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Podemos amaga con dejar el pacto de financiación si Díaz no blinda el 5% del PIB en educación

Teresa Rodríguez, líder de Podemos Andalucía

Daniel Cela

El pacto para la reforma de la financiación autonómica suscrito por todas las fuerzas del Parlamento andaluz (excepto Ciudadanos) se ha convertido en un arma de doble filo para la presidenta Susana Díaz. Por un lado, es el mejor aval que tiene para negociar este miércoles en Moncloa con el presidente Mariano Rajoy, a quien le exigirá el desbloqueo de la reforma del modelo de financiación autonómica y una ampliación para Andalucía de 4.000 millones de euros. Por otro lado, Díaz se ha convertido en rehén de ese mismo acuerdo, que comparte autoría con Podemos, IU y, en menor medida, el PP.

48 horas antes de su reunión con Rajoy, la formación morada ha amagado con abandonar el pacto de financiación si el PSOE no acepta a cambio su proposición de ley para blindar un suelo de gasto del 5% del PIB para educación. Se trata de una especie de ultimátum que el equipo de Teresa Rodríguez llevaba varios días barruntando. Podemos e IU habían registrado en el Parlamento su iniciativa en materia educativa, una medida cargada de significado político porque es muy similar a la que reclama el PSOE en Madrid en el marco del pacto de Estado por la Educación. Los socialistas a las órdenes de Pedro Sánchez dieron un portazo a este grupo de trabajo porque el Gobierno de Rajoy se negaba a elevar el gasto educativo del 3,8% del PIB al 5%, y ahora Podemos plantea algo similar en Andalucía.

En el órdago cuenta mucho la presión del calendario: la reunión de Susana Díaz con Rajoy es este miércoles por la mañana, y a la misma hora la Junta de Portavoces tiene que decidir en el Parlamento si incluye la proposición de ley de Podemos e IU en el Pleno de la semana que viene. El PSOE está abierto a negociar con los otros grupos de izquierdas, pero no sobre la base de esta iniciativa. A los socialistas les ha parecido “desleal” la presentación “unilateral” de esta medida, después de haber estado seis meses negociando juntos el acuerdo de financiación autonómica, que ya exige al Gobierno central el blindaje del 7% del PIB para gasto sanitario, el 5% para educación y el 3% para políticas sociales.

La Consejería de Hacienda ha hecho cálculos para que el PSOE pueda presentar a Podemos e IU una propuesta alternativa con una modificación presupuestaria para llegar al 5% del PIB en educación. El problema es que los socialistas computan como gasto educativo gran parte del presupuesto que absorben las universidades, mientras que Podemos e IU reclaman que el incremento se produzca sólo en los niveles no universitarios (de Infantil a Bachillerato y FP). La diferencia de gasto es notable: incluyendo a las universidades, el PIB regional para educación ronda el 4,5%; y sin las universidades, el porcentaje desciende al 3,9%. A priori, la propuesta de la Junta requiere un esfuerzo inversor menor -entre 60 y 80 millones de euros más al presupuesto educativo- y Podemos e IU son reacios a aceptar estas cuentas.

El gasto para universidades distorsiona mucho el objetivo de su proposición de ley, porque la mayor parte va destinada a investigación, no a docencia, de modo que los dos grupos de izquierdas no creen que deban sumarse ambos conceptos. Existiría la posibilidad de desgajar la parte de investigación universitaria de la estrictamente educativa, para que sólo compute en el gasto lo segundo, pero es complejo, porque el grueso del presupuesto es capítulo uno -gasto de personal docente- y en las nóminas es difícil segregar qué es investigación y qué docencia. Además hay una dificultad técnica añadida: la proposición de ley de Podemos e IU plantea una reforma de la Ley de Educación de Andalucía (LEA), que sólo regula las enseñanzas no universitarias, de modo que para calcular el 5% del PIB sumando la proporción del gasto educativo de las universidades, no serviría esta fórmula. Podemos e IU tendrían que retirar su propuesta el miércoles en la Junta de Portavoces y negociar con el PSOE una nueva iniciativa que tuviera más margen para recalcular el suelo de gasto educativo, incluyendo también a las universidades.

De todas maneras, cualquier posibilidad de negociación entre los tres grupos de izquierdas va a estar condicionada por el órdago que ha puesto sobre la mesa Podemos. Su secretario de Comunicación, Pablo Pérez Ganfornina, ha sido muy categórico este lunes al avisaral PSOE-A de que si no está dispuesto a blindar un suelo de inversión del 5% del PIB para educación, todo lo firmado en el acuerdo de financiación autonómica será “papel mojado” y se “replantearán” los acuerdos. “Llegamos a un acuerdo para una propuesta donde nos alegramos de que Susana Díaz y su equipo asumiera el perjuicio de las políticas de austeridad, y no puede ser que por una parte se diga vamos a un sistema de financiación justo y que no quieran ni hablar del 5% para educación”, dice Pérez. Y añade: “O hay coherencia en la defensa de los servicios públicos o Podemos tendrá que replantearse hasta dónde se cree Susana Díaz lo que ha firmado”, informa Europa Press.

La proposición de ley de Podemos e IU se anunció hace meses, pero fue registrada hace dos semanas en el Parlamento. Este miércoles volverá a ser debatida en la Junta de Portavoces para su posterior incorporación al debate del Pleno de la semana que viene. Los socialistas se inclinan por negociar una solución intermedia con Podemos e IU, pero piden a cambio que se retire la proposición de ley, tal y como está redactada, para presentar una iniciativa conjunta, con más margen de maniobra para retocar el presupuesto y destinar más fondos a educación. La dirección de Podemos, en manos de Teresa Rodríguez, es muy reacia a tocar una coma de la propuesta que ya han pactado con IU, y la coalición de izquierdas, que dirige Antonio Maíllo, es más partidaria de llegar a un consenso, pero no quiere que el PSOE se sirva de este debate para abrir una grieta con sus socios para la futura confluencia electoral.

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