A pesar de que la obra de Dalí es de sobra conocida, se prevén grandes colas e incomodidades indescriptibles para asistir a una de esas “grandes exposiciones” que reclaman nuestro sentido espectacular y cuantitativo del arte. Las doscientas obras del pintor que han conseguido reunir se mostraran en París, en el Centro Georges Pompidou, a partir de hoy y llegarán a Madrid, con aterrador despliegue informativo, a partir del 24 de abril, en el Museo Reina Sofía. No se ha anunciado aún si ondeará en ambos museos una bandera que reproduzca a gran tamaño la firma del pintor, pero los expertos advierten que “es preceptiva la bandera y la firma gigante cuando se montan esta clase de circos”. En cambio sí parece confirmada la edición de un lujoso y caro catálogo que será de compra obligada para los poseedores del catálogo de al menos otra “gran exposición” semejante, como la de Velázquez, y que debe ser colocado en la mesa baja del salón de los domicilios.