La red de tu móvil ya sirve para hacer volar un dron
¿Es un pájaro? ¿Es un avión? ¡No, es un superdron! Al menos, en lo que a tecnología punta se refiere. Al aterrizar entre los olivares de una hacienda de la campiña sevillana, vemos que es un sencillo avión de poliuterano con una envergadura de 1,3 metros. Las apariencias engañan: bajo su sencilla carcasa, se esconde la tecnología del futuro: un dron controlado a través de la red telefónica.
Con una simple tarjeta SIM como la de tu móvil, este vehículo aéreo no tripulado (VANT) ha logrado hacer historia y sobrevolar más de 30 kilómetros “controlados a distancia en tiempo real a través de la red Vodafone”, la empresa de telecomunicaciones que ha financiado esta aventura de altos vuelos. Junto con la teleco, Catec (Centro Avanzado de Tecnologías Aeroespaciales) y la aeronáutica andaluza Skylife Engineering han conseguido batir a la mismísima NASA en esta nueva 'carrera espacial', en la que los ingenieros de la agencia espacial norteamericana y sus socios de Verizon aún andan “desarrollando la tecnología”, según The Guardian.
La importancia de este hito es doble: tenerlos geolocalizados en tiempo real con una enorme exactitud y la posibilidad de que los responsables del espacio aéreo tengan la capacidad de tomar el control de estos aviones no tripulados si entran en zonas restringidas, como aeropuertos, residencias oficiales o bases militares.
Yago Tenorio, directivo de Vodafone, ha explicado que ahora el balón se encuentra en el tejado de las autoridades europeas y españolas: una vez que se regule esta nueva tecnología de control remoto de drones, “podemos desarrollarla muy rápido, porque está basada en software”. Durante la presentación, en la que han estado presentes tanto el presidente de Vodafone, Francisco Román, como la presidente de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, se ha podido seguir en directo el vuelo del avión no tripulado. En la pantalla, aparecían dos tipos de imágenes: el vídeo en directo que iba filmando el dron y un gráfico con su trayectoria.
Por un lado, se veía el itinerario en uve, salvando una base militar situada entre Isla Mayor y la hacienda utrerana, y, por otro, la 'estela' de geolocalizaciones que iba dejando el avión a su paso. La estela azul era más inexacta y se trataba de la información GPS enviada por el propio dron, mientras que la estela roja daba cuenta de la nueva tecnología marcada por la tarjeta SIM y la red 4G de Vodafone.
Seguridad, vigilancia contra incendios, repartos comerciales a domicilio... las posibilidades que tendrán los drones en un futuro no tan lejano son infinitas. “Esta tecnología puede cambiar nuestras vidas tanto en inmediatez, como en la reducción del tráfico rodado en las ciudades, ya que el transporte se haría a través del aire”, ha abundado el directivo de la empresa de telecomunicaciones.
Según el proyecto europeo Sesar, en 2035 habrá más de 400.000 drones volando en el espacio aéreo de Europa. Buena parte de ellos, lo hará en vuelos de poca altura y en zonas muy pobladas, de manera que el equilibrio entre el desarrollo de esta nueva tecnología y la seguridad es uno de los principales retos. Para 2050, se espera que los drones volando a 150 metros de altura lo hagan a en ese momento durante 250 millones de horas, frente a tan solo 33 millones de horas de vuelo de los aviones tripulados. En el aire se está gestando una revolución.
En esa revolución tecnológica, una empresa andaluza como Skylife ha puesto su granito arena diseñando la cara del proyecto: el interfaz que interpreta los datos de Vodafone, permite programar el vuelo del dron con mayor facilidad y tiene activadas unas alarmas en caso de que se salga de su trayecto.
Las pruebas de vuelo se han realizado en el Centro de Vuelos Experimentales ATLAS, ubicado en Villacarrillo (Jaén), en colaboración con la Diputación de Jaén. La tecnología RPS (Radio Positioning System) ha sido desarrollada por el equipo de I+D+I de Vodafone con Huawei. Esta tecnología permite “una estimación muy precisa de la posición de la SIM sin colaboración del dron, proporcionando una fuente alternativa a la tradicional basada en las coordenadas GPS reportadas por la aeronave, lo que añade robustez y protección frente a posibles intentos de falsificación o inutilización de la señal de GPS”. Es una patente, cuyo uso se ha liberado para “acelerar el desarrollo de este sector por parte de otros actores de la industria”.
