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La Xunta privatiza su política turística

La directora de Turismo, con representantes del clúster

David Reinero

La Agencia de Turismo de Galicia está desviando progresivamente la manos privadas el diseño y ejecución de la promoción turística que hasta ahora venían desarrollando sus funcionarios. La denominada Asociación Clúster Empresarial de Turismo de Galicia (CTG), creada a finales de 2013, no sólo está ejecutando con dinero público actividades de promoción de Galicia previstas en el actual Plan Integral de Turismo 2014-2016 de la Xunta sino que ha recibido el encargo de elaborar un nuevo documento, ahora denominado Plan Estratégico de Turismo de Galicia 2017-2020. El Gobierno gallego, además, le permite subcontratar totalmente esos trabajos, muchos de los cuales venían realizando los propios funcionarios autonómicos o contratándolos directamente ellos desde la Administración, lo que supone que ahora se añaden al proceso uno o dos intermediarios innecesarios. Y todo a través de convenios y subvenciones directas que, sólo teniendo en cuenta a la Agencia de Turismo, suman más de tres millones de euros en menos de tres años. Turismo de Galicia niega tal privatización y dice que su objetivo “es el contrario”. “Buscamos trabajar de la mano del sector”, argumenta, y habla de una “cooperación público-privada” para “elaborar planes que atiendan a sus demandas y necesidades” con una mayor implicación por su parte, argumenta.

La Agencia de Turismo de Galicia, con Nava Castro al frente, fue creada a finales de 2012 para aglutinar la antigua Secretaría General de Turismo y la sociedad pública Turgalicia, tutelando también la sociedad que gestiona Xacobeo. Un año después, en diciembre de 2013, se creó la Asociación Clúster Empresarial de Turismo de Galicia (CTG), que se presenta como una “agrupación de empresas” formada por 52 entidades, entre las que están las principales asociaciones hoteleras, hosteleras y de agencias de viajes, además de una docena de empresas a título individual. Su presidente es Francisco González López, propietario de un hotel de tres estrellas en Sanxenxo e impulsor desde hace años de diversas asociaciones empresariales de carácter turístico. Según indica la Xunta en los convenios que firma con ella, “es la única entidad en Galicia que agrupa y representa a toda la cadena de valor del sector turístico”, lo que le vale de argumento para encargarle actuaciones que hasta ahora realizaban funcionarios autonómicos, que están viendo vaciado de contenidos su departamento.

Solo medio año después de constituirse la agrupación empresarial, en agosto de 2014 la Agencia de Turismo le entregó 410.000 euros a través de una “subvención directa para sufragar los gastos derivados del establecimiento y funcionamiento ordinario del Clúster de Turismo de Galicia”. Un mes más tarde, en septiembre, le entregaba otros 700.000 euros para la promoción y comercialización de Galicia como destino turístico. Ese mismo mes también comenzaba a encargarle la “implementación de líneas de actuación” de su Plan Integral de Turismo a través de un convenio de 20.000 euros, que se renovaría un año más tarde con otro de 50.000 euros.

Pero es en este 2016 cuando el desvío de funciones y fondos públicos a manos privadas resulta más evidente por volumen económico y competencias. El pasado 18 de marzo Nava Castro firmaba con el clúster un convenio de 1,5 millones de euros en tres años para “la promoción y comercialización de Galicia como destino turístico”. El acuerdo, según la Xunta, permitirá desarrollar el actual Plan Integral de Turismo en sus apartados dedicados a promoción. El clúster gestionará el total de los 1,5 millones asumiendo “la dirección de las acciones” y “pudiendo subcontratar totalmente las actividades previstas”, como podría hacer también la Xuntadirectamente ahorrándose así por lo menos un intermediario. De hecho, la Ley de Racionalización de la Xunta, que entró en vigor a comienzos de 2014, restringe la contratación de consultoras externas cuando los propios funcionarios públicos podan hacer el trabajo.

La Xunta dice que “en todos los convenios y contratos está permitida la subcontratación”, de manera que “aunque se contratase desde Turismo de Galicia a una empresa esta, a su vez, también podría subcontratar el servicio”. Turismo de Galicia argumenta que en este caso no se incumple la Ley de Racionalización porque no se está contratando ninguna asistencia técnica con una empresa privada sino “firmando un convenio de colaboración con el ente que representa al sector”. Obvia laXunta que ese ente esté actuando cómo simple intermediario contratando a su vez asistencias técnicas externas.

