local explicó que ambos volaban en dirección noreste cuando impactaron contra la estructura que se usaba para colocar una unidad de aire acondicionado en el tejado de un edificio.
El suceso llevó a la suspensión temporal del servicio de entrega aérea en el área de West Valley. Terrence Clark, portavoz de Amazon, aseguró que la empresa colaboraba con las autoridades en la investigación. La Administración Federal de Aviación y la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte abrieron una pesquisa oficial. Un trabajador fue atendido por inhalación de humo tras el pequeño incendio originado por los restos en el suelo.
El programa Prime Air había retomado sus vuelos en Arizona a comienzos de año, tras varios meses de revisión técnica. En enero, la empresa detuvo operaciones en Tolleson y en College Station, Texas, para corregir fallos detectados en su software, de acuerdo con los informes recogidos por CNBC.
Los drones actuales incorporan un sistema denominado sense and avoid, diseñado para detectar obstáculos tanto en tierra como en el aire y operar sin observadores visuales. Los informes preliminares de la FAA indicaron que los aparatos siniestrados sufrían “daños sustanciales” al momento del choque.
Las imágenes del choque reflejan la fragilidad de un proyecto que busca recuperar el impulso
Las imágenes publicadas por ABC15 Arizona mostraron piezas calcinadas y carcasas deformadas sobre el asfalto. Los restos ardieron parcialmente antes de ser retirados. La empresa restableció la entrega aérea en el estado una vez controlada la situación, mientras las agencias federales continuaban con la revisión técnica. El suceso se produjo a pocos kilómetros de un centro logístico de Amazon y coincidió con la fase de expansión del programa, que pretende alcanzar 500 millones de entregas anuales por dron antes de 2030.
Los antecedentes del proyecto reflejan una trayectoria de avances lentos y accidentes reiterados. En 2021, una aeronave de pruebas cayó en Oregón y provocó un incendio que afectó varias hectáreas, según Bloomberg. Un año más tarde, otros dos drones MK30 descendieron bruscamente al perder propulsión en pleno vuelo. Las investigaciones internas señalaron la eliminación de sensores presentes en modelos anteriores como posible origen del fallo.
Estos incidentes llevaron a una pausa prolongada de operaciones y a la revisión completa del diseño. El portal Wired detalló que las altas temperaturas de Arizona afectaban al rendimiento de los dispositivos, un obstáculo recurrente en la zona.
A pesar de los contratiempos, el objetivo corporativo no se ha modificado. Amazon mantiene la idea de entregar pedidos mediante aeronaves autónomas en varias ciudades piloto de Estados Unidos, confiando en que las mejoras en software y materiales logren estabilizar el programa.
Los drones de Prime Air representan un experimento costoso, vigilado de cerca por las agencias federales, que todavía debe demostrar su fiabilidad antes de consolidar un modelo de paquetería habitual en los cielos urbanos. En esa carrera, cada vuelo fallido se convierte en una prueba más de lo que aún queda por ajustar.
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