Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
La portada de mañana
Acceder
El PSOE convierte su Comité Federal en un acto de aclamación a Pedro Sánchez
Las generaciones sin 'colchón' inmobiliario ni ahorros
Opinión - El extraño regreso de unas manos muy sucias. Por Pere Rusiñol

Un día sin becarios

Jordi Cruz dice que evita "que la fama me aparte de la cocina"

Isaac Rosa

“¿Dónde se ha metido el becario?”. El mismo grito se repite en miles de centros de trabajo en esta mañana de primavera. Los becarios no están en su puesto al comienzo de la jornada. Ellos, siempre tan puntuales, hoy no aparecen. Mesas vacías, ordenadores apagados, delantales colgados, grabadoras apagadas, batas en el perchero. “¿Dónde se ha metido el becario?”.

Avanza la jornada, y el becario sigue sin aparecer por la empresa. Aún peor: los pocos becarios que sí estaban en sus puestos (los pocos que sí cobran algo) desaparecen cuando cumplen el límite máximo de horas fijado en sus becas, se evaporan cuando les encargan tareas ajenas a lo formativo.

A media mañana empiezan los problemas: en el restaurante no salen platos, la cocina atascada con la mitad de cocineros habituales. En la radio no tienen quien cubra la rueda de prensa. El abogado se desespera en su despacho desbordado; el arquitecto asume que el proyecto no estará en plazo. En la consultoría nadie actualiza la base de datos. Tiendas cerradas, sin dependientes. Oficinas de la administración donde ni cogen el teléfono. Ingenieros desquiciados. Departamentos universitarios en silencio, centros de investigación donde solo hay jefes, ni un indio. Hasta la Moncloa se ve afectada.

Por todo el país, cientos de empresas se vuelven torpes, sobre todo en sus tareas más básicas, aquellas que cubrían diariamente los becarios: coger el teléfono, hacer fotocopias, resolver marrones ajenos, o llevar cafés como solo un becario sale hacerlo. Pero también tareas de responsabilidad, atendidas por sucesivos becarios desde hace años en sustitución de trabajadores jubilados, despedidos o nunca contratados; qué necesidad había, si cada vez que ofertaban una plaza de becario se presentaban doscientos (y ninguno “con una pistola en la cabeza”, todos voluntarios, que ser becario es un privilegio). ¿Que hacen tareas como cualquier trabajador contratado? Pues claro, para eso son “la generación mejor preparada de la historia”, ya vienen aprendidos de casa.

Llega la tarde, y los becarios siguen sin aparecer. Las empresas piden disculpas a sus clientes, muchos de ellos comprensivos por ser a su vez empresas con becarios que tampoco han venido hoy. No se puede decir que el país esté paralizado, pero ha sido un día extraño, de llegar tarde a todo, de no poder prestar servicios habituales, con trabajadores agobiados por asumir más carga de trabajo y directivos que no tienen a quién gritar.

Confiemos en que mañana todo vuelva a la normalidad, los becarios a sus puestos. Dicen que todo ha sido una acción de protesta, espontánea: tras la polémica con los cocineros michelines, se abrió el debate sobre la situación de los becarios en España y se fue corriendo la voz entre los explotados: “¿Y si hacemos un día sin becarios?”. La oportunidad era precisamente la celebración del “día internacional del becario”, qué mejor fecha para lanzar la protesta. La acción se inspiró en el intento de “día sin inmigrantes” en Estados Unidos, o incluso en aquella película cómica que fantaseaba con qué pasaría si de pronto desaparecieran todos los mexicanos de California.

Esperemos que todo quede en eso, una acción aislada. Si lo que pretendíais era visibilizar vuestra situación, y mostrar la dimensión del fenómeno becario (ya que ni siquiera existen cifras fiables sobre cuánta gente trabaja “aprendiendo” sin cobrar, o cuánta de la que sí cobra algo excede sus tareas y cubre un puesto de trabajo), enhorabuena, lo habéis conseguido. Pero no juguéis con fuego, no sea que otros sigan el ejemplo y mañana tengamos qué sé yo, un “día sin precarios”, “día sin falsos autónomos”, “día sin freelances mal pagados”, “día de no trabajar gratis”, “día de no hacer horas extra sin cobrarlas”…

(Por cierto, el día internacional del becario existe de verdad, se celebra el próximo lunes 8 de mayo).

Etiquetas
stats