Los forenses ratifican que no se debió dar de alta al indigente que murió horas después en el albergue
Debió ser hospitalizado. Los médicos forenses que elaboraron el informe definitivo de autopsia del joven indigente de nacionalidad polaca que falleció el 2 de octubre de 2013 mientras esperaba para comer en un albergue de Sevilla han ratificado que la gravedad de su estado cuando unos policías locales le llevaron al hospital debió suponer su ingreso en el centro sanitario.
Sigue su curso la causa que investiga al Juzgado de Instrucción número 5, donde hay tres médicos imputados y un enfermero por posible negligencia a la hora de no advertir la gravedad del paciente, que fue dado de alta pocas horas antes de fallecer con una desnutrición severa. Este martes, los forenses han explicado pormerorizadamente cómo fueron, en base a la autopsia, las últimas horas de Piotr Piscozub. En su informe ya advirtieron que un estudio más detallado de su estado “hubiera permitido llegar al diagnóstico de la patología asociada a la desnutrición”.
Este martes han venido a señalar que les resulta muy extraño que no se oservara ningún sintoma en el paciente horas antes de morir. Las versiones de los médicos imputados contrastan con la de los testigos llamados a declarar, que decían que no podía sostenerse en pie. En a comparecencia de los forenses, muy técnica y didáctica según informan fuentes del caso, se ha comentado que, por su aspecto extremadamente delgado y débil, tenían que haberle hecho una prueba de glucemia. Asimismo, a los forenses les causa extrañeza que en la auscultacion no se advirtieran sus dolencias cuando ya presentaba, según la autopsia, medio pulmón infectado.
Ausencia de protocolo
Acerca del protocolo sanitario a seguir con este tipo de casos, los forenses han señalado que buscaron pero no encontraron un protocolo específico para personas que sufran desnutrición severa. Asi, se guiaron por el establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS), del cual concluyeron que un estado de desnutrición severo como el del joven era “indicativo de hospitalización, tratamiento de malnutrición, realización de pruebas diagnósticas para la detección de enfermedades de base --al menos hemograma, bioquímica y radiografía de tórax-- y tratamiento de las mismas”.
En cualquier caso, más allá del protocolo, los forenses entienden que el estado del joven indigente merecía el ingreso hospitalario si bien, según han hecho constar, no hubiera servido de mucho puesto que la bronconeumonía que presentaba hubiera provocado de igual manera su fallecimiento, añaden las fuentes.