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Colegios profesionales, órganos reguladores y Ciencia: reformas que De Guindos se deja en el cajón

Luis De Guindos y Jean Claude Juncker

Marina Estévez Torreblanca

Luis de Guindos se irá “en los próximos días” del Ministerio de Economía, una vez logrado el apoyo necesario en Europa para ocupar, por fin, la silla de vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE). La gestión de De Guindos, que lleva muchos años con un ojo puesto en el BCE, es alabada por algunos y denostada por otros. Uno de sus principales legados es el saneamiento del sistema financiero, al borde del colapso cuando el PP llegó al poder en 2011 debido a una crisis económica internacional aderezada en España con el estallido de la burbuja inmobiliaria.

Se salvaron las entidades financieras y con ellas sus accionistas, aunque solo gracias a un rescate europeo de 62.000 millones de euros que se está pagando con el dinero de todos los contribuyentes (aunque el propio De Guindos aseguró con convicción en multitud de ocasiones que no costaría un euro a los españoles). Este es uno de los asuntos que se va sin aclarar.

Primero acusado de “tecnócrata” y ahora de “político”–“yo soy un economista que ha trabajado en política”, ha dicho– De Guindos deja además una serie de reformas prometidas y nunca ejecutadas, o de “facturas en el cajón”, como diría su “enemigo íntimo”, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro. Las encontrará quien le suceda (se habla, entre otros, de Román Escolano; de Isabel García Tejerina; Álvaro y de Alberto Nadal y de la directora de la Oficina Económica de Moncloa y mujer de este último, Eva Valle). 

“Su legado es la ausencia de reformas y de modernización de la economía española. Se ha limitado a trasponer directivas europeas (blanqueo de capitales, ley hipotecaria...) y a supeditar su labor a conseguir el puesto en el BCE”, dice a eldiario.es el diputado socialista Pedro Saura.

División del organismo supervisor de la Competencia

El pasado 31 de enero se cumplió un año desde que De Guindos anunciara en sede parlamentaria que dividiría Competencia en dos organismos y crearía un supervisor independiente de Seguros, algo que sigue sin concretarse. En 2013, el Gobierno puso patas arriba el modelo de regulación sectorial y de la competencia con la creación de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), organismo cuyo troceo ha exigido Ciudadanos. Su separación en dos entidades independientes (una para la regulación sectorial y otra para la competencia) figuraba en el acuerdo de investidura que la formación naranja y el PP suscribieron en agosto de 2016. En enero, tras sumar también el apoyo del PSOE, Luis de Guindos confirmó su intención de llevar adelante la separación y en marzo el Ministerio de Economía lanzó una consulta pública sobre la racionalización y ordenación de los organismos supervisores de los mercados y para la mejora de su gobernanza.

Pero a día de hoy, la separación de la CNMC, que acaba de cumplir cuatro años con un bagaje muy cuestionado, es uno de los muchos incumplimientos de esos “150 compromisos para mejorar España” pactados con Ciudadanos y uno de los que se presentan como más verdes dentro de los proyectos pendientes.

Fuentes de Ciudadanos afirman: “El ámbito donde entendemos que se han dejado más cosas por hacer es el que atañe a la independencia de los reguladores y los mecanismos e instituciones para garantizar la competencia (separación de la CNMC en dos entidades, entidad de protección del consumidor financiero, etc). Bien es cierto que probablemente el ministro Guindos se ha enfrentado a fuertes resistencias en el gobierno de Rajoy para despolitizar los reguladores y acabar con el capitalismo de amiguetes”.

Los colegios profesionales

Unas de las reformas interruptus por excelencia del Gobierno de Rajoy. La liberalización de los colegios profesionales en España, reclamada por Bruselas en el cénit de la crisis económica, se ha visto pospuesta y relegada una y otra vez desde que el Ejecutivo anunciara su puesta en marcha en 2012. Llegó a anunciarse el día en que se aprobaría el anteproyecto, se celebraron briefing explicativos para periodistas en el Ministerio de Economía sobre su alcance… pero acabó guardada en un cajón a pesar de que el PP contaba con mayoría absoluta en su primera legislatura. Y la historia se repitió casi un año después con una versión “light” de la reforma de lberalización.

Ahora que necesitan el apoyo de otros grupos para sacar adelante las reformas, De Guindos se excusó el pasado marzo delante de Ángel Gurría, secretario general de la OCDE, asegurando que si “mañana mismo” el PSOE, Ciudadanos y PNV apoyasen una propuesta legislativa, el Gobierno daría respaldo a la reforma de la liberalización de los colegios y servicios profesionales. 

Inversión en I+D+i en niveles de hace una década

Entre las competencias de De Guindos ha estado también la Ciencia y la I+D+i. En este área, los últimos presupuestos aprobados (2017) confirmaban que la inversión sigue en cifras de hace una década. El presupuesto proponía una subida de un 4,1% respecto a 2016, para situarse en un total de 6.028 millones de euros. Una subida empañada por el recorte de un 2,6% de los recursos no financieros, que son aquellos de los que dependen los proyectos de investigación desarrollados en las instituciones públicas. 

En este contexto, España ha perdido a 12.000 científicos desde 2010. Los datos indican que España ha visto reducido su número de investigadores en más de un 9%, lo que coloca a nuestro país por debajo de la media Europea y en cifras de hace una década.

Para el diputado de Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea Alberto Montero, De Guindos asumió la economía española en una situación crítica y “aplicando políticas de austeridad; apoyándose sobre los recursos obtenidos comprometiendo nuestra soberanía económica con la firma de un Memorándum de entendimiento; aprovechando las decisiones de política monetaria heterodoxa del BCE y la reducción de los costes energéticos, ha provocado una quiebra estructural en la economía española en la que el crecimiento macro convive con la pobreza enquistada para casi un tercio de la población”.

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