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El PP tumba la ley de SOS Sanidade Pública y le reprocha que no criticase al bipartito

Pancarta: La Sanidad pública no se vende, se defiende (Ana Requena)

David Lombao

La pasada legislatura autonómica comenzó con el debate de una iniciativa legislativa popular. Era la promovida por la denominada Red Madre, una plataforma auspiciada por el Foro Español de la Familia que pretendía aprobar una “red de apoyo a la mujer embarazada” gestionada por esa organización antiabortista pero financiada con fondos públicos. La mayoría absoluta del PP, entonces acabada de estrenar, le dio luz verde a la tramitación del texto y, posteriormente, a su aprobación definitiva. Este martes el Parlamento acogió el primer pleno de la nueva legislatura y, de nuevo se debatió una ILP. Quien la promovía era otra plataforma, SOS Sanidade Pública, y la mayoría absoluta conservadora, ahora ampliada, impidió ya no su aprobación, sino su tramitación.

Con el presidente de la Xunta ausente de su escaño y la consejera de Sanidad llegando con el debate ya mediado, el portavoz de SOS Sanidad, Manuel Martín, defendió desde el atril de oradores preceptos que, con diversos planteamientos, figuran o figuraron en múltiples programas electorales de diversas formaciones. A saber: “recuperar la sanidad pública como servicio universal, gratuito de de calidad”, “recuperar la gestión pública y directa” de todos el servicios del Sergas, “mejorar la capacidad resolutiva en atención primaria” y “promover” las áreas sanitarias que la Xunta está reestructurando. La intención, explicó Martín, es que no se “introduzcan los valores de mercado” en la sanidad, porque eso implica “liquidarla”.

A las más de 40.000 firmas que la plataforma reunió para su ILP por todo el país se añadieron durante el pleno las voces de los tres grupos de la oposición. El BNG, a través de Carlos Aymerich, apoyó la ley porque hace falta frenar “las ofensivas de privatización” que, dice, ya están siendo concretadas en el Sergas, como “las iniciativas eufemisticamente llamadas de colaboración público-privada”. Además, señala el nacionalista, las reclamaciones de SOS Sanidad son aún más necesarias después de que el PP ya “haya incrementado el copago”.

Por su parte, la portavoz de AGE en la materia, Eva Solla, -que intervenía en pleno por primera vez-, se remitió a su propia experiencia como trabajadora sanitaria para darle soporte a la ILP y preguntarles a los conservadores si consideran “a la gente tonta”, dado que las empresas privadas “actúan con ánimo de lucro”, también en la sanidad. “Sé de buena tinta lo que significa trabajar en la privada, que tiende a recortar costes de material y de empleados y empleadas”, en un contexto en el que “la sanidad ya no es universal” y aún lo será menos después de que se implante el “vergonzoso” copago en el transporte sanitario no urgente. “Es la lucha de clases pura y dura -resume-, el rico, que la puede pagar, tendrá asistencia y el pobre, como mucho, tendrá beneficencia”. El apoyo a la iniciativa llegó también del lado del PSdeG, que por boca de su diputada Carmen Acuña reivindicó “el sistema sanitario que creamos nosotros mismos” mientras censuró que el PP intente “desbaratar” la sanidad pública “reduciéndole los presupuestos alegando que es un derroche”.

Tras las muestras de adhesión llegó el esperado veto. El portavoz sanitario del PP, Miguel Santalices, “valora la profesionalidad” de los integrantes de SOS Sanidade, incluso asegura “no tener interés en saber cuál es la militancia” política de los miembros de la comisión promotora de la ILP. Su partido, asegura, incluso comparte “la filosofía que recogen en su exposición de motivos”, pero no “las fórmulas de gestión”. Los conservadores defienden la “colaboración” con el sector privado y no lo “demoniza”. Y no aprueban la ley de SOS Sanidade porque “no es bueno hacer demagogia en un terreno fértil” pero, además, porque “echó en falta” que “nos echaran una mano” en las reivindicaciones del PP en tiempos del bipartito. “Eché en falta que nadie levantara el dedo”. La presidenta ordenó la votación y la aritmética parlamentaria actuó. Mientras, Manuel Martín aseguraba que las reivindicaciones del colectivo continuarán, también en la calle, donde permanecían miembros de SOS Sanidade mientras se producía el debate en el hemiciclo.

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