Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

Los rectores apelan al optimismo económico del Gobierno para pedir el fin del recorte en Educación

Las universidades reivindican su papel en la recuperación y el fin de los ajustes

Daniel Sánchez Caballero

El sector educativo parece estar llegando a su límite, y utiliza los optimistas argumentos económicos del Gobierno para revolverse contra las políticas educativas de los últimos años. El último caso lo han escenificado los rectores, que pelean contra la posibilidad de que los recortes en Educación se conviertan en estructurales.

Las universidades han hecho público este miércoles un comunicado a través de la CRUE (Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas) en el que afirman que ha llegado el momento de retirar las “medidas excepcionales” –los recortes– que han afectado a la Educación desde 2012, en concreto y en el caso universitario, al estudio, la actividad docente y la investigación.

“Se trata de poner encima de la mesa y recordar a toda la sociedad que todos estamos en esta situación donde las medidas tomadas hace un par de años están afectando al sistema”, explica Xavier Grau, vicepresidente de la CRUE y rector de la Universitat Rovira i Virgili de Tarragona.

Sin estar relacionado ni afectar a las mismas personas, la reacción de los centros casi coincide en el tiempo con una reivindicación similar que realizaron el martes los sindicatos respecto a la estatuto del docente, que se negocia estos días: el diálogo debe ir precedido de la recuperación de los derechos y el poder adquisitivo perdido en los últimos años por los maestros.

El Real Decreto 14/2012 de medidas urgentes de racionalización del gasto público en el ámbito educativo fue una de las primeras medidas en el sector que tomó el Gobierno de Mariano Rajoy cuando accedió al poder –y detonante de todas las protestas que aún hoy continúan–. Afectó y afecta, según recuerdan las universidades, a “aspectos tan sensibles” como los precios públicos (que se han disparado) y la organización de la actividad docente. Fue un recorte universal: tanto para estudiantes como para profesores y centros. Las medidas posteriores incluyeron recortes en investigación universitaria y cambios en el sistema de becas, incluyendo las Erasmus.

Las universidades creen que es un todo que globalmente ha afectado su funcionamiento. “Todas las medidas son importantes y todas van en la dirección de encoger el sistema universitario y de investigación, hecho que España no se puede permitir”, destaca Grau.

Los rectores aprovechan ahora el optimismo económico del Gobierno para reivindicar el fin de los recortes. “Las medidas (…) eran excepcionales y se justificaron por la coyuntura económica del momento”, recuerdan. “Ante las afirmaciones de una perspectiva de mejoría económica en España, pedimos la supresión de las que van más allá de un ahorro racional y una gestióneficiente y austera”, reivindican.

A menor financiación, mayores tasas

Los responsables universitarios madrileños consideran “especialmente dolorosas y difícilmente justificables, por su mínimo impacto económico, las medidas que afectan a los jóvenes”. En concreto se refieren al incremento de los precios públicos de los grados y los másteres. También las becas.

Las tasas, más democráticas si se tiene en cuenta que afectan a todos los estudiantes, han subido entre un 7% y un 125%, según el grado de experimentalidad de la carrera y la Comunidad Autónoma desde que el Gobierno permitió a las universidades subir los precios con libertad en aras de acercar el precio de matrícula al coste real de la misma (y a la vez recortó su aportación, que las universidades deben compensar con esta partida).

Las subidas se multiplican para los repetidores que deben pagar segundas o terceras matrículas. Los sindicatos de estudiantes denuncian que hay jóvenes que dejan la universidad, incapaces de hacer frente a estos pagos. “Afecta a las posibilidades formativas de nuestros jóvenes en un momento especialmente negativo para el empleo”, concede la CRUE.

El cambio en el sistema de becas tampoco gusta en la comunidad educativa. Ni a los alumnos ni a los rectores. El nuevo sistema divide la beca a percibir en dos partes, una fija y otra variable. Esta segunda cuantía se concreta en función del número total de becados y su rendimiento (de todos los demás).

El nuevo sistema, implantado este año, ha derivado en “incertidumbre y ciertos retrasos” en las becas, según admitió el propio Wert en el Congreso. Este curso los becados, por primera vez, no sabían con exactitud a cuánto ascendía su beca. Cifra que ha resultado ser 2.800 euros, unos 300 euros inferior de media a la del curso pasado, aunque Educación presume de tener más becados que nunca, 322.000 en total.

El Gobierno ha cambiado “su naturaleza de derecho por la de una ayuda por la que se compite, con requisitos académicos endurecidos que sufren quienes más las necesitan”, destacan los rectores. No son los únicos que han solicitado un cambio.

