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Así es Biwenger: el juego de fútbol que funciona como la bolsa pero sin apuestas con dinero real

En Biwenger, antes de cada jornada hay que elegir la alineación de jugadores

David Sarabia

Los juegos donde para ganar hay que acertar qué futbolistas de diferentes equipos van a rendir mejor en la vida real existen hace décadas. Pero la potencia de los datos en directo y las aplicaciones móviles han llevado a estos 'manager' a otro nivel. Una de las aplicaciones más utilizadas en España es Biwenger, un juego de gestión de plantillas gratuito basado en la primera división de La Liga de fútbol profesional, con todos los jugadores, todos los equipos y los resultados de los partidos actualizados casi al minuto. Es lo que se conoce popularmente como un fantasy, y existen otros como Comunio, Netliga, Futmondo, Mister o laLiga Fantasy de Marca.

Lo que empezó como un experimento entre amigos se convirtió en una app a la que cuatro años más tarde juegan más de un millón de personas que se pasan, de media, “entre siete y ocho minutos cada vez que entran”, según Javier Marín Ros (Cartagena, 1989), programador y uno de los creadores del juego.

El objetivo de Biwenger es hacer el máximo de puntos posibles a final de temporada y ganar, así, al resto de miembros de la comunidad contra la que se compita. Es algo habitual entre grupos de amigos, aunque si alguien quiere jugar de forma individual, también puede entrar a una liga pública. Cada comunidad elige luego a un administrador que será quien defina los pormenores del juego, como la cantidad inicial de dinero (ficticio) que se le otorga al resto de usuarios para que puedan fichar, los pagos al final de cada jornada, si la liga es privada o pública, etcétera.

En AS Biwenger, nada de esto tendría sentido sin un mercado interno de jugadores que funciona en base a la ley de la oferta y la demanda. “Al realizar una puja por un jugador, hacen que esa demanda suba y el precio suba. Cuando hay un jugador en el mercado y nadie lo puja o un jugador se lesiona y de la noche a la mañana la gente lo pone en venta, su precio baja”, explica Marín. Cada jornada, los jugadores puntúan (o restan) en función de su rendimiento en los partidos: si han marcado goles, si han sido expulsados, si han dado asistencias...

Dependiendo del sistema de puntos que el administrador elija (a través de una empresa de Big Data deportivo como SofaScore, en base a las notas que otorga el Diario AS a cada jugador o de un método mixto, combinando los anteriores), los jugadores puntúan más o menos después de cada partido.

Ni apuestas deportivas ni dinero real: solo fútbol

Aunque en un principio podría parecer un escenario jugoso para los apostadores, Biwenger no admite apuestas con dinero real. Es solo un juego para pasar el rato, ya sea con los amigos o con otra gente aficionada al fútbol y que prefiere mantenerse al margen del mundillo de las apuestas deportivas y la ludopatía. “No nos hemos metido en el mundo de las apuestas, entre otros motivos porque es un sector muy regulado y en el que es complicado entrar”, dice Marín. La existencia de un mercado que fluctúa en base a la oferta y la demanda podría dar a muchos los motivos suficientes para apostar dinero, pero lo cierto es que los únicos euros que aparecen en el juego son ficticios y sirven para comprar y vender jugadores.

Sí es habitual que las comunidades pacten cenas, comidas o hagan botes con dinero real en base a los resultados cosechados a final de temporada. “Por ejemplo, en la liga que tengo con mis amigos, los que perdemos pagamos una cena. Es muy común, pero es algo que se hace entre particulares”, continúa el empresario. A veces, el hecho de que los que pierdan inviten al resto, sirve más como aliciente para mantener la tensión durante la temporada y que la gente no abandone el juego que como método para castigar a los que peor gestionaron su plantilla.

Para agilizar esto, Marín intentó hace “un par de años” que los usuarios depositasen el bote (de dinero real) en AS Biwenger “y que según las reglas que ellos definiesen se le diera al jugador que ganaba, que se repartiese, etcétera”, dice, pero no resultó. “Vino la Dirección General de Ordenación del Juego y nos dijo que eso no podía ser. Devolvimos el dinero a los usuarios y desechamos esa opción”. El empresario recalca que en su juego “no se hace nada oficial relacionado con las apuestas”.

Tres personas para gestionar un millón de jugadores

Hay tres personas detrás de Biwenger, dos en España y otro más en México, para gestionar una comunidad enorme de usuarios y una aplicación que actualiza estadísticas y manda notificaciones automáticas a cientos de miles de personas casi cada día.

¿De dónde sacan el dinero para pagar nóminas, servidores y mantenimiento? En primer lugar, de la publicidad que corre por la aplicación, que gestiona el periódico deportivo AS después de un acuerdo cerrado en 2017 entre de los creadores de Biwenger con el diario del grupo PRISA. Además, gracias a ese acuerdo, Biwenger puede nutrirse de las notas (las picas) que los cronistas deportivos le dan a cada jugador para evaluar su rendimiento en cada partido.

Por otro lado, Biwenger también da la opción de convertir a la comunidad en premium desde 14,99 euros. De esta forma, los usuarios tienen acceso a una serie de funcionalidades capadas en la versión estándar, como eliminar los anuncios, poder poner suplentes y hacer cesiones, entre otras cosas. “Cada año se van haciendo más y más ligas premium”, explica Marín. “Ahora mismo en torno a 1 de cada 10 lo son, aunque la publicidad siga siendo nuestra mayor fuente de ingresos”.

Un Biwenger femenino es posible

Los planes de Marín y su equipo pasan por expandirse a Latinoamérica cuanto antes. En Europa tienen ligas europeas y el juego adaptado a varios idiomas, aunque ven más complicado expandirse por el viejo continente. “Cada país tiene su fantasy y además, el concepto varía mucho de un lugar a otro: es algo muy personal y muy adaptado a cómo se vive el fútbol en cada zona”, explica.

Marín se despide asegurando que tienen en mente crear un Biwenger femenino, “un objetivo a corto plazo”, aunque confiesa que les es más difícil por la ausencia de datos de los partidos: “ni SofaScore tiene puntuaciones ni el Diario AS da picas aún en fútbol femenino”. También han añadido hace poco el lenguaje inclusivo e incorporado iconos de futbolistas femeninas para que las usuarias se sientan representadas. “Estamos bastante pendientes y trabajando para corregir todos esos detallitos que son necesarios”, concluye.

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