“Si no estás conmigo, no vas a estar con nadie”
Un hombre ha sido condenado a penas que suman dos años de cárcel por maltratar a su pareja sentimental, con la que tiene una hija de tres años. Su único objetivo era “mantener sometida a su compañera bajo su dominio y control”, según la sentencia judicial. Un guión que desgraciadamente se repite en casi todos los casos de violencia de género, con pequeñas variaciones.
En este caso, los hechos se remontan al año 2011, cuando el hombre comenzó a ejercer “violencia de forma habitual” sobre su víctima, “en forma de insultos, empujones, zarandeos, escupitajos en la cara y gritos”. El encausado controlaba además las relaciones de la mujer cuando ésta salía de casa, mediante “llamadas telefónicas continuas” y, cuando se producían discusiones, el hombre “rompía muebles” del domicilio familiar, lanzaba distintos objetos y golpeaba las paredes, algunas veces en presencia de la niña.
La resolución judicial precisa que, ante cualquier disputa, el imputado “se refería a su pareja de forma sistemática con expresiones como: puta, no vales nada, eres mía, eres una inútil, gorda y 'granuda'”. Y al final, el siniestro latiguillo: “Si no estás conmigo, no vas a estar con nadie. Como te vea con otro te mato”. Y de remate “si llamas a la Ertzaintza yo iré a la cárcel, pero luego salgo y te mato”. Advertencias y amenazas proferidas por el procesado contra su compañera, pero habituales en casi todos los casos de violencia de género.
Las consecuencias del maltrato sobre la víctima es que esta presenta “afectación psicológica compatible con una situación de desigualdad, abuso de poder y control”, algo propio de la violencia de género.
