El asesino de García Caparrós: un secreto a voces

En estos días nos han preguntado los periodistas en infinidad de ocasiones si la familia García Caparrós va a revelar el contenido de la documentación clasificada de secreta a la que han tenido acceso. Ellas mismas despejaron cualquier duda cuando dijeron: la verdad se conocerá. Y así de sencillo se responde a una amenaza de cárcel por revelación de secreto de estado, porque callar sería de nuevo matar a su hermano ¿O no?

¿Cómo es posible en una democracia avanzada, en pleno siglo XXI, que tengamos que guardar secreto sobre un asesinato de la policía franquista después de que Franco haya muerto? ¿Qué se está guardando o escondiendo? A las claras no es solo una cuestión de quién o quiénes perpetraron el crimen (el policía que disparó y el mando que ordenó), porque incluso lo más seguro es que hayan fallecido alguno de ellos. Se trata en todo caso de que la transición fue además de una ley de punto y final, un proceso complejo donde algunas vidas fueron segadas por “el bien” del mismo. El Estado se protege de airear el pasado oscuro en el que la impunidad ha sido parte del proceso hacia esta nueva época democrática tras la Dictadura. Y por decirlo de otra forma, la impunidad es el manto de silencio que nos hace a todos cómplices y que sigue siendo lo que permea y la hace imperfecta y hasta cierto punto injusta con aquellos que dejaron su vida por la libertad.

¿Cómo hemos podido tolerar durante 48 años que esta documentación no se haya mostrado a la familia García Caparrós? Ya lo dijo el abogado Luis Ocaña en un acto, si se han desclasificado los papeles del asesinato de Kennedy por qué no los de García Caparrós. En todo este proceso se suceden las anomalías que no son otra cosa que una serie de hechos como estrategia bien organizada para tapar los asesinatos que se dieron durante la transición. Se necesitaban poner sobre la mesa los cuerpos sin vida de la gente normal y sencilla que luchaba por la libertad. Y eso es lo que hicieron después de muerto Franco con los asesinatos de Teófilo de Valle, Marc Muñoz o de Ángel Almazán en 1976, del sangriento año de 1977 con Arturo Ruiz, Mari Luz Nájera, abogados de Atocha 55, entre otros…

Y así la nómina se amplió en 1978 con Germán Rodríguez en aquel fatal San Fermines… y podríamos seguir hasta los jóvenes del Caso Almería de 1981. Y todavía queda tanto por esclarecer de todos estos casos que lo único que podemos pensar es ¿a quién le interesaba que hubiera muertos sobre la mesa para negociar esta democracia? A los hechos nos remitimos si sabemos que la mayoría de los pistoleros asesinos de la ultraderecha (policial o no) se les recompensó y se les protegió incluso en países como Argentina y Brasil. Vencieron en aquel tiempo con el miedo, pero ahora las familias ya no tienen miedo, ahora no, como la familia García Caparrós y muchas otras que comienzan a exigir la verdad.

Los días después al asesinato de García Caparrós, Málaga se convirtió en una batalla campal, con una huelga general y con un entierro que ha sido uno de los más numerosos de la historia y que muchos recordarán por siempre

¿Cuántas veces han matado a García Caparrós? Quizás tantas veces como sus hermanas lo han levantado del olvido.

Los días después al asesinato de García Caparrós, Málaga se convirtió en una batalla campal, con una huelga general y con un entierro que ha sido uno de los más numerosos de la historia y que muchos recordarán por siempre. El poeta malagueño Laurentino Heras fue el primero en escribir un poema dedicado a García Caparrós, que además lo acompañó del primer dibujo que también se le hiciera a Manuel José, realizado por el genial pintor del Perchel, Manolo Garvayo. La dureza del poema es la misma sensación de vacío que dejó esta muerte en la sociedad malagueña:

Yo también he llorado tu muerte/ junto al río Guadalmedina, Manolo/ compañero, malagueño/a balazos asesinado tan pronto./Este paréntesis que sigue en blanco/es para los versos que ahora no acierto a escribirte./Quizá mañana lo rellene con las letras ensangrentadas/ de mi muerte como la tuya:/(                            ). Escrito el 6 de diciembre de 1977 en el Hospital Carlos Haya.

Quisieron esconder al muerto y no pudieron los primeros días, ni tampoco en los primeros aniversarios. El empuje del padre y de las fuerzas democráticas consiguió la comisión de investigación en el Congreso de los Diputados en el año 1978, y durante meses el caso fue noticia. Después llegó la larga década de los 80 donde se intentó olvidar… pero cada 4 de diciembre aparecían flores en la esquina donde cayó antes de ser conducido en coche al hospital.

