El hombre de Cromagnon: ¡¡¡torero!!!

Con motivo de la Feria de San Jorge, la Diputación Provincial de Zaragoza va a ceder la sala de exposiciones del Palacio de Sástago para la instalación del Museo Itinerante de las Tauromaquias Universales, con el apoyo, faltaría más, de Simón Casas Productions, empresa que regenta la plaza de toros de la Misericordia.

El proyecto creado por el periodista francés André Vilard consiste en una serie de paneles informativos en los que trata de unir cronológicamente las primeras pinturas rupestres en las que aparecen toros con la tauromaquia actual.  

Así, desde las escenas de caza representadas en cuevas, hasta las antiguas expresiones religiosas en las que el toro era considerado un animal sagrado, sirven de coartada para otorgar a la tauromaquia una longevidad de nada menos que 23.000 años. Y dado que es tan antigua casi como el propio ser humano extrae sorprendentes conclusiones como: “El hombre ha estado en derecho de matar al toro históricamente”, o esta otra:“La cultura taurina es la más antigua y perdurable de cuantas existen en el planeta”, y para rematar o apuntillar: “Acabar con los toros sería abrir la puerta a la prohibición de todas las libertades de la vida”, supongo que no se referirá a la del animal. 

Entre los objetivos que persigue el proyecto destacó tres a modo de botón de muestra:   

-Devolver al torero su estatus de héroe mitológico y al toro el de animal sagrado.   

-Fomentar el activismo cultural para contrarrestar la propaganda animalista que ha arraigado en los últimos tiempos.   

-Promover talleres y charlas en universidades y centros escolares para captar jóvenes.

En resumen, nuevamente se van a destinar fondos públicos a través de la DPZ para contrarrestar la creciente sensibilidad animalista mediante una burda manipulación de la historia de la humanidad desde sus albores hasta la actualidad, con el objetivo de captar jóvenes convenciéndoles de que torturar y matar a un animal en una plaza pública le convierte a uno en un héroe mitológico; y con ello prolongar la agonía de “la fiesta”.

Para esto sí hay dinero.