Y luego están las medidas que han afectado a los profesores yla Universidad como institución. Las normativas presupuestarias posteriores al Real Decreto que inició los recortes fueron haciendo mella en “salarios [supresión de una paga extra, por ejemplo], derechos laborales y a las expectativas profesionales de todos los empleados públicos y, por tanto, también a los de las universidades”.

Para los funcionarios públicos, la reducción salarial ha sido de al menos un 5% de media en 2010 (en la cuenta del anterior presidente, José Luis Rodríguez Zapatero) más el 7%, en el que se calcula la pérdida por la supresión de la paga extra.

La investigación, otra gran afectada

No es la única consecuencia que han sufrido por los recortes. Según la CRUE, “las limitaciones normativas [como fijar la tasa de reposición en un 10%] han provocado que las plantillas de profesores, investigadores y personal de administración y servicios se hayan llenado de figuras y plazas interinas y precarias, algunas recurridas por el propio Gobierno, que resultan inadecuadas para la función universitaria, docente, investigadora y de gestión”.

La caída de la inversión en I+D ha sido notable en los últimos años. En 2012, el gasto global en I+D fue de 13.392 millones de euros, un 5,6% menos que en elejercicio anterior, según el INE. Se trata del tercer año consecutivo de descenso y devuelve la cifra de inversión de 2007.

La situación de la investigación universitaria, que básicamente depende de los fondos públicos para salir adelante, es delicada, según la CRUE. “En todos los países, y cuantos más lanzados más, la investigación descansa en la universidad”,explica Grau.

En España dos terceras partes de la producción científica se produce en las universidades, sobre todo en las públicas, que copa el 99% de la producción investigadora todas lasuniversidades. “Es lo que da posibilidades científicas al país y potencias futuras”, matiza.

La consecuencia palpable ha sido que “muchos grupos de investigación que tenían amparo se han quedado sin financiación porque no es un recorte lineal. Hay grupos que han pasado a tener cero euros”, según Grau. “El entendimiento de la I+D+i como un gasto y no como una inversión contrasta con la política de los países más avanzados”, rematala CRUE.

Los rectores creen, en definitiva, que “los precios públicos de matrícula en las universidades deben ser accesibles y razonables en todos los niveles formativos. Debe recuperarse el sentido de las becas y ayudas como garantes de la equidad. Debe volver la autonomía de gestión de la actividad docente e investigadora de las universidades. Debe ser posible que éstas configuren ordenadamente sus plantillas, con fórmulas de renovación y promoción ajustadas a su realidad y a su planificación estratégica. Debe retomarse el apoyo a la investigación y a la innovación para regresar a una senda de crecimiento, basado en el conocimiento y la especialización inteligente y sostenible, que evite la pérdida de talento y aproveche la formación proporcionada”.

¿Percibe la CRUE algo de receptividad a laspeticiones por parte del Ejecutivo? La CRUE es comprensiva con los problemas del Gobierno, afirma Grau. “Entendemos la situación depresión que vive, seguro que nadie disfruta con esta situación”, afirma con vaguedad. Y acaba con un: “Notamos que nos entendemos, que hablamos de lo mismo”. Una frase que, de ser absolutamente cierta, haría innecesario un manifiesto público para reclamar un cambio en la política educativa.

El sector educativo parece estarllegando a su límite, y utiliza los optimistas argumentos económicosdel Gobierno para revolverse contra las políticas educativas de losúltimos años. El último caso lo han escenificado los rectores, queparecían en los últimos tiempos intentar acercar posturas con elEjecutivo.

Las universidades han hecho públicoeste miércoles un comunicado a través de la CRUE (Conferencia deRectores de las Universidades Españolas) en el que afirman que hallegado el momento de retirar las “medidas excepcionales” -losrecortes- que han afectado a la Educación desde 2012, en concreto yen el caso universitario, al estudio, la actividad docente y lainvestigación.

Sin estar relacionado ni afectar a lasmismas personas, la reacción de los centros casi coincide en eltiempo con una reivindicación similar que realizaron el martes lossindicatos respecto a la estatuto del docente, que se negocia estosdías: el diálogo debe ir precedido de la recuperación de losderechos y el poder adquisitivo perdido en los últimos años por losmaestros.

El RDL 14/2012 “de medidas urgentesde racionalización del gasto público en el ámbito educativo” fueuna de las primeras medidas en el sector que tomó el Gobierno deMariano Rajoy cuando accedió al poder -y detonante de todas lasprotestas que aún hoy continúan-. Afectó y afecta, segúnrecuerdan las universidades, a “aspectos tan sensibles como losprecios públicos y la organización de la actividad docente”. Fueun recorte democrático: para estudiantes, profesores y centros porigual.

