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Sobre este blog

En Abierto es un espacio para voces universitarias, políticas, asociativas, ciudadanas, cooperativas... Un espacio para el debate, para la argumentación y para la reflexión. Porque en tiempos de cambios es necesario estar atento y escuchar. Y lo queremos hacer con el “micrófono” en abierto.

Por un mundo que no solo nos incluya, sino que nos pertenezca

Un hombre en una silla de ruedas eléctrica.

Pedro Varo

Presidente de la asociación Alianza por la Polio-Postpolio en Andalucía —

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Hoy, día 3 de diciembre, se alzan las voces para conmemorar el Día Internacional de las Personas con Discapacidad. Y, como un eco predecible, el panorama digital y mediático se inunda de mensajes bienintencionados sobre “inclusión”, “igualdad” y “derechos”. Son palabras poderosas, necesarias, pero que, repetidas sin la acción que las sustente, corren el riesgo de diluirse en la retórica, convirtiéndose en un brindis al sol que olvidamos mañana.

Hoy no queremos solo sumarnos al coro. Queremos invitarle a una reflexión quizás incómoda, pero profundamente necesaria: ¿Estamos construyendo un mundo donde las personas con discapacidad son simplemente “incluidas”, o uno del que se sienten dueñas, protagonistas y parte activa e imprescindible?

La diferencia, aunque sutil en el lenguaje, es abismal en la experiencia.

La “inclusión” bienintencionada (y su trampa)

A menudo, la “inclusión” se practica como un acto de concesión. Se siente como un “te dejamos entrar en nuestro espacio, que ya estaba hecho y definido sin considerarte”. Es la rampa añadida a posteriori a un edificio, la traducción en lenguaje de señas que se contrata para un evento puntual, el formulario que se adapta tras recibir una queja. Es un parche, un añadido. Aunque nace de una buena intención, perpetúa una dinámica de poder donde hay un “nosotros” que incluye y un “ellos” que son incluidos. El mensaje subyacente, aunque no sea explícito, es: “Este es nuestro mundo, y te hacemos un hueco”.

La “pertenencia” como derecho y diseño

Frente a esto, la pertenencia es un paradigma radicalmente diferente. No es un acto, sino un estado de ser. La pertenencia proclama: “Este espacio es también tuyo, fue pensado contigo y para ti desde el principio”.

Es el diseño universal que beneficia a todos, la participación en la toma de decisiones, la representación auténtica en los medios y en los equipos directivos. La pertenencia no pregunta “¿cómo te podemos incluir?”, sino “¿cómo podemos construir esto juntos?”. Es un derecho, no un favor.

La metáfora de la entrada: de la rampa a la puerta principal

La verdadera transformación social no se mide por la cantidad de rampas instaladas al lado de las escaleras. Eso es, en el mejor de los casos, un paliativo. La auténtica revolución está en diseñar la entrada principal para que sea, desde su concepción, accesible, funcional y elegante para todo el mundo. Es la puerta por la que todos entran con la misma dignidad, sin segregaciones, sin rutas alternativas que marquen una diferencia. Se trata de eliminar la necesidad de la “solución especial” porque el diseño general ya lo ha tenido en cuenta.

Nuestra responsabilidad: de la caridad a la co-creación

Asumir este cambio de mentalidad implica entender que esto no se trata de caridad o de un acto benévolo. Se trata de justicia, de reconocer el derecho humano a participar plenamente en la sociedad. Se trata de innovación, porque las soluciones que nacen de la diversidad son más robustas, creativas y resilientes.

Y, sobre todo, se trata de enriquecer nuestra perspectiva colectiva. Una sociedad que silencia ignora o segrega a cualquiera de sus voces está, literalmente, incompleta. Se priva de talento, de miradas únicas y de soluciones que solo surgen de la experiencia diversa.

Nuestra responsabilidad, en cifras y hechos

Como bien resume el lema histórico del movimiento, “Nada sobre nosotros sin nosotros”. Esta máxima debe ser nuestra guía. No es una frase hecha, sino un principio de acción que nos obliga a repensar nuestro papel.

Cuando hablamos de construir este futuro, no nos referimos a una idea abstracta. En nuestra propia comunidad, en Andalucía, hay aproximadamente 654.800 personas con discapacidad. Esto no es solo una estadística; son 654.8001 vecinos, colegas, familiares y ciudadanos cuyo talento, perspectiva y participación son indispensables para el tejido social y económico de nuestra tierra. Ignorar esta realidad no es solo una cuestión de injusticia; es una pérdida de capital humano y de oportunidades colectivas. Cada barrera que les impide participar plenamente es un muro que nos empobrece a todos.

Nuestro compromiso: diseñar “con”, no “para”

Por ello, hoy renovamos nuestro compromiso, conscientes de que es un camino de aprendizaje continuo. Nos comprometemos a:

  1. Seguir aprendiendo sobre las barreras visibles e invisibles que enfrentan las personas con discapacidad.
  2. Escuchar de forma activa y humilde, especialmente a las personas con discapacidad, cediendo el protagonismo de sus propias narrativas.
  3. Adoptar la filosofía de “nada sobre nosotros sin nosotros”. Esto significa diseñar con, no para. Integrar estas perspectivas en la mesa de diseño, en la estrategia, en la creación de contenidos y en la toma de decisiones, no como consultores externos, sino como partes esenciales del proceso.

Porque al final, la visión es clara: un futuro mejor no es simplemente uno donde “quepamos” todos, sino uno que, entre todos, con nuestras diferencias y capacidades, construyamos desde los cimientos. Un futuro que, por derecho propio, nos pertenezca a tod@s.

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En Abierto es un espacio para voces universitarias, políticas, asociativas, ciudadanas, cooperativas... Un espacio para el debate, para la argumentación y para la reflexión. Porque en tiempos de cambios es necesario estar atento y escuchar. Y lo queremos hacer con el “micrófono” en abierto.

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