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Guía para hacer el Camino de Santiago: consejos de un viajero para preparar tu ruta, credenciales y mochila

Camino de Santiago.

Roberto Ruiz

Cada año el Camino de Santiago lleva a miles de peregrinos hasta la capital gallega. Independientemente de la ruta elegida y de los motivos que lleven a realizarlo, lo cierto es que la ruta xacobea congrega a caminantes y ciclistas llegados de todos los rincones del mundo. Si estás pensando en ser uno de ellos te vendrá bien tener unas cuantas cosas en cuenta antes de poner rumbo a Santiago.

Para muchos el Camino de Santiago puede convertirse en un pequeño reto, especialmente para aquellos que lo realizan por primera vez, por lo que son muchas las dudas que pueden surgir a la hora de preparar nuestra peregrinación. Con esta pequeña guía queremos ayudarte con lo que debes tener en cuenta antes de emprender tu viaje, para así tenerlo todo bajo control con la suficiente antelación.

Lo primero de todo, ¿cuánto tiempo tenemos?

Para empezar a darle forma a nuestro Camino de Santiago necesitamos elaborar un calendario que contemple los días libres que tenemos disponibles, así sabremos el número de etapas que podemos realizar, y con eso programaremos los tiempos en función de la ruta elegida y nuestras propias posibilidades. Ahora bien, ¿cómo de largas deben ser las etapas? ¿Cuál es la ruta que más me conviene?

Elegir la ruta, ¿qué Camino hago?

Como seguro que ya sabes, el Camino de Santiago cuenta con muchas rutas. Está el Camino Portugués, el de la Vía de la Plata, el Camino Inglés, el Camino del Norte, el Camino Primitivo, el Camino Francés por Somport y el Camino Francés por Roncesvalles. Este último es el más popular y el mejor acondicionado de todos, por lo que si es tu primera vez, quizá esta sea la opción que mejor se adapte a tus necesidades. 

¿Cuántos kilómetros debo de hacer en total?

En realidad debes hacer los que tú quieras, dependiendo de tu tiempo y de tu preparación física. Hay mucha gente que hace el Camino de Santiago por tramos, haciendo cada uno de ellos en diferentes años, y llegando a Santiago solo en el último de ellos. Si lo queremos hacer entero desde Roncesvalles, en total son cerca de 800 km, para lo que se suele tardar un mes y, claro, no todo el mundo quiere o puede dedicar todo un mes de vacaciones a un mismo viaje.

Eso sí, ten en cuenta que si al llegar a Santiago queremos obtener la Compostela que acredita nuestro camino, debemos haber realizado un mínimo de 100 km si lo hacemos a pie, y de 200 si lo hacemos en bicicleta.

Las etapas, ¿cómo deben ser de largas?

Aquí entra en juego nuestro tiempo disponible y nuestra preparación física. Lo más recomendable, si lo hacemos a pie, es que nos planteemos etapas de entre 20 y 25 km, lo que suele suponer entre cinco y seis horas de caminata diaria. En bici pueden ser fácilmente el doble o incluso el triple de kilómetros, dependiendo del terreno y las pendientes que encontremos en cada etapa.

Cuándo es el mejor momento para hacer el Camino

La respuesta fácil sería decir que el mejor momento para hacer el Camino de Santiago es el verano, porque es cuando mejor tiempo vamos a encontrar a nuestro paso y menos posibilidades de lluvia. Pero también es cierto que en época estival las aglomeraciones son mayores y es necesario reservar los alojamientos con mayor antelación. De manera que nos atrevemos a decir que primavera y otoño, si podemos, también son dos buenos momentos para hacerlo. Nos lloverá más, eso seguro, pero también disfrutaremos del Camino de una forma diferente, con menos peregrinos a nuestro alrededor y más tranquilidad, y eso también nos ayudará a acercarnos más al ambiente local de cada tramo.

La preparación física

Si somos de vida sedentaria y no solemos hacer deporte, entonces es conveniente que nos preparemos un poco físicamente antes de lanzarnos a hacer el Camino. Lo recomendable es comenzar dos o tres meses antes, haciendo caminatas tanto en asfalto como en campo, incrementando gradualmente la distancia hasta que seamos capaces de hacer unos 20 km. Lo ideal es hacerlo con el mismo calzado que utilizaremos en el Camino y, si cuando ya hayas avanzado el entrenamiento puedes añadir una mochila con algo de peso, aún mejor.

La mochila: cómo debe ser y qué llevar

Esta es una de las grandes preguntas que se plantea cualquiera que quiera hacer el Camino de Santiago. ¿Qué mochila llevo? ¿Qué tamaño debe tener? ¿He de llevar muchas cosas? La respuesta que todo el mundo te dará será que cuantas menos cosas lleves, mejor. La teoría dice que el peso de la mochila no debe superar el 10% de tu peso, pero a la hora de la verdad es recomendable que sea incluso menos. Hazte con una mochila cómoda, de espalda ergonómica y aireada, y que descargue bien el peso en la cadera. La ropa que lleves en su interior no debería variar dependiendo del tiempo que vayas a viajar, porque la idea es que puedas ir lavando por el camino. De manera que si consigues reducir tu equipaje a tres o cuatro mudas, a las que sumar algo de abrigo y alguna prenda impermeable, tu mochila será todo un éxito.

