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La Junta descarta la modificación del trazado eléctrico que abastecerá la zona regable de Cogolludo

Cultivos de regadío

Carmen Bachiller

“No hay nada que esconder, tenemos las puertas abiertas a cualquiera que quiera conocer el proyecto” de la zona regable de Cogolludo, en Guadalajara. Santos López, director provincial de Agricultura en Guadalajara responde así a los afectados por el tendido eléctrico en el entorno de la localidad de Jadraque -miembros de la Comunidad de Regantes del Bornova- y que dará servicio a otra zona regable de esta provincia, en Cogolludo. La pasada semana denunciaban “falta de transparencia y voluntad de diálogo” por parte de la Dirección Provincial de Agricultura de Junta. También lamentaron los perjuicios económicos que el trazado eléctrico les supondrá y que abrirá “una brecha” en sus cultivos.

Santos López explica que fue entre los años 2006 y 2011 cuando, bajo su dirección, se iniciaron los trámites para poner en marcha la zona regable de Cogolludo que abarca unas 1.600 hectáreas y afecta a los municipios de Arbancón, Membrillera, Carrascosa de Henares, Cogolludo y Espinosa de Henares.

Los agricultores invirtieron en la llamada parte “de interés común”, es decir, fueron los encargados de ejecutar las obras correspondientes entre la balsa de suministro de agua (ubicada en la finca Río Negro de Cogolludo) hasta sus parcelas. Se embarcaron entonces en una serie de préstamos por valor de 10 millones de euros que, a día de hoy, siguen sin poder rentabilizar.

Mientras, la Junta de Castilla-La Mancha realizó las obras correspondientes al ‘interés general’ entre los años 2009 y 2011. Todas excepto la necesaria electrificación que dé soporte a la estación de bombeo de agua que dará servicio a los regadíos en torno a Cogolludo. Se invirtieron entonces 16 millones de euros que se complementarán con casi otros tres millones más correspondientes al tendido eléctrico.

“Esto ha sido un despropósito desde que, en 2006 se iniciaron los trámites para la declaración de zona regable y las tierras siguen siendo de secano”, señala el director provincial. El actual Gobierno regional retomó el proceso, y con carácter de urgencia, está procediendo a notificar las expropiaciones que han provocado la protesta de varios afectados de la Comunidad de Regantes del Bornova, por cuyas tierras deberá pasar el tendido eléctrico.

“El proceso debe seguir adelante”

La Junta estudia ahora las alegaciones presentadas por particulares, ayuntamientos y agricultores dentro del proceso de expropiación de terrenos para instalar el sistema eléctrico. Un tendido eléctrico tanto aéreo como subterráneo que se prolonga durante unos 10 kilómetros entre la localidad de Jadraque -la electricidad se tomará de la subestación de esta localidad, por indicación de Unión Fenosa- y la estación de bombeo que se sitúa entre los municipios de Carrascosa de Henares y Espinosa de Henares.

“Nosotros no podemos decidir de dónde tomar la energía eléctrica, lo hacemos según las indicaciones de Unión Fenosa. Ójala pudiéramos hacerlo, sería más barato”, señala Santos López quien descarta así que se pueda utilizar otra alternativa que plantean los propietarios de terrenos por los que transcurrirá el tendido eléctrico. “Si tenemos que modificar alguna cuestión tras las alegaciones presentadas, lo haremos. Tenemos las puertas abiertas a reunirnos con afectados” pero, añade, “el proceso debe seguir adelante”.

López recuerda que lo que ahora se pone sobre la mesa ya nada tiene que ver con el trazado de la línea eléctrica. Algo que, explica, se dirimió en un anterior proceso de exposición pública en el año 2009 en el que, una vez vistas las alegaciones, se dio el visto bueno al estudio de impacto ambiental y se aprobó la electrificación, en el año 2012. “Es una fase superada y ahora se han comunicado las expropiaciones de los terrenos en los que se colocarán tanto los postes como la parte del tendido que va soterrada”.

Será Tragsa la que se ocupe de realizar las obras, con un coste que supera los tres millones de euros y que necesariamente deberá incluir, de nuevo, obras en la balsa que, con el paso de los años, y su falta de uso “está deteriorada sobre todo en su parte textil. Hay que volverla a hacer porque la anterior Administración regional no terminó el proyecto”, explica el director provincial.

Los regadíos de Cogolludo cuentan, desde el año 2007, con la autorización por parte de la Confederación Hidrográfica del Tajo para utilizar el agua del embalse de Alcorlo, la misma que utiliza la Comunidad de Regantes del Bornova. En 2017 se cumplirán 10 años de tramitación para estos regadíos aunque el proyecto para convertir en regable esta zona data de 1990.

“La Comunidad de Regantes del Bornova no se va a oponer”

Alfonso Fernández, presidente de la Comunidad de Regantes del Bornova explica que se han presentado alegaciones “técnicas” al proyecto en las que no descarta que haya que reubicar algunos postes. “No creemos que haya falta de transparencia o de diálogo por parte de la Junta”, añade.

Este lunes Fernández mantenía una reunión con los técnicos del proyecto y con el propio director provincial. “Si hay que mover un poste tres metros se moverá”, asegura, dentro del trazado original. En cualquier caso, matiza que la Comunidad de Regantes del Bornova “no se va a oponer a que se haga en Cogolludo una zona de regadío con la riqueza que eso genera para los pueblos”.

La Junta espera que en 2017 el agua pueda llegar ya a las parcelas de la zona regable de Cogolludo. “Queremos que sea lo antes posible”, concluye el director provincial.

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