Entre las actividades a realizar por el clúster aparecen actuaciones de promoción general de Galicia que hasta ahora acometía directamente la Xunta, pero también se desgranan unas cuantas, en torno a un tercio del importe total del convenio, de las que resultará beneficiario directo el propio clúster. El documento destina 45.000 euros anuales para “presencia del Clúster de Turismo de Galicia en la Feria ITB Berlín”, otro tanto para su presencia en el Worl Travel Market London, 20.000 euros anuales para “presencia del clúster en Fitur” y 7.000 euros anuales para “presencia del clúster en otras ferias de carácter nacional”. También hay consignados 20.000 euros anuales para herramientas digitales de “posicionamiento del Clúster de Turismo de Galicia”, 6.000 euros anuales para “asistencia técnica para el desarrollo de encuentros del clúster de turismo” o 5.100 euros anuales para “diseño y elaboración de merchandising de promoción de recursos turísticos de Galicia y del Clúster”. El convenio también deja en manos del clúster campañas de promoción que condicionan especialmente la imagen de Galicia, como la denominada Presume de Galicia u otra a través de “embajadores”, personas nacidas en Galicia, “famosos o no”, que la presenten cómo “una de las mejores alternativas turísticas de España y Europa”.

El convenio indica que la Xunta “sólo cubrirá el coste de realización de la actividad sin que el CTG obtenga beneficio o lucro industrial”, pero permite que puedan financiarse con cargo a él gastos del clúster en esas materias “efectuados con anterioridad a la firma del mismo”. De hecho, en enero, dos meses antes de firmarse el convenio, el clúster ya había iniciado la contratación de su participación en la feria de Berlín.

Próximo plan de turismo

Tres semanas después de la firma de ese convenio, la Agencia de Turismo y el clúster firmaban otros tres. El 4 de abril, uno por 150.000 euros para implantar y promover la marca Q de calidad turística en más establecimientos gallegos, que el clúster nuevamente acometerá a través de una tercera empresa, asistencia externa que antes la Xunta contrataba directamente. El 5 de abril, se firmó otro acuerdo por 60.000 euros para la mejora de la formación de los propios directivos del sector. Y el 8 de abril lo que le encargó directamente la Xunta al clúster fue la elaboración del Plan Estratégico de Turismo de Galicia 2017-2020 por 150.000 euros.

Pero puede que no sea el clúster quien lo elabore, ya que la Agencia de Turismo le permite “la subcontratación de servicios necesarios para desarrollar las actuaciones previstas en el presente convenio, pudiendo subcontratar totalmente las actividades previstas”, destacado por la propia Xunta en letra negrita en el documento original. Aun así, “los resultados obtenidos como consecuencia de la colaboración objeto de este convenio serán propiedad conjunta, a partes iguales, de la Agencia de Turismo de Galicia y del CTG en la medida que los resultados sean susceptibles de protección mediante el régimen de la propiedad intelectual”. Algo similar pasa con la campaña de embajadores de Galicia, para la que el clúster creará una “marca” que inscribirá “en el Registro de Patentes y Marcas a nombre del Clúster de Turismo de Galicia”. La Xunta insiste en que será copropietaria de la propiedad intelectual de los trabajos que realice el clúster y podrá utilizarlos libre y gratuitamente.

Viajes pagados

Una de las cosas que cambió cuando la Agencia de Turismo comenzó a dejar en manos del clúster la promoción de Galicia fue la participación gallega en las ferias internacionales. Con independencia de la presencia de la propia Xunta, Turismo de Galicia venía coordinando y facilitando la participación en ellas de empresarios gallegos. Pero estos tenían que pagarse el viaje, lo que garantizaba que sólo los realmente interesados acudieran, tras realizar un intenso trabajo previo de preparación. Ahora, gracias al convenio firmado con la Xunta, el clúster paga los viajes, lo que según relatan fuentes del sector hace que acudan empresarios con pocas posibilidades o interés por cerrar acuerdos en foros de una alta profesionalización.

La Xunta argumenta que no colabora “con los viajes de empresarios individuales sino de representantes de los diferentes ámbitos del sector turístico” y “no supone en ningún caso un beneficio para empresas o entidades concretas”, pero no explica el cambio con respeto a la situación anterior.

Como ejemplo, el clúster tiene actualmente en fase de contratación la organización del viaje a una feria que se celebrará en Londres en noviembre. Prevé un gasto de 36.450 euros con los que asumirá el viaje, alojamiento y dos cenas de trabajo para 25 personas y un par de técnicos de organización. La Xunta será en última instancia quien acabe abonando ese gasto.

Frente a todos estos encargos a empresarios del sector, de los que la propia Xunta presume con notas de prensa en las que dice apostar por la “colaboración público-privada”, lo que sí mantiene en su poder la directora de la Agencia de Turismo, Nava Castro, es el control directo sobre las grandes campañas de publicidad y las obras en materia turística, cuestiones ambas que le permiten una importante promoción mediática personal.

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