“Los responsables están agazapados detrás de escaños, indultos y jueces”
Se cumplen 10 años del mayor siniestro aéreo sufrido por militares españoles. El accidente del Yak-42 acabó con la vida de 62 soldados, pero el Gobierno no ha recordado en ningún acto oficial a las víctimas. “Es coherente con la línea que ha adoptado sobre este caso”, afirman las víctimas, que no olvidan que el año pasado el Ejecutivo indultó a los dos únicos condenados -el tercero falleció antes de ingresar en prisión- por la tragedia aérea. De la misma forma que no se acordó de las víctimas al indultar a los dos oficiales médicos que participaron en la indentificación errónea de los cadáveres 30 de los 62 fallecidos, el Gobierno, señalan, tampoco se ha acordado del décimo aniversario de su muerte.
“Los responsables están agazapados detrás de escaños, indultos y jueces”, ha asegurado hoy el presidente de la Asociación de Familiares de Víctimas del Yak-42, Miguel Ángel Sencianes, durante el homenaje que han celebrado las familias en Zaragoza, ciudad en la que estaban destinados la mayoría de los fallecidos. También se celebraran actos en Burgos y Madrid, pero en todos los casos al margen del Gobierno, que sí ha estado muy presente en las palabras de los parientes de los fallecidos. Tampoco se han olvidado del entonces ministro de Defensa y hoy embajador en Londres, Federico Trillo, a quien consideran responsable último de lo sucedido.
En estos diez años, la Justicia no ha dado respuesta a las demandas de las familias, que consideran que el accidente del Yak-42 no fue ocasionado por un simple, aunque trágico, error de la tripulación durante el vuelo. La causa sobre las irregularidades en la contratación -el aparato carecía de seguro, no funcionaban varios instrumentos fundamentales del avión y se produjeron varias subcontrataciones- del viaje por parte del Ministerio de Defensa fue archivada y el Constitucional no admitió el recurso de las familias contra la decisión. De los tres condenados por la falsa identificación de las víctimas -se atribuyeron sus identidades aleatoriamente para acelerar el proceso- , uno murió y los dos restantes fueron indultados. Por si fuera poco, los operadores del vuelo, condenados a indemnizar con más de 6 millones de euros a las familias de las víctimas, aún no han pagado ni un céntimo y todo apunta a que será necesario acudir a la justicia alemana para lograrlo.
Frente a la desidia de la justicia española, los familiares pretenden llevar el caso ahora al Tribunal de Estrasburgo. “Lo que nos toca es defenderles y llevarles a donde sea”, ha asegurado Sencianes, que ha insistido en que las familias solo buscan allí un “simple y justo juicio”. A pesar de las dificultades a las que se han enfrentado, los parientes de las víctimas aseguran sentirse “tranquilos y orgullosos” de haber sacado a la luz una “gran mentira”, aunque reconocen el dolor que les ha producido enfrentarse a quien “decía que daba honor a los militares”.
