HRW insta al Gobierno birmano a investigar el uso de la fuerza contra las protestas

La organización defensora de derechos humanos “Human Rights Watch” (HRW) instó hoy al Gobierno de Birmania (Myanmar) a investigar las responsabilidad de las autoridades tras el uso excesivo de la fuerza por parte de la Policía para reprimir una protestas estudiantil.

Cerca de 200 estudiantes fueron detenidos el martes mientras se manifestaban en la ciudad de Latpadan, en la provincia de Bago, contra la nueva ley de Educación.

Los manifestantes pretendían abrir una brecha en las barricadas establecidas por la Policía con el fin de continuar su marcha reivindicativa hacia Yangón (Rangún), antigua capital del país y ciudad más poblada.

Uniformados y agentes con ropas civiles armados con bastones dispersaron de manera violenta la protesta y arrestaron a estudiantes, monjes y locales que apoyaban las demandas.

“Las salvajes palizas da la Policía y los matones vestidos de civil contra los estudiantes marcan un feo retorno de la violencia a las calles, de tiempos de la dictadura militar (...) El Gobierno debe controlar el abuso policial, disolver los auxiliares (policías de civil) que no rinden cuentas, y permitir las manifestaciones pacíficas”, indicó Brad Adams, director de HRW para Asia.

Previamente, policías y estudiantes habían alcanzado un acuerdo por el cual se les permitiría a los civiles marchar hasta la antigua capital, situada a unos 120 kilómetros al sur.

La violencia brotó cuando las policía, que desplegó el doble de agentes que manifestantes, volvió a cortarles el paso y los estudiantes no quisieron detener su avance.

La representación de la Unión Europea (UE) en Birmania expresó en un comunicado su “profunda preocupación” por el uso de la fuerza contra los manifestantes en Lampadan y recordó a las autoridades birmanas que “la libertad de expresión y el derecho a la asamblea pacífica son derechos fundamentales de la Unión Europea”.

Las manifestaciones contra la reforma de la Ley de Educación comenzaron en enero y pretenden que se incluyan en el plan de estudios las lenguas minoritarias y que se permita a estudiantes y profesores que formen sindicatos, entre otras reivindicaciones.

En 2011, después de casi medio siglo gobernada por generales, Birmania inició un periodo de reformas encaminadas hacia la paz y la democracia guiadas por un gobierno civil formado, en su mayoría, por exgenerales del anterior régimen.

Activistas y organizaciones pro derechos humanos han apremiado al Gobierno del presidente, Thein Sein, a acelerar estas reformas y amparar los derechos de la población local.

La UE reiteró su compromiso con la “democracia, los derechos humanos y las libertades fundamentales en Birmania” y la necesidad de proseguir con las reformas, aunque remarcó que el cambio de mentalidad “necesario” lleva tiempo.

“La Unión Europea y demás gobiernos deben condenar rotundamente la violencia policial y calibrar su apoyo al gobierno birmano si este no logra proteger el derecho a la protesta pacifica”, sentenció el director para Asia de HRW.