Un avión a la hora de comer

Pensando intensamente en el informe Letta (sin leerlo, de ahí la intesidad) y paseando el martes junto al convento de San Lázaro, que está preservado por una envoltura muy chula, a eso de las 14:09 pasó un avión por la otra orilla, justo por detrás del skyline de la Seo, entre el cimborrio y la torre, un avión largo, como de pasajeros, no un F18 ni el helicóptero de la Policía, que ya empezó a rolar la noche del domingo (vendrá o vino el rey a rejurar la bandera el día 4), todo ya en mayo florido ciercero, frío y calor a la vez, pantalones cortos, abrigos, chalecos de visón, harapos... no sabes qué ponerte... a eso de las 14:09 del martes, aun 30 de abril, pasa un avión tan bajo que quizá se había despistado, o estaba dando una vuelta turística, o a saber. Los conspiracionistas del chemtrail sabrán lo que hacen.

También es verdad que la reina (madre o abuela, según) estuvo en Huesca con el Banco de Alimentos, y que en Huesca se paró el AVE (¡a Madrid!) nada más despegar, o salir, de la estación culo de saco. El Canfranero a Francia tendrá que esperar otra vez, según el último boletín de la Unión hasta 2050. Igual que la TCF. Por lo menos. La TCF solo la conocemos en Aragón, es un proyecto europeo transfronterizo íntimo, en la intimidad.

Y también que esta o esa ha sido la semana de la presentación de Sánchez en el templo después de su cuaresma y desaparición voluntaria. Pero el martes ya estaba todo olvidado, la OTAN ni se ha inmutado por el paripé. Así que el avión largo como de pasajeros que parece que va a impactar contra el WTC de la conCatedral de la Seo, del que no se ha publicado nada, no debió existir. Habrá que esperar a la próxima remesa de Pegasus para saber qué hacía ese avión tan grande por el centro de Zaragoza el martes.

El miércoles, día de San José obrero y, por extensión, día del Trabajo (sic) salí a ver si volvía el avión, que quizá venía de México o de Doha o de Fez... Quizá se lo había trasegado la nube gorda, o la misma Seo. Gran gentío paseando por la orilla del Ebro-guarda-siluros, que ha vuelto al verdor y ha hecho aflorar una mejana con sus pollicos. Al ser fiesta en miércoles había goterones de sangre por los callizos pero el avión largo no volvió. Menos mal que el chiringuito playero ribereño Le Pastis está abierto y se ve la torre de la Magdalena bien tiesa sobre el río. Si nos han de bombardear que sea aquí.