La aventura de trepar entre los árboles

En el juego real e imaginativo de los niños, los árboles son un lugar de encuentro con la diversión, llegando a ser un símbolo de la infancia para quienes dieron el pistoletazo de salida vital en la generación de los 80. Aquellas niñas que, ya adultas, siguen anhelando construir una colorida casa en el árbol como la de Punky Brewster, o alcanzar la copa de El árbol lejano para descubrir la magia y reencarnar a los personajes que habitaban en aquel relato de Enyd Blyton. Para niños y personas adultas ávidas de trazar su propia experiencia de aventuras en los árboles, existe un lugar. Se trata de El Bosque Suspendido, un parque temático ubicado en el Centro de Naturaleza de La Juliana, en Bollullos de la Mitación (Sevilla).

El Bosque Suspendido abrió sus puertas en 2004 como el primer parque de aventuras que se creaba en Andalucía. Está ubicado en el Centro de Naturaleza de la Juliana, pinar centenario de gran valor ecológico por ser zona de paso de aves a Doñana, invitando a disfrutar de la armonía de un entorno natural mientras realizas las actividades. Pasaporte Andalucía se decantó por el circuito para trepar entre los árboles. También ofrecen otras actividades como el paintball, el tiro con arco, salto al vacío, juegos con agua y propuestas personalizadas para escolares, familias y grupos.

Aventura en acción: trepar sorteando obstáculos físicos, y mentales

Aventura en acción: trepar sorteando obstáculos físicos, y mentalesLa propuesta de El Bosque Suspendido es abrir a un concepto nuevo de actividades de turismo activo en el medio natural. Dividido por circuitos diferenciados por colores, el aventurero niño o adulto sube al árbol y comienza el recorrido, que dura entre 20 y 45 minutos, según el dinamismo que cada uno le ponga en su desplazamiento de árbol a árbol. Para ello, tendrá que ir superando las pruebas y juegos que se encontrará por el camino: puentes colgantes de madera, túneles, desniveles o tirolinas de descenso.

Los circuitos se dividen por colores, acorde a las edades y altura de los participantes. Cuentan incluso con un circuito Baby para que los bebés, acompañados de sus padres, puedan darse un feliz paseo por una tirolina. El circuito de mayor nivel, el más solicitado por los adultos, es el negro: 280 metros de tirolina. En una mañana no da tiempo a hacer todos los circuitos, por lo que pregunta al monitor para elegir tu nivel, ¡y a disfrutar! Te aconsejamos ir con ropa cómoda y botines.

Previo a subir al circuito, un monitor explica a los participantes, en un tono de diversión asegurada, los pasos a seguir para trepar de árbol a árbol y el funcionamiento del sistema de seguridad. Porque para quienes se pregunten: “¿Es seguro?” o “¿Qué pasa si me caigo?”, hay una explicación que da mucha calma. El circuito está trazado con un sistema de sujeción de línea de vida continua: La persona está permanentemente sujeta y si se cae, no pasa absolutamente nada. Eso sí, quien entra, no puede salir. Es decir, al principio del recorrido pones la llave de seguridad y para bajar es necesario completarlo hasta el final.

En el caso de que se produzca cualquier incidencia, que el usuario sienta miedo, esté cansado, se aburra u otras situaciones, no hay problema. Cuentan con equipos de rescate, preparados para bajarle con el mismo estilo de un bombero al que acaban de llamar por una emergencia.

Si la información de la seguridad del circuito es importante para todos, para quienes tienen vértigo es un dato imprescindible a la hora de sortear sus propios obstáculos físico-mentales. Los compañeros de Pasaporte Andalucía, decididos a superar su vértigo porque las ganas de aventuras les superaban, al principio iban dando pequeños gritos de pánico: “¡Spiderman, rescátanos!”. Minutos después, tras superar las primeras pruebas, la desagradable sensación pasó y estaban trepando a lo Wonder Woman, concentrados y con la risa que da la diversión.

Área recreativa para pasar el día en un entorno natural

Área recreativa para pasar el día en un entorno naturalLas instalaciones del parque abarcan cinco hectáreas, valladas y acondicionadas con aparcamiento para coches y autobuses, un restaurante y zonas para pícnic y barbacoas, por si te apetece llevar tu propia comida y pasar el día allí. A esta zona el acceso es libre, sólo tendrás que pagar por la realización de las actividades que ofrecen.