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Notas de prensa, comparecencias sin preguntas y otras lecciones de comunicación política en tiempos de crisis

Mariano Rajoy y Pedro Sánchez, durante uno de sus encuentros en La Moncloa

Gonzalo Cortizo

La crisis catalana no parece pensada para que los periodistas puedan hacer una de las principales partes de su trabajo: preguntar. En las últimas horas se ha vuelto imposible conocer las opiniones detalladas del presidente del Gobierno y del líder de la oposición sobre la respuesta adecuada a la situación creada en Catalunya.

Mariano Rajoy y Pedro Sánchez están apostando por las comparecencias monologadas y han saldado su última reunión con sendos comunicados que apenas aclaran nada sobre las soluciones concretas que cada uno de ellos ofrece ante el conflicto con Catalunya.

Durante la noche del 1-0, presidente y líder de la oposición se manejaron en términos similare. Ambos comparecieron para dar lectura a un comunicado. Nada más.

eldiario.es se ha puesto en contacto con la secretaria de Estado de Comunicación para preguntar por qué se decidió vetar las preguntas durante esa comparecencia protagonizada por el presidente en la noche del 1-0. La respuesta de Carmen Martínez Castro es escueta, a la vez que rotunda: “Se valoró como la mejor opción”. Esta redacción ha trasladado la misma pregunta a la jefa de prensa de Pedro Sánchez, Maritcha Ruiz Mateos, sin obtener respuesta alguna por el momento.

En el otro lado de la estrategia de comunicación se encuentran la Generalitat, Ciudadanos y Podemos, que han apostado por enfrentarse a los micrófonos sin temor a las cuestiones que han ido surgiendo en cada uno de sus encuentros con los medios de comunicación.

El caso más llamativo es el de Albert Rivera. Al igual que Pedro Sánchez, fue convocado este lunes en Moncloa para reunirse con Rajoy. Mientras el del PSOE optó por abandonar Moncloa sin atender a los periodistas, el de Ciudadanos ofreció una rueda de prensa abierta a cualquier pregunta en una de las salas de prensa de la sede del Gobierno.

En este contexto, resulta difícil para los periodistas explicar cuál es el nivel real de entendimiento entre el presidente del Gobierno y el líder de la oposición. Dicho de otro modo, no sabemos si Rajoy tiene previsto hacer uso del artículo 155 de la Constitución, al igual que desconocemos si Pedro Sánchez estaría de su parte en caso de que tal cosa suceda.

La nota de prensa que Moncloa ofreció tras los encuentros no aclara gran cosa y se limita a ofrecer afirmaciones como las siguientes: “El presidente ha agradecido a ambos dirigentes la sinceridad a la hora de exponer sus posiciones y la lealtad que han mostrado a nuestro orden constitucional”, “el presidente ha trasladado la conveniencia de que todos mantengamos voluntad de consenso”, etc.

El consultor de comunicación y asuntos públicos Santos Ortega asegura que “como primera medida en situación de crisis, la comunicación no suele estar abierta a preguntas. Lo más habitual es generar algún tipo de comunicado e impulsar alguna declaración para que el portavoz tenga presencia física que ofrezca recursos a los medios audiovisuales”. Es decir, para aparecer en los informativos de televisión.

La asesora en comunicación política Verónica Fumanal cree, sin embargo, que “en una comunicación de crisis lo que aconsejan todos los protocolos es máxima diligencia, ceñirse a los hechos, con alto componente de verdad y con la mayor transparencia posible para dar seguridad a la audiencia”. “El problema surge cuándo no sabes cuál es el escenario. El Govern está ofreciendo ruedas de prensa con preguntas porque tienen su escenario fijado y su papel es más fácil. Lo mismo pasa con Ciudadanos; quieren elecciones y nos les valen el resto de interlocutores”.

El asesor en comunicación política Antoni Gutiérrez-Rubí se detiene en la comparecencia de Rajoy el 1-0 para advertir: “Con lo que pasó el domingo, que el presidente no haya aceptado ninguna pregunta y no haya dado respuesta a las múltiples incógnitas sobre su estrategia me parece extremadamente grave. Esto no debería ser emulado por nadie. Necesitamos líderes que expliquen, que sean pedagógicos y que le trasladen a los electores su visión sobre lo que está pasando. Responder preguntas ayuda a eso”.

Según Gutiérrez-Rubí, el pulso entre Moncloa y la Generalitat explica en buena medida las dificultades que están encontrando los periodistas para encontrar respuestas: “Ambos gobiernos están con el botón rojo de destrucción mutua. En eso no gana nadie. Están escamoteando y no dando pistas de cuál es la determinación de cada uno”.

Fumanal abunda en esta tesis para explicar el oscurantismo: “En esta crisis hay un juego de cartas. A cada paso que da uno de los actores, el otro responde con otro más grande. De ahí que la comunicación esté racionada”.

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