Botiquín del peregrino

En esa mochila no debe faltar un buen botiquín. En él, además de la medicación básica que ayude contra las inflamaciones, el dolor general o los problemas digestivos, debes incluir material destinado al cuidado de los pies y las posibles ampollas, tanto para prevenir como para curar, así como protección solar, repelente de insectos, tapones para los oídos y algún espray para dolores musculares.

Accesorios imprescindibles

También en esa mochila deberás incluir una cantimplora o una botella de agua reutilizable, un gorro para protegerte del sol, unas gafas de sol, una navaja, un saco de dormir si vas a alojarte en albergues, unas chanclas, una bolsa de tela para la compra, una linterna –mejor si es frontal–, una cuerda, pinzas para tender la ropa, detergente para lavar la ropa, papel higiénico y, para mayor comodidad, también una funda de almohada si vas a dormir en albergues. 

Credencial del Peregrino: qué es y cómo se consigue

La Credencial del Peregrino es algo así como el pasaporte del peregrino, el documento que acredita que estamos haciendo oficialmente el Camino de Santiago. Es indispensable para poder dormir en albergues públicos. La podrás ir sellando allá por donde pases, tanto en iglesias como en albergues, así como en monumentos, oficinas de turismo, ayuntamientos y otros establecimientos, y con ella acreditarás la distancia recorrida al llegar a Santiago para solicitar tu Compostela. 

La Credencial del Peregrino la puedes solicitar en parroquias, en las Asociaciones de Amigos del Camino de Santiago, Cofradías del Apóstol o cualquier otra entidad a la que la Catedral de Santiago haya autorizado. Si no la consigues antes de empezar el viaje siempre puedes hacerte con una en la primera iglesia o el primer albergue que veas en el Camino.

Elige el calzado correcto

Esto es importantísimo. Vas a hacer muchos kilómetros, muchísimos, y tus pies van a ser los encargados de hacerlo posible. Ten en cuenta que vas a caminar por senderos cómodos, salvo raras excepciones, a veces por asfalto y a veces por tierra, por lo que necesitas un calzado cómodo, ligero, que sujete bien el pie y con una suela con buen agarre. Te recomendamos dejar las botas para la alta montaña y elegir mejor unas zapatillas de senderismo bajas. Preferiblemente impermeables.

Lo más importante de todo es que comiences el camino con el calzado bien domado, es decir, que lo hayas usado mucho previamente para que se haya hecho a tu pie. Lanzarte a hacer el camino con un calzado sin estrenar puede causarte unas rozadoras y unas ampollas que te arruinen el viaje desde el primer día.

Transporte de equipaje

Lo de cargar con la mochila es opcional y hay muchas alternativas disponibles. Hay quien se organiza con un coche de apoyo, que lleve las mochilas del grupo de amigos hasta la siguiente parada, y hay quien opta por recurrir a empresas de envíos y mensajería que ofrecen servicios específicos para el Camino de Santiago, llevando tu equipaje etapa tras etapa. 

Dónde dormir en el Camino de Santiago

Para dormir en el Camino de Santiago hay muchas opciones. Una de ellas, la más económica y auténtica, es recurrir a la Red Pública de Albergues del Camino de Santiago. Hay un total de 76 centros con 3.000 plazas disponibles, pero no se pueden reservar y la estancia máxima es de una noche. Ofrecen dormitorios compartidos, aseos con agua caliente, cocina (sin menaje), sala de estar, lavaderos y ropa de cama desechable, y tienen un precio de 10€ por persona y día. Son un excelente lugar para entablar conversación con otros peregrinos y hacer nuevas amistades. 

Pero si quieres ir a lo seguro y buscar unas instalaciones algo más cómodas, el Camino de Santiago al completo está lleno de hoteles, hostales y pensiones que sí podrás reservar y en los que dispondrás de habitaciones privadas.

Qué comer en el Camino de Santiago

El Camino de Santiago está preparado para recibir un gran número de peregrinos todos los años, pero es cierto que hay algunas rutas que ofrecen más servicios que otras. En el Camino Francés, que es el más concurrido, encontrarás de todo y un gran número de restaurantes con menús especialmente dirigidos a los peregrinos. Así podrás ir probando los platos típicos de cada región. Si lo prefieres, también puedes ir comprando la comida a tu paso en tiendas y supermercados, y bajar así el presupuesto de tu viaje.

¡Madruga!

Es conveniente salir cuanto antes, evitarás las horas de más calor y las posibles aglomeraciones de peregrinos en las zonas más concurridas. Las áreas más rurales rezuman un ambiente aún más especial con las primeras luces del amanecer y, si sales pronto, tendrás más tiempo para descansar y disfrutar de tu siguiente parada a lo largo de la tarde. 

Visita Santiago con tiempo

Además de hacer el Camino no debemos olvidar dejar al menos un par de días al final de nuestro viaje para visitar Santiago. Una vez visitadas la catedral y la Plaza del Obradoiro hay mucho que ver, así que conviene tener tiempo para recorrer su casco viejo y la Plaza de Platerías, comer en las calles Rúa Raiña o Rúa do Franco y pasear por el Parque de la Alameda. Además, piensa que si has recorrido la distancia mínima que comentamos, quizá quieras acercarte a pedir la Compostela que acredita que has realizado el Camino de Santiago.

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