Denuncia a cuatro policías por agresión tras ser detenido mientras contemplaba un monumento a las libertades

Cinco horas incomunicado en los calabozos de la Comisaría de la Policía Nacional en Cádiz, varias lesiones y una denuncia por desobediencia grave es el saldo que el ciudadano Natanael Bello ha tenido que pagar por un suceso que se desencadenó en la mayor de las paradojas: contemplar el monumento a la Constitución del 78 y las libertades instalado en el centro de la ciudad.

Bello, de 33 años de edad, regresaba caminando a su casa en la madrugada del sábado cuando se detuvo ante el citado hito, una jaula de acero con forma de jilguero inaugurada en 2008 como homenaje al texto constitucional. Según su relato, estaba leyendo los artículos que se reproducen en la base del monumento cuando una patrulla formada por cuatro agentes de la Policía Nacional entendió que su actitud era “sospechosa” y, por tal motivo, le abordó y le exigió que se identificara.

El ciudadano gaditano, según su propio relato, no aportó con total diligencia su documento nacional de identidad puesto que tenía en su cartera numerosas tarjetas de diversa naturaleza. “Me dijeron que me diera prisa, y que si les estaba vacilando, y les respondí que no, y que si podían ellos identificarse también, y ahí se desató todo”. Según Bello, los agentes le redujeron con violencia y le introdujeron en el vehículo policial, causándole en el trance lesiones en un pómulo y en un costado, tal y como corroboran los partes médicos ofrecidos por el afectado.

Después fue trasladado a los calabozos de la comisaría, donde estuvo incomunicado alrededor de cinco horas. Bello relata que informó a los agentes de que sufre una afección cardiaca y que no le hicieron ningún caso. A pesar de encontrarse en un estado de ansiedad y con taquicardia, no fue atendido hasta mediodía por los servicios de urgencias, que constataron este parte médico.

El afectado ha denunciado en el Juzgado de Instrucción número 4 de Cádiz a los cuatro agentes de la Policía Nacional por agresión, y se enfrenta a su vez a la denuncia de desobediencia grave formulada por la Policía. Fuentes de la Policía explicaron ayer que los agentes siguieron el procedimiento habitual en estos casos: identificar a un sujeto sospechoso o que podría estar en disposición de cometer un acto delictivo. Es decir, la versión policial y la del afectado y denunciante coinciden en que la documentación le fue requerida simplemente por la sospecha o posibilidad de que fuera a cometer un delito, en este caso, leer los artículos constitucionales grabados en la base de piedra de un monumento.

Las asociaciones de la Prensa de Cádiz y Sevilla, así como la cooperativa Se Buscan Periodistas, entidades en las que Natanael Bello es una figura activa y comprometida, reclamaron ayer explicaciones a la Subdelegación del Gobierno en Andalucía por estos hechos. “La Asociación de la Prensa de Sevilla considera que actuaciones como estas, que parecen ser el prólogo de la inminente Ley de Seguridad Ciudadana, atentan gravemente contra los derechos de los ciudadanos”, señaló en una nota la APS.

Bello insiste en que en ningún momento se negó a identificarse (“solo tardé porque tenía al menos 12 tarjetas y carnés”) y que fue tratado de forma abusiva por los agentes, especialmente a raiz de que les sugiriera que ellos también se identificaran. Para constatar esta versión y acreditar la violencia con la que se emplearon los agentes, ha pedido que se revisen las grabaciones de las cámaras de seguridad de los edificios administrativos que rodean el pájaro-jaula.