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Huyen los peces y se quedan los tiburones: la burbuja del bitcoin explota pero no salpica tanto

Bitcoin

David Sarabia

Era la gallina de los huevos de oro, la máquina de ganar dinero, la niña bonita de la nueva economía: un bitcoin se cambiaba en diciembre del año pasado por algo menos de 20.000 dólares y expertos y no tan duchos en la materia se congratulaban por la creación que un tal Satoshi Nakamoto (que una década después nadie sabe quién es) subió a Internet el 31 de octubre del año 2008. Hoy, diez años más tarde, el valor de la criptodivisa ha caído un 75% y una unidad se cambia por 4.500 dólares.

Podemos recurrir a los tópicos, al todo lo que sube, baja, al ya manido la burbuja tenía que explotar. Pero lo cierto es que, en palabras de Alberto Gómez Toribio, CEO de Coinffeine y experto en bitcoin, “era algo que se veía venir”. La criptodivisa tenía que rayar el cielo para volver a la Tierra, y de igual forma que ahora está en horas bajas, Gómez Toribio considera, en conversación con eldiario.es, que “el ecosistema sigue creciendo, como el volumen de negociación de bitcoin”.

Recordemos que la criptodivisa es anónima y difícilmente rastreable, usa tecnología blockchain (en la cadena de bloques), funciona en base a la Ley de la Oferta y la Demanda y que 2017 fue su annus mirabilis: un bitcoin pasó de valer 998 dólares el uno de enero a 19.290 dólares el 17 de diciembre. “No es normal que un activo se revalorice en un 1.000% en un solo año”, dice el de Coinffeine.

Gómez Toribio asegura que esta situación “no es la primera vez que se produce”: se remonta a 2015, cuando la quiebra de Mt. Gox, una plataforma de intercambio de bitcoin basada en Shibuya (Japón), derrumbó el valor de la cripto. “En aquel momento realmente había más motivos que ahora para que el precio se viese afectado”, continúa Gómez Toribio, que recuerda cómo esta entidad dominaba los cambios de divisas a bitcoin en todo el mundo.

Se van los no profesionales, se quedan los tiburones

Volviendo al presente, el CEO de Coinffeine pone sobre la mesa dos razones para explicar el porqué de este batacazo de los últimos meses. La primera está relacionada con los inversores; la segunda, con el fracaso de las ICO (Initial Coin Offering - Oferta Inicial de Moneda), un mecanismo propio de la cadena de bloques que permite emitir una oferta de financiación para un proyecto y que, quien quiera, contribuya aportando sus criptodivisas. Si piensan en un crowdfunding no andan muy desencaminados, aunque difieran en pequeños matices.

“El año pasado hubo muchas personas que entraron en bitcoin que eran inversores no profesionales. El efecto de que se popularizase en la prensa hizo que mucha gente, especialmente jóvenes, lo viesen como una oportunidad de inversión: personas que jamás adquirirían productos de alto riesgo como es el bitcoin que, sin embargo, compraron criptomonedas”, explica Gómez Toribio. Todos esos que compraron por comprar, que pensaban de verdad en la gallina de los huevos de oro ahora venden. El mercado se contrae y el resultado es la depreciación del activo.

“Esas personas que no están acostumbradas a gestionar este tipo de inversiones se han asustado de algún modo y han considerado que era momento de salir: ese es el motivo por el que se está desinflando la burbuja que vivimos el año pasado”, continúa al otro lado del teléfono el experto en criptodivisa. Considera que las “decisiones volátiles” de todos aquellos que compraron porque era bonito no tienen “una estrategia ni a corto ni largo plazo”. “Simplemente invierten porque les parece una buena idea y desinvierten cuando consideran, lo que hace que el mercado se vuelva irracional”, explica.

Por otro lado, y como segunda razón del pinchazo de la burbuja, el de Coinffeine esgrime el fracaso de las ICO, motivado por todos esos inversores no profesionales que metieron su dinero poco menos que al tun tun: “¿Qué ocurre cuando hay un montón de personas con mucho dinero que buscan invertir en proyectos y que no lo han hecho anteriormente, que no se fijan en el business plan [Plan de negocio] ni en las expectativas del proyecto, sino en el Power Point o en las promesas que se hacen?”, pregunta retóricamente. “No sé si alguien esperaba otra cosa, pero es algo habitual”, dice Gómez Toribio.

Un buen momento para pensar en criptos

Preguntado sobre si la creciente regulación del bitcoin en muchos países también podría ser otro factor por el que su precio baja, Gómez Toribio dice que no, al contrario: “Regular lo que hace es reforzar más el estado del bitcoin”. Señala el caso de Suiza, que desde este año ha aprobado unas nuevas normas “para que los bancos puedan tratar con criptomonedas”.

Aunque no recomienda invertir en bitcoin por ser “un activo de altísimo riesgo”, sí que dirige un consejo a todos aquellos inversores profesionales que se lo estén pensando. “Creo que ahora, incluso dentro de un mes, es un buen momento para adquirir criptomonedas. El activo a largo plazo es de esperar que se revalorice muchísimo”, concluye Gómez Toribio.

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