Los lugares de Burgos donde ver campos de lavanda este verano

El verano es sinónimo de sol, relajación y, para muchos, disfrutar de paisajes naturales. Sin embargo, si lo que buscas es una experiencia más tranquila y menos masificada, Burgos se presenta como el destino perfecto. En esta provincia, entre los meses de julio y agosto, florecen unos impresionantes campos de lavanda que transforman el paisaje en un mar púrpura, creando postales que parecen sacadas de un cuento.

A tan solo unas horas de la bulliciosa ciudad, los pueblos de Caleruega y Cilleruelo de Arriba son dos lugares de Burgos donde disfrutar de estos campos en su máximo esplendor. En ellos, la lavanda se entrelaza con los viñedos y un interesante patrimonio, ofreciendo al visitante un respiro de la rutina diaria.

1. Caleruega: El paraíso de la lavanda y la historia

Caleruega, uno de los pueblos más bonitos de España, es famoso por su entorno pintoresco y su vínculo histórico con Santo Domingo de Guzmán, el fundador de la Orden de los Dominicos. A finales de junio y principios de julio, el paisaje de este pequeño pueblo burgalés cambia drásticamente cuando los campos de lavanda florecen en su máximo esplendor, formando un manto malva que invita a la relajación.

Durante este período, Caleruega organiza el Lavanda Fest, que se celebra entre el 11 y el 13 de julio. Un evento único en el que los visitantes pueden disfrutar de diversas actividades, como paseos guiados por los campos de lavanda, talleres de danza y música tradicional, una zona de food trucks, y un mercado de artesanía. Sin duda, una excelente oportunidad para disfrutar de la lavanda mientras se saborea la gastronomía local y se explora el patrimonio de la zona, como el Real Monasterio de Santo Domingo de Guzmán y el Torreón de los Guzmanes, desde donde se contemplan las mejores vistas del “mar de lavanda”. El evento atrae cada año a miles de visitantes, quienes se sienten atraídos por la belleza natural del entorno y la acogedora atmósfera de este pueblo.

2. Cilleruelo de Arriba: Un rincón tranquilo para disfrutar de la lavanda

Cilleruelo de Arriba, en la comarca del Arlanza, es otro de los destinos menos conocidos pero igualmente impresionantes para ver los campos de lavanda. Este pequeño pueblo se caracteriza por su tranquilidad, siendo el lugar perfecto para escapar del bullicio de la ciudad. Aquí, la lavanda también florece en su máxima expresión, y el aire puro de la comarca junto a la belleza de los campos convierte a este rincón de Burgos en un lugar único.

En Cilleruelo de Arriba, Aire de Arlanza, una “startup” local impulsada por la Universidad de Burgos, organiza actividades de agroturismo para dar a conocer el cultivo y la destilación de la lavanda. Los visitantes pueden realizar visitas guiadas a la destilería del pueblo, Aromáticas Cynol, donde se muestra el proceso completo de la planta, desde su cultivo hasta su destilación y uso. Además, la oferta de este año incluye un producto innovador: chocolate de lavanda, que promete cautivar a los más golosos.

3. Por qué visitar estos campos de lavanda

Más allá de la belleza natural, los campos de lavanda en Burgos ofrecen una experiencia única para quienes buscan alejarse del turismo masivo y disfrutar de la serenidad del entorno. En estos dos pueblos, la lavanda no solo es un atractivo visual, sino también una fuente de vida para los residentes. Su cultivo y uso en productos artesanales como aceites esenciales, cosméticos y, como en Cilleruelo, chocolates, contribuye a la revitalización de estas zonas rurales.

Si este verano buscas un destino diferente para disfrutar del aire libre, los campos de lavanda de Caleruega y Cilleruelo de Arriba son lugares ideales para recargar energías. Entre las montañas y el paisaje de viñedos, estos pueblos de Burgos te ofrecerán no solo un espectáculo visual único, sino también una experiencia cultural y gastronómica memorable. Además, con el Lavanda Fest en Caleruega y las actividades de agroturismo en Cilleruelo, tendrás la oportunidad de adentrarte en el proceso de cultivo y aprovechamiento de esta emblemática planta. Un paraíso para los amantes de la naturaleza, la tranquilidad y la belleza rural.