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Andalucía se llena de nuevo de reivindicaciones feministas: “No queremos ser mejores, queremos ser mujeres”

Manifestación del 8M en Granada

Antonio Morente / Néstor Cenizo / Carmen Reina / Mariela Luján

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Las calles de Andalucía se han vuelto a llenar este 8M de personas que han reivindicado la igualdad entre hombres y mujeres. Tras dos años a la sombra de la Covid-19, y pese a que solamente en Granada, Córdoba y Huelva ha habido una convocatoria única por las divergencias entre sectores del feminismo, las proclamas a favor de los derechos de las mujeres y contra el machismo se han vuelto a dejar oír hoy por el Día Internacional de la Mujer.

Dos años después del 8M marcado por la pandemia, y cuatro después de tocar techo, el feminismo en Málaga se reencontró este martes en las calles de Málaga. Había ganas de reivindicar, más allá de las diferencias que ahora atraviesan el movimiento, aquello que las une a todas: la lucha contra la desigualdad y contra la violencia que sufren solo por ser mujeres. En la capital de la Costa del Sol, la manifestación reunió a 5000 personas, según las cifras que ofreció la Policía Nacional.

“Hay mucho trabajo por hacer. Todavía hacemos la mayoría de trabajos en el hogar y todavía soportamos mayor carga mental. Y a pesar de eso, cobramos menos y tenemos menos oportunidades laborales. Y por supuesto, sufrimos más violencia”, lamentaba Aurelie con una pancarta de Greenpeace en la mano. En España observa “más cuestionamiento” que en Francia, quizá porque no evolucionó al mismo ritmo durante la dictadura y Francia está “más segura de sí misma”. Por eso cree que el 8M en España es masivo y en Francia, no tanto, informa Néstor Cenizo.

“El feminismo es vida. No se puede vivir sin ser feminista”, dice Sabina Bermúdez. “Venimos a reivindicar que, a pesar de lo conseguido, queda mucho por avanzar”, añade Iria Torres. Las dos cursan el máster en Igualdad y Género de la Universidad de Málaga, son docentes y treintañeras, y detectan una situación en la que conviven los avances con un movimiento reactivo. Por ejemplo: “Vemos que los adolescentes hablan más de feminismos y tienen valores feministas”. Sin embargo, en algunos detectan una supuesta rebeldía que se manifiesta en el reforzamiento de una identidad machista.

Antonio (68) y Dolores (66) alertan, en cambio, de una regresión reciente. “Mucha gente no se cree la violencia de género, sobre todo los jóvenes”, dice él. Ella es pesimista: “Creo que no hemos avanzado en 30 años. Puede que de cara a la galería sí, pero en realidad no”. Concha, Ana y Gloria son tres amigas que rondan los 60, y también observan el fenómeno. “Hay criaturas de 17 o 18 años que se creen con el derecho de manipular, y las niñas se han acostumbrado”, dice Ana. Este año, además, se hace especial énfasis en la brecha salarial. A Ana, epidemióloga, no le afecta, pero a Gloria, que trabaja en una gestoría, sí. Cobra menos que compañeros de su misma categoría.

“Mi lucha es la de siempre: la igualdad”, dice Lola Garrido. “A ver si los hombres se dan cuenta de que es mejor un mundo entre iguales”. A su lado, pasa una mujer, ya cerca de los 70. Ha venido con un andador, que no parece ser un problema. ¿Por qué? “Porque es nuestro día. Reivindico la igualdad, ni más ni menos”, dice. “Soy de otra generación, y sí noto los cambios. Pero falta que no asesinen a las mujeres. Si las mujeres hubiésemos matado a todos los hombres que nos han dejado…”.

La manifestación en Málaga sí ha sido unitaria, pero también ha quedado marcada por dos debates que han agrietado el movimiento: el posicionamiento respecto a la prostitución y el anteproyecto de la ley trans. La coordinadora 8 de marzo de Málaga convocó bajo el lema “El feminismo es abolicionista”, incluyendo en el manifiesto un punto que exige la retirada del anteproyecto de ley y otro que exige “dejar de ser perseguidas políticamente” por “defender el sujeto político mujer”. Desde la coordinadora ponen el acento en que ninguna de las cerca de 60 entidades que la integran votó en contra del manifiesto, aunque no todas se sintieran cómodas.

Sin embargo, Podemos e IU no lo apoyaron, ni tampoco lo hizo el llamado “bloque autónomo”, surgido del 15M, muy vinculado a La Invisible y que nunca se ha integrado en la coordinadora. “Nosotras no queremos contribuir a la polarización y la fractura”, dicen desde este último grupo. Su pancarta pretendía recoger “todas las subjetividades”: “Precarizadas. Gordas. Trans. Migradas. Locas. Diversas. Putas. Inadaptadas. Racializás. Presas. Vecinas. Malas madres”.

