Es la gran apuesta del cine español para 2014, un thriller sobre el narcotráfico que promete emociones fuertes de la mano de personajes muy creíbles y que vuelve a reunir a parte del equipo de Celda 211. Hasta ahora casi nada se sabía acerca de El Niño, quinto largometraje del mallorquín Daniel Monzón, pero la nueva y esperadísima producción de Telecinco Cinema ya comienza poco a poco a mostrar sus cartas.
Antes de concluir el rodaje en Almería, donde han trabajado durante cinco semanas, Monzón, acompañado por los actores Luis Tosar, Eduard Fernández, Jesús Carroza y Jesús Castro –el niño del título—, atendió a la prensa tras rodar unos planos en La Fábrica de Genoveses, un centro de eventos frente a la playa de este nombre, en la localidad de San José. Medios de comunicación de toda España acudieron a una convocatoria que contó también con la presencia de Paolo Vasile, consejero delegado de Mediaset España, lo que da idea de la dimensión del proyecto y de la fe que se tiene en él.
Aunque los productores no quisieron dar cifras, el presupuesto de El Niño, que también se ha rodado en localizaciones de Cádiz y ahora continúa en Canarias, va a rondar los siete millones de euros. Además de Telecinco Cinema, el filme cuenta con la participación de Ikiru Films, Vaca Films, El Toro, La Ferme! Productions y los andaluces Maestranza Films.
CineAndCine repasa algunas de las claves del filme de la mano de Daniel Monzón.
Al otro lado de la ley
La película aborda el tema del narcotráfico desde dos puntos de vista: uno, el de 'El Niño' (Jesús Castro) y 'El Compi' (Jesús Carroza), dos jóvenes que quieren iniciarse en ese negocio; el otro, el de policías como Jesús (Luis Tosar) y Eva (Bárbara Lennie), que llevan años plantando cara al contrabando en la zona del Estrecho de Gibraltar. “Mi compañero guionista, Jorge Guerricaechevarría, y yo vimos durante ocho meses lo que sucede en el sur de España, haciendo todo tipo de investigaciones apoyados por Telecinco. Se les suele llamar delincuentes pero cuando los conoces te das cuenta de que son gente corriente que se dedican a hacer algo que está fuera de la ley. Hablamos con muchos de estos chicos que se meten a traficar con hachís entre Marruecos y España y te cuentan que lo hacen porque están en esa época en la que la vida va muy deprisa: quieren correr mucho y obtener dinero rápido. Luego está ese punto de desafío a la autoridad que todos los adolescentes tienen, pero ellos de forma rotunda, bestia y espectacular. La fama que esto les da en su entorno más cercano los convierte en una especie de héroes. Al final te das cuenta de que el dinero es casi lo de menos”, explica Daniel Monzón.
Policías de verdad
Monzón también quiere huir de maniqueísmos a la hora de reflejar el trabajo de las fuerzas de seguridad. “Lo que hemos intentado es reflejar ambos mundos de una forma muy naturalista, muy real, muy cotidiana. Conocimos a muchos policías que nos contaron mil anécdotas que han acabado conformando a los personajes. El de Tosar es una persona abnegada, obsesiva, dedicada en cuerpo y alma a su trabajo. No son los policías que estamos acostumbrados a ver en las series o películas americanas. Hemos pasado mucho tiempo con ellos, conviviendo, hablando, respirando, viendo cómo se visten. Uno de ellos me decía que estaba muy contento porque estamos reflejando lo que es realmente la policía: seres humanos con sus problemas y sus dramas, y me ponía el ejemplo de Canción triste de Hill Street. Lo más importante de El Niño son sus personajes: los vamos a querer, nos van a conmover y nos los vamos a llevar a casa al salir de la sala”.
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