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Encierro en una iglesia de Vigo en solidaridad con el vecino al que un policía pide enviar a la cárcel

Inicio del encierro en la parroquia de Cristo da Vitoria, en el barrio vigués de Coia

David Lombao

El domingo es fecha señalada para cualquier parroquia y también lo era este en la de Cristo da Vitoria, en el barrio vigués de Coia, pero no por la celebración eucarística. El espacio del altar se ha vuelto a llenar de miembros del vecindario para apoyar a Diego Lores, el vecino y activista que el próximo martes tendrá que responder en un juicio por la acusación de “atentado a la autoridad” que mantiene contra él un agente de la Policía Local de la ciudad que en diciembre de 2014 custodiaba las obras de instalación de un barco decorativo en una rotonda del barrio.

La Asamblea Abierta de Coia y el conjunto de la comunidad parroquial sostienen que la acusación que impulsa el policía contra el criterio de la Fiscalía simplemente no existió y por eso apela, por boca del párroco, el padre Juan Torrón, a la “conciencia” del agente para que, como “ser humano”, ponga fin al proceso. Para que deje de solicitar 3 años y medio de cárcel y una compensación de responsabilidad civil de 30.355 euros antes del propio juicio.

Junto a Diego y rodeado por en torno a un centenar de personas el padre Juan ha recordado, en el inicio del encierro solidario de 48 horas en la iglesia parroquial, que esta no es la primera “llamada a la conciencia del agente de policía” que él mismo realiza. “Hoy la voy a hacer a la conciencia del ser humano” para que “retire la acusación particular que pesa sobre Diego, que medite en conciencia sobre la gravedad de los actos y acusaciones que nos han llevado donde estamos”. Simplemente, dice, tiene que conseguir “estar por encima del orgullo personal o profesional mal entendido” que lo lleva a “no asumir una mala caída” en el “mal momento” en que resbaló mientras huía uno de los participantes en las protestas, al que retenía por un brazo.

Si el policía no retira la acusación y Diego Lores tiene que sentarse finalmente el martes en el banquillo de los acusados “esta comunidad cristiana y esta comunidad humana no van a callarse ante la injusticia, ante las políticas deshumanizadas y ante el atropello que hoy vive Diego y que mañana puede vivir cualquiera de nosotros”. Aquella, lamenta, fue una “situación de violencia” provocada, a su juicio, por el Ayuntamiento. Y si llegara otra “esta comunidad no va a dejar de decir lo que piensa, sean cuáles sean las consecuencias”, mantiene.

Como ya había manifestado en conversación con este diario Diego Lores celebra que “el modo de responder a la represión y a la violencia” sea “juntarnos y demostrar” que la comunidad de Coia está compuesta por personas “vivas y alegres”. “Piensan que un gobierno democrático es el que permite escoger el nombre de un Dinoseto pequeño”, pero “la democracia es decidir qué queremos hacer con el dinero” público como el gastado en la instalación del barco. Este es el motivo, dice, por el que “aprovechamos este circo que, esperamos, finalizará el martes, para hablar de lo que nos ha llevado hasta aquí”. “Estamos cansadas de la miseria, del control y de la criminalización y vamos a responder en comunidad”.

Como el padre Juan también el propio Diego se pregunta “cómo estará viviendo esto el agente que me acusa y me lleva al juzgado”. “Suponemos -reflexiona- que seguramente no tendrá este apoyo ni este cariño que durante tantos meses estamos recibiendo”. Ojalá el acusador “reflexione sobre la mala vida que proponen”, porque “nuestra idea es seguir”, afirma.

La reivindicación por la absolución de Diego Lores se mantendrá en la propia iglesia parroquial hasta media hora antes del inicio del juicio, previsto para el martes 17 a las 10 de la mañana. El programa del encierro ha comenzado con la propia rueda de prensa y ha continuado este domingo con un almuerzo en comunidad, sesiones de cuentacuentos, talleres o un concierto de Mini e Mero. En la jornada del lunes a comunidad de Coia organiza una tertulia, un taller de elaboración de barcos de papel y la proyección de #MoitoPeixeRompeARede, el cortometraje sobre el conflicto del barco. El martes, día del juicio, llaman a participar en una marcha de apoyo a Diego Lores hasta los propios juzgados.

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