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Familias monoparentales: la necesidad de ayuda a una conciliación “desesperante”

Una madre con su hijo en la playa.

Garikoitz Montañés

Un reciente informe del Instituto Nacional de Estadística, según la Encuesta de Condiciones de Vida, revelaba que el 53,3% de las familias monoparentales vive en riesgo de pobreza en 2014. Esos datos siguen al alza, pero se ceban especialmente con este tipo de familias formado por un solo progenitor. O, en realidad, sería más propio hablar en femenino, porque ellas se hacen cargo solas de los menores en la mayoría de los casos. Así se recoge, por ejemplo, en el Diagnóstico social de infancia y adolescencia de la ciudad de Pamplona, presentado en abril de 2015, por el grupo de investigación Alter de la Universidad Pública de Navarra. En él, se menciona la dificultad para contabilizar estos casos a través del padrón municipal, pero calcula, teniendo en cuenta el número de menores que convive con un solo adulto, que hay 4.276. Una cifra que, además, ha aumentado en los últimos años, aunque ahora se ha roto, precisa el estudio realizado para el Consistorio de Pamplona, por la crisis y la dificultad para “hacer viable” una separación.

¿Por qué la crisis afecta más a este tipo de familias? Ese informe de profesionales de la UPNA vincula esa situación con un riesgo de vulnerabilidad para los menores por razones como la conflictividad de la ruptura, las condiciones sociales y laborales de las madres o padres y las dificultades para conciliar la vida familiar y laboral.

Esta última es, precisamente, la razón que llevó a la asociación por el bienestar integral de la infancia y la familia (Abiime) a contar con un servicio de ludoteca, que en la actualidad desarrollan en el colegio del barrio pamplonés de Buztintzuri. Esta iniciativa está dirigida a todo tipo de familias, pero las monoparentales, según explica la coordinadora de actividades infantiles del colectivo, Maider Bidane, sufren especialmente las dificultades para conciliar trabajo y vida familiar: “Es una situación complicada y muchas madres están desesperadas. A menudo, piden una media jornada y eso afecta a sus ingresos. En las entrevistas, si conocen su situación personal, pueden ser descartadas. Porque eso afecta a todas las madres con hijos, incluso dentro de una pareja, pero más si estás sola”.

La entidad, que ahora afronta su cuarto año de vida y trabaja en el apoyo integral de familias en riesgo de exclusión social (atiende en la actualidad a unas 200 familias; de ellas, más de la mitad son monoparentales), pretende impulsar en el futuro Parlamento de Navarra una declaración de apoyo a este tipo de familias, que en la actualidad cuentan con medidas menos asentadas, en su opinión, que las familias numerosas, por lo que en la actualidad “se quedan cortas”.

Novedades en el Instituto

Ahora, según se incluye en la guía de recursos para familias elaborada (octubre de 2014) por el Instituto Navarro para la Familia y la Igualdad, se recogen diferentes actuaciones en toda España (más que ayudas, son prestaciones de la Seguridad Social), y las puede solicitar cualquier familia independientemente de su lugar de residencia. Estas se otorgan en función de la circunstancia de cada familia, porque una familia monoparental puede serlo por la muerte de un progenitor, por la ruptura de una pareja (que puede generar conflictos por el impago de pensiones, aseguran fuentes consultadas) o una decisión individual.

Así, por ejemplo, en caso del fallecimiento del padre o la madre, se concede una pensión de viudedad al cónyuge superviviente. En este tema hay muchas especificidades: pueden darse a un matrimonio si el enlace se produjo un año antes del fallecimiento, a parejas divorciadas o separadas si no han vuelto a casarse o a constituir una pareja de hecho, y en algunos casos, y si cumplen unos requisitos, también a parejas de hecho. Además, hay prestaciones temporales (por dos años) de viudedad si no se cumplen algunos de los requisitos, una pensión de orfandad, y otras ayudas en favor de familiares, auxilios por defunción, etc. Por otro lado, a mujeres trabajadoras que no tengan el periodo mínimo de cotización se les puede aumentar en 14 días naturales (además de los 42 habituales) el subsidio por maternidad no contributivo. Y, por último, también hay una bonificación del 45% en las cuotas de la seguridad social por contratar a personas cuidadoras en familias numerosas monoparentales en el caso de que la posible persona beneficiaria trabaje fuera del hogar o esté incapacitada.

Esto de forma estatal. En Navarra, por su parte, está pendiente la tramitación de unas nuevas ayudas centradas en las familias monoparantales con hijos o hijas menores residentes en la Comunidad Foral, según explican desde el Instituto Navarro para la Familia y la Igualdad. Estas se centrarían en solventar los problemas de conciliación ya que “los sufren en mayor medida que otras familias”. Desde Abiime, por su parte, reconocen que siguen con expectación cualquier novedad hacia un tema que, en su opinión, hasta el momento no ha recibido la atención institucional necesaria.

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