Amal Abu Zayed es una profesora refugiada de Palestina de Gaza dedicada a la ciencia y a su enseñanza. Con 37 años trabaja cada día dando clase en la escuela secundaria para niñas Deir Al Balah, con el objetivo de generar interés y formar a las futuras científicas del enclave costero. Amal también centra sus esfuerzos en aumentar la conciencia científica entre las personas del campamento de refugiados y refugiadas de Palestina más pequeño de Gaza, el de Deir Al Balah.
Abu Zayed y sus alumnas lanzaron un programa llamado “embajadoras de la ciencia” en el que las estudiantes aplican lo que aprenden en su día a día y en sus casas a la ciencia. “Uso las herramientas disponibles en nuestra cocina para realizar experimentos químicos y que mis alumnas los entiendan”, comenta la maestra.
Recientemente se dio a conocer el déficit de vitamina D y hierro de la población gazatí. Los profesionales médicos atribuyeron esto a la falta de exposición al sol por la escasez de espacios abiertos y a la dieta basada en carbohidratos que adopta la gente. Los carbohidratos son el tipo alimento más barato y por lo tanto más accesible en una población en la que el 81,5% de las personas refugiadas viven bajo el umbral de la pobreza.
“Tras estudiar el origen de la anemia, mis alumnas debían mostrar a sus familias la interacción química entre el té y el hierro con un experimento que demuestra que el hierro no se absorbe si bebes té después de comer”, comenta. Beber té después del almuerzo es un hábito muy popular en Palestina.
En todo el mundo, según datos de Naciones Unidas, sólo el 33% del personal de investigación está compuesto por mujeres. Además, reciben menos fondos de investigación que los hombres, y tienen menos probabilidades de lograr un ascenso.
Utilizando las plataformas online, la profesora se mantiene en contacto con sus alumnas para actualizar sus conocimientos e información con los últimos inventos científicos. Comparten noticias sobre ciencia, videos y documentales y su impacto en la vida, un impacto sobre el que les invita a reflexionar.
En otros campos científicos, como la inteligencia artificial y la ingeniería, las mujeres representan tan sólo el 22% y el 28% de las graduadas respectivamente a nivel mundial, según datos de la ONU. Esta evidente subrepresentación de las mujeres limita nuestra capacidad para encontrar soluciones sostenibles e inclusivas a los problemas modernos y construir una mejor sociedad para todas las personas.
Ha llegado el momento de reconocer las contribuciones de las mujeres en las áreas de la investigación y la innovación, destruir los estereotipos y erradicar la discriminación de las mujeres y niñas en la ciencia.
Abu Zayed es uno de los nombres de mujeres que trabaja por la ciencia y el futuro de las mujeres en este campo. Pero no el único. Cuando los recursos, las oportunidades y los estereotipos de un enclave bloqueado, como es el de la franja de Gaza, brillan por su ausencia, las mujeres científicas destacan por su fortaleza. El germen de #ResilienciaSeEscribeEnFemenino crece a un ritmo sin precedentes en un campo tradicionalmente dominado por hombres. La ciencia es oportunidad. Y las mujeres palestinas saben mucho sobre generar oportunidades. Ellas están salvando vidas.
En UNRWA, la Agencia de Naciones Unidas para la Población Refugiada de Palestina, estamos profundamente orgullosas de mujeres como Abu Zayed y sus alumnas. Y necesitamos seguir formando y apoyando a personas refugiadas de Palestina como ella. Por favor, no dudes en colaborar aquí.
