La oposición cierra el paso al Presupuesto andaluz y el PP teme que la prórroga esté “bajo sospecha” tras el audio de Marín
Los Presupuestos andaluces más expansivos de la historia autonómica, que alcanzan la cifra récord de 43.800 millones de euros, avanzan inexorables hacia un muro de hormigón, el que han levantado todos los grupos de la oposición al Gobierno de Juan Manuel Moreno. El PSOE ha registrado este jueves su enmienda a la totalidad, la tercera después de la que presentaron Unidas Podemos y Vox. Se votarán conjuntamente en el próximo Pleno en el Parlamento, el 24 de noviembre, y salvo sorpresa de última hora -la Junta sólo confía en Vox para un giro inesperado de los acontecimientos- tumbarán las cuentas “de la recuperación”, dopadas con casi 6.000 millones de fondos europeos.
A partir de ahí, la Consejería de Hacienda tendrá que firmar a final de año la prórroga de los Presupuestos en vigor, si el presidente Moreno persiste en su idea de culminar la legislatura. Eso no significa que los fondos europeos quedan bloqueados, porque en el mismo documento se añade una addenda que incluye las partidas extraordinarias, pero el departamento de Juan Bravo es consciente de que gestionar una prórroga es más complicado que trabajar con un Presupuesto nuevo. “Todos los Presupuestos prorrogados han supuesto un incremento de partidas sin ejecutar”, admiten fuentes del PP andaluz. Una prórroga obliga a la Consejería de Hacienda a rehacer las cuentas de 2021 “mes a mes”, y forzosamente requiere una ingeniería financiera que va a ralentizar la estrategia de recuperación de la Junta.
El problema es que el escenario de prórroga presupuestaria no sólo es complejo desde el punto de vista económico. El polémico audio del vicepresidente Juan Marín ha colocado la política andaluza sobre una placa tectónica que ha desfigurado la imagen de estabilidad del Gobierno de Moreno por primera vez en la legislatura. “Podemos presentar un Presupuesto para que nadie lo apruebe. Es estúpido aprobar un Presupuesto en año electoral”. La grabación de Marín, filtrada por sus propios diputados de Ciudadanos, ha conciliado a toda la oposición en contra del Presupuesto, pero también ha sembrado la semilla de la desconfianza entre los socios del Ejecutivo.
La dimisión de Marín la exige Vox y Unidas Podemos, pero también hay voces críticas dentro del PP andaluz -los diputados más afines a la dirección nacional- que mascullan en privado que el vicepresidente debe ser apartado de inmediato. “Marín ya es pasado. Ninguna encuesta nos da que sumemos con ellos, no tiene sentido protegerle después de dinamitar el mensaje del presidente y acusar a la dirección nacional del PP”, dice un parlamentario popular. Esa hipótesis, que nadie defiende en público, haría inviable el poder terminar la legislatura cuando toca, en noviembre de 2022, como se había propuesto Moreno.
El audio del vicepresidente ha desdoblado el análisis interno en las filas del PP andaluz: los que creen que deben dejar pasar el terremoto cuanto antes y proteger a Marín como extensión de la estabilidad que necesita recuperar el Gobierno (léase, apuremos lo que podamos el mandato). “Es una tormenta en un vaso”, ha dicho este jueves el portavoz de la Junta, Elías Bendodo; y los que acusan una mayor indignación y piden aprovechar la coyuntura para romper con Cs, “un partido roto cuyas cuitas internas nos está haciendo daño”. En esta división se perciben las dos sensibilidades paralelas del PP, las que rodean a Moreno y las más próximas a Pablo Casado, que espera ansioso la convocatoria electoral en Andalucía como plataforma a sus aspiraciones nacionales.
Con las tres enmiendas a la totalidad sobre la mesa, la fractura entre el Gobierno y la oposición es total y la legislatura se vuelve inestable, justo la semana del congreso del PP andaluz en el que toda la cúpula del partido iba a rendir pleitesía a Moreno en su reelección como presidente del partido. El dirigente andaluz acude al cónclave con los galones ganados dentro de su partido y, hasta hace tres días, con su mayor aval político: la estabilidad de su Gobierno. “La coalición PP-Cs-Vox ha funcionado aquí mejor que en cualquier parte de España”, decía hasta la semana pasada.
Ahora, si las enmiendas prosperan y el Parlamento devuelve el proyecto de ley de Presupuestos al Gobierno, Moreno debe decidir si prorroga o si disuelve la Cámara y convoca elecciones anticipadas. El problema del audio de Marín es que ha “envenenado la prórroga presupuestaria”, dicen en el PP andaluz, y que esa hoja de ruta paralela a la aprobación de unos Presupuestos estará “manchada” y “bajo sospecha” por las declaraciones de un vicepresidente que le dice a los diputados de su partido “que es mejor prorrogar para no hacer recortes, algo irresponsable para su cargo, pero que además es irreal en términos presupuestarios”. La parte más crítica con Marín en el PP andaluz sostiene que Ciudadanos “es un polvorín” y que alargar el mandato puede dañarles. “La oposición tiene ahora una herramienta para desacreditar la agenda del Gobierno y esa situación se hará cada vez más insostenible”, aseguran fuentes del PP andaluz.
Quedan tres plenos en el Parlamento antes de las navidades y la agenda legislativa es más intensa que nunca. Todas las leyes e iniciativas importantes que se tramitan en este momento lo hacen por la vía de urgencia, lo que trasluce la celeridad con la que el Gobierno quiere aprobar las medidas más significativas del mandato de Moreno. El próximo 24 de noviembre será el debate de totalidad del proyecto de Ley de Presupuestos de la Comunidad Autónoma para 2022, en una sesión que incluye también el debate de convalidación o derogación de dos decretos leyes y el debate final del Proyecto de Ley de Impulso para la Sostenibilidad del Territorio de Andalucía, la llamada Ley del Suelo, según ha aprobado este jueves la Junta de Portavoces.
PSOE y Vox, que defenderán el miércoles sus enmiendas a la totalidad contra las cuentas públicas, apoyarán al día siguiente la Ley del Suelo del Gobierno. Sólo Unidas Podemos mantiene un rechazo frontal a ambas leyes. La coalición de izquierdas ha tendido puentes con los socialistas desde que Teresa Rodríguez fuera expulsada de su grupo, pero admiten que el apoyo del equipo de Juan Espadas a la Ley del Suelo “revitaliza un modelo de crecimiento urbanístico” con el que están radicalmente en contra. En cartera quedan otras leyes de peso por aprobar, como la ley que regula la nueva agencia TRADE -Agencia Pública Empresarial para la Transformación y el Desarrollo Económico de Andalucía-, la ley de Función Pública o la de Economía Circular. Existe negociación entre el Gobierno y los grupos de la oposición en todas ellas, con posibilidad de sacarlas adelante, pero también hay un consenso en que la legislatura ya está “muerta”. Que el audio volcánico del vicepresidente y sus explicaciones posteriores -acusando al PP de Pablo Casado y luego rectificando- ha cambiado el paso de un Gobierno que, por primera vez en tres años, va dos pasos por detrás de sus adversarios políticos.
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