En los años 90 y al comienzo del siglo XXI la figura de García Caparrós se reivindicó como mártir de la causa andaluza. Memorable es la gran exposición y homenaje que se hiciera por parte de la Diputación de Málaga, García Caparrós. Memoria de Libertad (homenaje a los anónimos) (Málaga, 2008). El periplo de lucha de las hermanas ha sido constante desde entonces y gracias a su tesón han conseguido dar pasos que antes eran impensables. Hubo un hito institucional en todo este camino que fue cuando se declaró hijo predilecto de Andalucía, la primera vez que se daba a una persona fallecida y fue gracias a la petición de José Manuel Mariscal y Antonio Romero que se consiguiera en lo formal en 2013.

El abrazo del pueblo andaluz a la memoria de Manuel José ha seguido cosechando nombres para calles, plazas, avenidas, paseos o la constitución de los premios García Caparrós con la Fundación Memoria y Cultura y la cooperativa Atrapasueños… Y todo aquello llegó como colofón de una lucha intensa de divulgación. Así fue tras presentar por toda la geografía posible el documental “García Caparrós, memoria de nuestra lucha” (Hazeína Rodriguez, 2016) y que visitáramos todos los parlamentos que nos abrieron sus puertas (Catalunya, Pais Vasco, Navarra, Europeo…). Un trabajo político que hizo reaccionar a la misma Junta de Andalucía con Susana Díaz al frente a constituir un consejo conmemorativo del 4D que liberó rápidamente dinero para celebrar el 40 aniversario, pues casi el PSOE pierde la vez en la comba y así surgieron producciones como la estupenda película “23 disparos” y otras iniciativas al calor de este impulso institucional casi a última hora. El ayuntamiento de Málaga también fue corresponsable en aquel tiempo de esta efeméride y renovó la placa institucional en la esquina y dedicó, gracias a las gestiones de Remedios Ramos y de Gema del Corral, un nuevo lugar a los restos de Manuel José y sus padres, en el Jardín de la Memoria en Parcemasa.

Dentro de poco estaremos en el 50 aniversario de 1977, un año en el que la ultraderecha policial o paramilitar asesinó desde enero a diciembre, desde Arturo Ruiz a García Caparrós y Quesada… y  ahora es cuando más que nunca la sociedad nos tenemos que hacer fuertes en valores y en memoria para poder afrontar lo que viene

Todo al final ha sumado en la lucha de las hermanas donde el papel de los medios de comunicación ha sido también fundamental. Periódicos, radios y televisiones han dado un tratamiento tan responsable con la argumentación de las hermanas que siempre me ha parecido cuanto menos curioso. Y ahora con más perspectiva lo entiendo más todavía. El pasado día 18 de noviembre en el Congreso de los Diputados cuando por fin se consiguió que el Estado diera la documentación de la comisión de encuesta de 1978 a la familia, se vieron a muchos periodistas con lágrimas en los ojos y una sintonía con las hermanas que no es fruto de otra cosa que de esa verdad encarnada en tantos años de sufrimiento y de lucha por la memoria de su hermano. La verdad es muy difícil pararla.

Dentro de poco estaremos en el 50 aniversario de 1977, un año en el que la ultraderecha policial o paramilitar asesinó desde enero a diciembre, desde Arturo Ruiz a García Caparrós y Quesada… y  ahora es cuando más que nunca la sociedad nos tenemos que hacer fuertes en valores y en memoria para poder afrontar lo que viene. Carlos Portomeñe en su libro La matanza de Atocha y otros crímenes de Estado retrata bien cómo hay un hilo que une toda esta maraña de crímenes e impunidad. No son balas que caían del cielo ni muertes accidentales y aisladas. Hay un hilo negro que lo une todo, por eso iniciativas como la película documental El hilo negro que va a dirigir el malagueño José Antonio Castro, son fundamentales para seguir protegiendo la democracia y la libertad, como herramienta contra la ignorancia y la impunidad y que se puede apoyar por la ciudadanía gracias a su proceso ahora abierto de crowdfounding. La ciudadanía debe dar el paso y defender con iniciativas como esta los valores de la libertad.

El pasado 27 de febrero fue Manuel José García Caparrós reconocido como víctima del tardofranquismo, un término muy concreto que para nada completaba las esperanzas de las hermanas, que muy educadamente y con gratitud aceptaron pero para poder exigir el siguiente paso, que sea declarado su hermano víctima del terrorismo, porque lo que hizo el estado fue terrorismo. Por eso cada vez que quieren matar a Manuel José salen las hermanas con más fuerza, y por eso en este 4D de 2025 han reclamado ante la Dirección General de Apoyo a las Víctimas del Terrorismo que se atienda su demanda… de esta forma se podrá cerrar un poco más el círculo de la verdad, justicia y reparación, abriendo grietas contra los que quieren de nuevo asesinar la memoria de Manuel José.

Hoy ya la familia puede gritar bien alto quién es el asesino de Manuel José, porque siempre ha estado ahí, siempre ha sido un secreto a voces y ya hoy no lo podemos dejar nunca más de nombrar: la impunidad.