“Queremos estar vivas, vivir en paz y sin miedo”

A los lemas de reivindicación de las marchas 8M: “Ni invisibles, ni precarias”, “Vivas nos queremos” y “Fuera el machismo” este año, en Granada, se ha sumado uno más: “Hoy, solidaridad con Ucrania”. Así se ha realizado la manifestación con miles de mujeres, quienes vestidas de color violeta, han recorrido toda la Gran Vía arengando, saltando y bailando al ritmo de tambores, informa Mariela Luján.

“El objetivo es defender los derechos de la mujer, sin importar dónde se encuentren. Hemos avanzado algo, pero aún queda un camino muy largo por recorrer, por ejemplo para eliminar la precariedad y la brecha laboral”, ha señalado Remedio Durán de la plataforma 8M/25N Feminismo Unitario de Graná. Por su parte, Inmaculada Nieva, secretaria de Igualdad de UGT servicio público Granada, también ha destacado los avances sobre todo en la reforma laboral y con la implementación de los planes de igualdad de las empresas pero ha enfatizado que todavía “hay que seguir avanzando”. 

La marcha ha estado integrada por mujeres jóvenes, adultas mayores, madres con bebés en coches, camareras que han salido de restaurantes para alentar a las manifestantes y hasta por varones que se han sumado “desde una posición de conciencia y con una mirada hacia la igualdad con el objetivo de construir”, ha dicho Manuel Navarro de la Red de hombre por la igualdad de Granada. 

Las periodistas de Granada también se han sumado a la manifestación con el lema “Sin periodismo no hay igualdad”. Luz Sánchez, presidenta de Comunicadoras Granada, ha destacado la necesidad de que “las mujeres asuman posiciones directivas” y que a través de la prensa se “informe con perspectiva de género”. 

De esta manera, la marcha que acabó en Paseo del Salón con la lectura de un manifiesto reunió a mujeres de diversas edades y hasta nacionalidades. La puertorriqueña Thais Torres del colectivo AbyaYala también estuvo presente con el fin de dar voz a millones de mujeres de Latinoamérica y reivindicar los derechos de igualdad. “Queremos estar vivas, vivir en paz y sin miedo”, ha enfatizado.

Llamamientos a la unidad

En un 8M en el que el feminismo ha vuelto a comparecer dividido, en una de las dos manifestaciones que se convocaban en Sevilla (bajo el lema 'La lucha de las mujeres. Por un mundo feminista'), a la que acudieron unas 15.000 personas según la organización, se ha hecho un llamamiento a la unidad al mismo tiempo que se insistía en mensajes con carga de profundidad como que se está intentando “desdibujar a las mujeres como sujetos políticos del feminismo”, informa Antonio Morente.

El manifiesto que se ha leído al término de la manifestación convocada por el Movimiento Feminista de Sevilla 8M, secundada por una treintena larga de entidades con la Plataforma 8 de Marzo a la cabeza, se ha pregonado el texto a cuatro voces entre militantes veteranas y jóvenes para simbolizar así el relevo generacional. Tanto el manifiesto como las consignas que se coreaban y los mensajes que lanzaba la portavoz de la Plataforma 8 de Marzo, Charo Luque, insistían en que “el movimiento feminista tiene el reto de la unidad sin fisuras” para así “impedir que las nuevas formas y proclamas del patriarcado nos dividan”. Un entendimiento entre las diferentes corrientes feministas que es necesario porque, por encima de todo, “las estructuras de dominación patriarcal se mantienen intactas” y ponen en entredicho las reivindicaciones de las mujeres.

Así arrancaba la manifestación del Movimiento Feminista de Sevilla, en la Plaza Nueva:

En la heterodoxa manifestación ocuparon las primeras posiciones las entidades feministas, desplegándose a continuación sindicatos y partidos políticos. Amelia Elías y Amanda Moreno, que ya acudían al 8M de niñas acompañando a sus madres, leyeron el manifiesto con el orgullo de que el relevo está garantizado en el movimiento gracias al compromiso de unas jóvenes que fueron legión en la marcha. Los lemas más políticos como “abolición de la prostitución” o “basta ya de justicia patriarcal” han sido coreados por las asistentes más veteranas, mientras que las jóvenes apostaban por mensajes más directos e imaginativos, como “patada feminista en la boca del machista”. A ello se unieron consignas como “lo contrario al feminismo es la ignorancia”, “ser mujer no es un sentimiento” o “hemos despertado para no volver a dormirnos jamás”.

Las feministas convocantes de esta manifestación insistieron en sus postulados, como el llamamiento a las políticas institucionales para que “no invisibilicen a las mujeres” o la reprobación a “cualquier política encaminada a otorgar privilegios normativos basados en roles o estereotipos sexistas”. Como trasfondo, aunque sin mencionarla, está la Ley Trans que ha dividido al movimiento feminista, y contra la que van mensajes como que “los deseos no son derechos, y en ningún caso pueden confrontarse a los derechos de las mujeres”.

