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“Vamos a una medicina sin médicos”: los facultativos denuncian el “desmantelamiento” de la Atención Primaria andaluza

La protesta se ha desarrollado en Sevilla ante la sede central del SAS.

Antonio Morente

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Primero fueron CSIF, CCOO y UGT protestando por el despido de 8.000 de los 20.000 sanitarios contratados durante la pandemia, y luego las Mareas Blancas denunciando la “quiebra” de la sanidad pública para así reforzar la privada. Ahora le ha tocado a los propios facultativos, que se han concentrado en Sevilla ante la sede central del Servicio Andaluz de Salud (SAS) convocados por el Sindicato Médico Andaluz (SMA) con un doble objetivo: cargar contra el “desmantelamiento” de una Atención Primaria en una situación “insostenible” y contra el nuevo modelo que para este nivel asistencial ha diseñado la administración sanitaria. Un sistema, critican, que deja en manos de enfermería el acceso al médico de los pacientes que no tienen cita previa.

“Vamos a una medicina sin médicos”, resume el presidente del SMA, Rafael Carrasco, una afirmación que asienta en tres patas: que no hay suficientes profesionales (“estamos desbordados”), que muchos se van a jubilar de aquí a poco tiempo y que los enfermeros controlan ahora el acceso al facultativo en no pocos casos. A todo ello se une que en los centros de salud no se ha recuperado de manera plena la presencialidad, que hay problemas hasta para conseguir una cita telefónica y que en los principales núcleos de población la espera para ver al médico se dispara y supera hasta las dos semanas. La Consejería de Salud insiste en que la presencialidad es ya una realidad, una afirmación que choca con las denuncias sindicales y profesionales... y con la experiencia directa de miles de personas.

En Andalucía hay ahora unos 7.200 médicos de familia, pocos para un SMA que reclama un aumento de plantilla de al menos 1.000 facultativos y 300 pediatras. Pero el verdadero problema que asoma por el horizonte es que, según los propios datos de Salud, de aquí a 2026 se van a jubilar 2.800 profesionales, casi el 40% del total. Y en las bolsas de empleo, se insiste, no hay casi nadie a quien contratar, lo que el SMA comparte parcialmente, porque a su juicio hay facultativos sin trabajo que no aceptan estas plazas ante las malas condiciones que se les ofrecen.

Hay que mejorar las condiciones

El objetivo sería hacer atractiva Andalucía para que médicos de aquí no se vayan a otros destinos y, a la vez, que vengan profesionales de otras comunidades autónomas. El problema es que, a día de hoy, no se dan las circunstancias, entre otras cosas porque el Gobierno andaluz contrata por seis meses, mientras en comunidades como Castilla y León lo hacen por hasta tres años. La cuestión al final es de dinero: hace falta más inversión para dotar nuevas plazas y ofrecer mejores condiciones.

Y eso es lo que denuncia el SMA, que no existe un plan para abordar un problema que la Consejería de Salud admite y que define como estructural de toda España. “Esta Administración sólo sabe lamentarse por la falta de médicos, pero no hace nada para remediarlo”, se subraya. La solución temporal sería otra de las grandes reivindicaciones de este sindicato, la continuidad asistencial, es decir, pagar un suplemento a los médicos para que prolonguen la jornada y trabajen de tarde. La cuestión está sobre la mesa desde hace años, pero a día de hoy el SAS no termina de dar el paso.

Más dificultades para ver al médico

Así que, uniendo todos estos factores, los médicos creen que la Junta de Andalucía está apostando más por otras profesiones sanitarias. De hecho, denuncian que su modelo de sanidad pública es “un proyecto en el que cada vez habrá menos médicos y, por tanto, los pacientes tendrán cada vez más dificultades para ser atendidos por un facultativo”. Tal y como se plasmaba en los folletos que se repartieron en la sevillana Avenida de la Constitución, “si usted tiene medicina privada y pide cita para un médico le ve un médico, pero a partir de ahora en el SAS le verá un enfermero si no hay cita para su médico”.

La convocada por el SMA no fue la única protesta sanitaria que tuvo lugar este jueves, ya que CCOO, CSIF y UGT volvieron a organizar concentraciones en las ocho provincias en contra de los 8.000 despidos que la Junta de Andalucía realizará el próximo 1 de noviembre entre el personal de refuerzo que se contrató por la pandemia. El mensaje que se lanzó a la administración es que “recapacite y no persista en el error”, ya que sin estos trabajadores “no se pueden abordar con eficiencia las secuelas de la pandemia ni otras posibles oleadas”.

Con consignas como No sobra nadie en la sanidad pública andaluza o No más maltrato, sí más contratos, las concentraciones se desarrollaron en el Hospital Torrecárdenas (en el Materno Infantil), en el Hospital de Jerez (Cádiz), en el Hospital Provincial de Córdoba, en el Hospital de Neurotraumatología y Rehabilitación en Granada, en Consultas Externas del Hospital Juan Ramón Jiménez de Huelva, en el Hospital San Juan de la Cruz de Úbeda (Jaén), en las escaleras del Pabellón A del Hospital Regional de Málaga y en la puerta principal del Hospital Militar en Sevilla.

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