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El intento de reabrir el Banc Expropiat acaba en una segunda noche de cargas policiales en Gràcia

Cargas policiales tras la reapertura del Banc Expropiat

Oriol Solé Altimira

Segunda noche de cargas policiales en el barrio de Gràcia de Barcelona tras el desalojo del Banc Expropiat. Una docena de personas que ha participado en manifestación de protesta contra el desalojo ha reabierto las planchas metálicas con las que se había tapiado el Banc este lunes. Pocos minutos después, los Mossos d'Esquadra han cargado con golpes de porra contra el grupo que había reabierto esta antigua sucursal bancaria ocupada. Hasta ese momento la manifestación había transcurrido sin incidentes.

Tras la actuación policial, la manifestación se ha dispersado por las calles colindantes al Banc Expropiat y los Mossos han practicado más cargas. Este diario ha comprobado que por lo menos dos personas han resultado heridas por golpe de porra. Los manifestantes también han volcado varios contenedores. Se desconoce si la policía ha practicado alguna detención. Un amplio operativo policial custodia los alrededores del banco y varias calles del barrio de Gràcia para impedir que los manifestantes se vuelvan a acercar al local. Algunos vecinos han salido a sus balcones y han hecho una cacerolada de protesta contra la actuación policial.

A diferencia de este lunes, los Mossos no han disparado proyectiles de foam, según han informado algunos manifestantes. El manifestante que fue detenido tras los altercados de este lunes ha sido puesto en libertad con cargos de desórdenes públicos. Otra persona que acudió a la protesta ha sido operada este martes por la herida en la mano que le causó el impacto de un proyectil de foam.

Hacía más de un año que el Banc Expropiat estaba pendiente de desalojo. No obstante, el consistorio liderado por el convergente Xavier Trias optó por pagar un año de alquiler al propietario –sin conocimiento de los okupas– para evitar un nuevo conflicto poco antes de las elecciones y que pudiera asimilarse al conflicto abierto con el desalojo de Can Vies. Cuando se conoció esta medida, que el Ayuntamiento no anunció, provocó la indignación del colectivo del Banc Expropiat.

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