Por otro lado, la manifestación convocada desde Torre Sevilla, el rascacielos de la ciudad, ha discurrido muy lentamente desde las 18.00 horas, con ambiente festivo, batucada, zona para niños y haciendo numerosas paradas para gritar consignas, hacer sentadas por las ausentes y bailar sevillanas feministas. “Es una pena que no se haya convocado una sola manifestación, o al menos que hubieran acabado confluyendo”, lamenta María. Pero “no se puede ser antitrans”, dice Berta, más joven apuntando a uno de los elementos en los que ha pivotado el desacuerdo entre las dos convocatorias. De hecho, banderas transexuales y LGTBI han ondeado también durante el recorrido. Así arrancaba la manifestación convocada por la Asamblea Feminista de Sevilla, que ha reunido a 35.000 personas según la organización.

Antes de leer el manifiesto, una representante en nombre de las feministas rusas ha condenado la acción de Putin sobre Ucrania y las asistentes han coreado un “no a la guerra”. Todos los colectivos presentes han dicho unas palabras y se ha leído el texto: “La exclusión social tiene nombre de mujer y migrante”, han proclamado. El manifiesto de la Asamblea apuesta por “un feminismo inclusivo” con el colectivo de personas transexuales, momento en el que se ha producido una gran ovación frente al palacio de San Telmo. “Creemos en un feminismo para todas y para todos”, han dicho, con una mención a las mujeres afganas “que no las olvidamos”.

Morado en las calles de Córdoba

'Y volver, volver, volver, a las calles otra vez, a gritar por las que no están'. Con esta revisión de la archiconocida canción mexicana, la gran manifestación del 8M, Día Internacional de la Mujer, daba el pistoletazo de salida en la tarde de este martes en Córdoba, congregando de nuevo a miles de personas, tras el paréntesis obligado por la pandemia el año pasado, informa Carmen Reina. Madres e hijas, jóvenes, niñas, ancianas y hombres también de todas las edades a su lado han llenado las calles de la capital en la cita anual del feminismo, que ha redoblado fuerzas y ha vuelto a visibilizar su fuerza y sus reivindicaciones. Desde la Glorieta de la Media Luna junto a Cruz Roja comenzaban a agolparse grupos de personas que llegaban desde los distintos barrios y que han iniciado la marcha que ha llenado el Paseo de la Victoria.

Unas 6.500 personas según la organización -la plataforma Nosotras Decidimos- y alrededor de 4.500 según los cálculos de la Policía Local a pie de manifestación, han coloreado de morado las calles con sus pancartas y sus ropas, y han elevado sus cánticos y reivindicaciones, acompañados por una batucada cuyo ritmo celebraba todo el mundo a su paso, anhelando la unión de tantas personas después de lo peor de la pandemia en estos dos años atrás. “Sin feminismo, no hay revolución”, “Existo porque resisto”, “Nos quisieron quemar y nos volvimos fuego”, “Juntas hacemos historia”, “Ser baboso, también es acoso”, “Tranquila hermana, aquí está tu manada” y un sinfín de cánticos y lemas que se han podido leer en las pancartas han acompañado a la manifestación, convertida en una celebración de la vuelta a las calles del feminismo el 8M.

En Almería, la Coordinadora Movimiento Feminista de Almería ha celebrado una manifestación desde el Anfiteatro de la Rambla y hasta Puerta Purchena, mientras que la marcha prevista por Acción Feminista ha tenido lugar desde el Mirador de la Rambla hasta la Plaza Vieja.

En Cádiz, la marcha desde la Plaza de Asdrúbal hasta la Plaza de la Catedral bajo el lema 'Mujeres en precario violencias a diario' ha reunido “a unas 2.500 personas”, según estimaciones de la Policía Local.

Dos manifestaciones, una convocada por la Comisión por la Igualdad y contra la Violencia de Género, y otra por el colectivo Feministas 8M, han recorrido las calles de Jaén este 8 de marzo. Así, según cifras de Policía Nacional facilitadas por Subdelegación del Gobierno, “unas 1.100 personas” han participado en la convocada por la comisión bajo el lema 'Por mí, por ti, por todas salimos a la calle'. Mientras, en la marcha organizada por el colectivo feminista ha habido alrededor de “700 personas”, que han protestado bajo la consigna de 'No hay democracia ni libertad sin servicios públicos de calidad'. Esta plataforma también ha celebrado concentraciones por la mañana en diferentes puntos.

Por último, en Huelva, la manifestación organizada por el Movimiento Feminista de Huelva entre el antiguo Estadio Colombino y la Plaza de las Monjas ha contado con “con unos 3.500” participantes, según Policía Nacional, mientras que la organización habla de “más de 5.000”. En la misma ha estado la consejera de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación, Rocío Ruiz, quien se ha mostrado convencida de que “la transformación social, económica, política y cultural de Andalucía tendrá nombre de mujer”. Ruiz, que ha leído en la Delegación de la Junta en Huelva la declaración institucional de la Junta de Andalucía con motivo del 8 de Marzo, ha subrayado “la necesidad de superar las brechas de género que aún persisten en nuestra sociedad”, según ha indicado la Junta en una nota de prensa.

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