Las normativas presupuestariasposteriores también fueron haciendo mella en “salarios [supresiónde una paga extra, por ejemplo], derechos laborales y a lasexpectativas profesionales de todos los empleados públicos y, portanto, también a los de las universidades”.

Para los funcionarios públicos, lareducción salarial ha sido de al meno un 5% de media en 2010 (éstaestá en la cuenta del anterior presidente, José Luis RodríguezZapatero) más el 7% en el que se calcula la pérdida por lasupresión de la paga extra.

Los rectores aprovechan ahora eloptimismo económico del Gobierno para reivindicar el fin de losrecortes. “Las medidas (…) eran excepcionales y se justificaronpor la coyuntura económica del momento”, recuerdan. “Ante lasafirmaciones de una perspectiva de mejoría económica en España,pedimos la supresión de las que van más allá de un ahorro racionaly una gestión eficiente y austera”, reivindican.

Los responsables universitariosmadrileños consideran “especialmente dolorosas y difícilmentejustificables, por su mínimo impacto económico, las medidas queafectan a los jóvenes”. En concreto se refieren al incremento delos precios públicos de los grados y los másteres. También lasbecas.

Las tasas, más democráticas si setiene en cuenta que afectan a todos los estudiantes, han subido entreun 7% y un 125%, según el grado de experimentalidad de la carrera yla Comunidad Autónoma desde que el Gobierno permitió a lasuniversidades subir los precios con libertad en aras de acercar elprecio de matrícula al coste real de la misma (y a la vez recortósu aportación, que las universidades deben compensar con estapartida). Las subidas se multiplican para los repetidores que debenpagar segundas o terceras matriculas. Los sindicatos de estudiantesdenuncian que hay jóvenes que dejan la universidad, incapaces dehacer frente a estos pagos. “Afecta a lasposibilidades formativas de nuestros jóvenes en un momentoespecialmente negativo para el empleo”, concede la CRUE.

El cambio en el sistema de becastampoco gusta en la comunidad educativa. Ni a los alumnos ni a losrectores. El nuevo sistema divide la beca a percibir en dos partes,una fija y otra variable. Esta segunda cuantía se concreta enfunción del número total de becados y su rendimiento (de todos losdemás). El nuevo sistema, implantado este año, ha derivado en“incertidumbre y ciertos retrasos” en las becas, según admitióel propio Wert en el Congreso. Este curso los becados, por primeravez, no sabían con exactitud a cuánto ascendía su beca. Cifra queha resultado ser 2.800 euros, unos 300 euros inferior a la del cursopasado, aunque Educación presume de tener más becados que nunca,322.000 en total.

El Gobierno hacambiado “su naturaleza de derecho por la de una ayuda por la quese compite, con requisitos académicos endurecidos que sufren quienesmás las necesitan”, destacan los rectores. No son los únicos quehan solicitado un cambio.

Y luego están las medidas que hanafectado a los profesores y la Universidad como institución. De larebaja salarial para los profesores ya se ha hablado. No es la únicaconsecuencia que han sufrido por los recortes. Según la CRUE, “laslimitaciones normativas [como fijar la tasa de reposición en un 10%]han provocado que las plantillas de profesores, investigadores ypersonal de administración y servicios se hayan llenado de figuras yplazas interinas y precarias, algunas recurridas por el propioGobierno, que resultan inadecuadas para la función universitaria,docente, investigadora y de gestión”.

La situación de lainvestigación universitaria, que básicamente depende de los fondospúblicos para salir adelante, es precaria, según los rectores. “Elmenor presupuesto y la secuencia de las convocatorias aplicadas porel Gobierno de España y por algunos gobiernos autonómicos hancomportado un elevado recorte efectivo de consecuencias irreparablespara muchos grupos de investigación”, señala la CRUE. “Esteentendimiento de la I+D+i como un gasto y no como una inversióncontrasta con la política de los países más avanzados”, remata.

Los rectores creen, endefinitiva, que “los precios públicos de matrícula en lasuniversidades deben ser accesibles y razonables en todos los nivelesformativos. Debe recuperarse el sentido de las becas y ayudas comogarantes de la equidad. Debe volver la autonomía de gestión de laactividad docente e investigadora de las universidades. Debe serposible que éstas configuren ordenadamente sus plantillas, confórmulas de renovación y promoción ajustadas a su realidad y a suplanificación estratégica. Debe retomarse el apoyo a lainvestigación y a la innovación para regresar a una senda decrecimiento, basado en el conocimiento y la especializacióninteligente y sostenible, que evite la pérdida de talento yaproveche la formación proporcionada”.

Etiquetas
stats