“¿Qué hay hoy para comer?”, arte crítico en la sobremesa del telediario

“¿Qué hay hoy para comer?” es una exposición de arte crítico que consta de 18 “platos” donde se sirven “de comida” las noticias que vemos en la sobremesa del telediario en una amplia horquilla que va de la información política a la económica, con “tropezones” de euros e indigestas guerras.

El autor, Ignacio Asenjo, es doctor en Bellas Artes por la Universidad Complutense y licenciado en Geografía e Historia pero además es director del Instituto de Enseñanza Secundaria “Gregorio Marañón” de Madrid donde expone su obra -que no está a la venta- el sábado 27 de abril “para potenciar la formación del espíritu crítico” de los alumnos, uno de los objetivos del último anteproyecto de la Ley para la Mejora de la Calidad Educativa.

“No tiene sentido pintar la crisis con óleo y lienzo” dice Asenjo, en una entrevista con Efe, en la que también relata que su pretensión es que sus obras retraten la sociedad que le tocó vivir y que lo hagan con elementos cotidianos recogidos, en su caso, en el rastro, en tiendas de barrio o en almacenes de mobiliario y menaje, como IKEA.

Asenjo, que ha expuesto en sitios tan diversos como The Highlands Sculpture Gallery en Carmel (California), la Casa de Vacas del Retiro o en muestras colectivas de CAPA Esculturas, subraya la importancia del ingenio que le permite “encontrar un objeto, reutilizarlo y recontextualizarlo”.

Cada escultura tiene un título y un breve texto explicativo que aproxima al visitante al significado de la obra y que pretende, según su autor, ser “una primera lectura pero no la única”.

En su exposición prima el toque gastronómico donde se puede elegir entre platos como el “Asado en su jugo al ladrillo” (con un texto anexo de crítica a las operaciones inmobiliarias que “acabaron con muchos”) o el “Medallón de peseta con tropezones de euro” para los más nostálgicos.

También están presentes las “Manitas de santos recubiertas con chocolate y sumergidas en nata líquida del estrecho” (en recuerdo a las pateras de ilusiones frustradas) y las “vísceras y asadurillas”, dirigidas a quienes eligen aumentar la audiencia “sin principios ni escrúpulos”.

En el menú tampoco falta el “salpicón en su tinta” donde se critica la pugna de los bancos o “los brotes verdes bañados con caramelo” que preguntan si se ve la luz al final del túnel.

Pero además, la exposición cuenta con una segunda parte, una veintena de “objetos miscelánea”, en palabras del artista, donde se pueden ver artilugios como “la máquina de despedir empleados”, el “tentempié del 'broker'”, un sandwich formado por dos rebanadas de 500 euros con un generoso condumio de ojos o la serie de cepos titulada “Nos atrapan como ratas”.

Asenjo quiere dejar claro que su obra se inspira en la “realidad social” y, de hecho, la muestra que se expone nació entre los años 2010 y 2012, es decir, en pleno corazón de la crisis.

Como colofón de la exposición una máquina de escribir de los años setenta se erige en un rincón amordazada por un trozo de escayola. Al pie de la obra reza un texto: “Las palabras que no se dicen se endurecen con el tiempo”.

Por Begoña Fernandez