Javier Ruibal: “El flamenco ha pasado del lado oscuro al lado luminoso”

El cantante y compositor Javier Ruibal afirma que el flamenco goza de plenitud pero no porque alguien haya diseñado su expansión sino por obra del propio arte
Con 35 años en el oficio critica que la música esté mediatizada por la propaganda mercantil ya que “abunda más la música de espectáculo que la de introspección”
Presenta parte de su nuevo repertorio este 29 de julio en San Fernando (Cádiz) junto con los gallegos Luar Na Lubre

Javier Ruibal cumple 35 años de trayectoria musical.

24 de julio de 2018 20:50h

El cantante, compositor y guitarrista gaditano Javier Ruibal cumple 35 años de carrera musical y lo celebra este 29 de julio en concierto con Luar Na lubre en San Fernando, Cádiz; pero, antes se da un tiempo para reflexionar sobre su trayectoria y la situación del arte musical y el flamenco en España. “Abunda mucho más la música espectáculo que la de introspección”, ha dicho el también ganador del Premio Nacional de las Músicas Actuales 2017 y ha solicitado al nuevo Ministro de Cultura que devuelva la asignatura de música en los colegios porque “la música sana”.

Cumple 35 años de aniversario y lo celebra con diversos conciertos entre ellos el que compartirá con Luar Na Lubre.

Sí, será un concierto compartido donde haré un resumen de mi trayectoria y cantaré canciones del nuevo disco que sale en octubre.

Es un músico autodidacta que ha sabido mantenerse vigente con su arte, ¿cuál es la clave para esta larga trayectoria?

Ser fiel al propósito que me hizo iniciar. Me sumé a la música que invitaba a la emoción, la reflexión y lo he mantenido. Mi bagaje cultural ha sido de origen andaluz, con flamenco como centro, pero también tengo fuentes de las sonoridades que me complacen.

Imagino que en estos 35 años también hubo momentos difíciles, ¿recuerda alguno en especial?

Lo difícil es cuando sientes el vacío. Ha habido momentos en los que la imaginación y la inspiración no han caminado tan juntos como uno quiere. Son pequeños lapsos de falta de inspiración, pero luego he tenido una vida agradable y llena de satisfacción.

¿Cómo cuáles?

Me he subido a escenarios miles de veces y siempre he sentido que la música me sana y que contribuyo a sanar a otros también. Creo que es un error peligroso haberla apartado de la educación de los chicos desde primaria y secundaria porque quedamos en manos de un criterio comercial especulativo, de divulgación donde lo que prima es el dinero.

¿Cree que es algo que podría variar con el nuevo ministro de cultura José Guirao?, ¿piensa que va a hacer algo importante en el sector?

Espero que vuelva a poner la asignatura de música en los colegios. Menos religión, más música, filosofía y literatura que han dejado de ser obligatorias. Con eso se ve que lo único que quieren del ser humano es que sea un eslabón en la cadena de producción para el beneficio de otros.

Y en un ámbito más general, ¿ve con mejor optimismo el panorama del país con el cambio de Gobierno?

Ya no me muestro nada, he visto tantas cosas y promesas de campañas electorales que no se cumplen... El milagro no existe. Espero que la política se ponga a remolque de la población. Están para conducir los deseos del público y el ser humano.

¿Qué apoyo pediría concretamente para la industria musical?

Creo que es necesario que la gente tenga acceso a la música con más inmediatez, pero no de forma mediatizada por la propaganda mercantil. Debe haber toda clase de música, pero sin que te direccionen las elecciones. Abunda mucho más la música de espectáculo que la de introspección. Se debe dar contenido sostenible en teatros y auditorios, que no sea solo el clásico festival de verano, sino que sea paulatino.

¿El flamenco sí goza de mejor posición?

El flamenco goza de unas décadas de plenitud. Ha pasado del lado oscuro al lado luminoso, está en los mejores lugares y festivales, pero no porque alguien haya diseñado su expansión. Hay premios, festivales, una parte organizada por el Estado, pero es la propia fuerza del arte que lo ha llevado a esos niveles altos.

El año pasado, el mercado de la música en vivo creció en el mercado español un 8,9%, ¿ha notado esa mejoría?

Son datos de la mercadotecnia. Si crece el mercado musical, muy probablemente crece para la música espectáculo y de acontecimiento. Yo no veo que haya más diversidad. Como espectador y consumidor no recibo información de novedades y sugerencias, pongo la radio y sigue lo mismo.

¿Eso le parece mal?

No me parece ni bien ni mal. La música es un hecho cultural que puede gustar a unos u otros, pero va más allá de lo mercantil. No se dan cifras de que culturalmente estemos más dotados o si tenemos acceso a mayor oferta musical verdadera.

Con el auge del mercado digital musical sobre el físico, ¿cómo ha vivido esta transformación?

Se ha transformado el soporte y ha mermado un poco la vinculación entre el artista y el oyente. Antes el espectador buscaba y había devoción por el nuevo disco, ahora el acceso con un clic en el ordenador resta un poco de intimidad. El espectador está muy dirigido y no se vincula.

A propósito de eso, en una entrevista anterior dijo que en su caso hacía música para buscadores.

Sí, pero también en el sentido personal. Hago música para los que se buscan a sí mismo, para aquellos que buscan encontrarse en lo que ven, leen o escuchan.

También señaló que ahora hay una implicación moral y emocional menos profunda en la música, ¿por qué cree que se da esto?

Creo que hay un resultado poco variado en la música, poca sorpresa para el público porque el artista no se mira con la lupa que hay que mirarse para no repetir lo que ya hizo.

¿Qué recomendación le da a los nuevos músicos forjados en programas de canto que con 24 años ya se preparan para grabar su primer disco?

Que traten de ser felices y no copien, más vale quedarse en silencio un tiempo, que decir cosas que uno no siente.