Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

El Monasterio de Piedra, el primer lugar de Europa donde se tomó una taza de chocolate

Monjes haciendo chocolate en el Monasterio de Piedra

Ana Aguirre Jiménez

2

Entre cascadas, saltos de agua y grutas aragonesas. Así cocinó y probó Europa por primera vez el chocolate en 1534, de la mano de los monjes que habitaban el Monasterio de Piedra. El monje del Císter Fray Jerónimo Aguilar, quien acompañó a Hernán Cortés en su viaje a México, envió el primer cacao a España al abad Don Antonio de Álvaro. 

De esta manera, el saco de semillas de cacao viajó acompañado de la receta del chocolate hasta el monasterio ubicado en la localidad zaragozana de Nuévalos. Allí, en los fogones de la cocina conventual del Monasterio, D. Antonio de Álvaro, junto al resto de monjes del claustro, fueron los encargados de cocinarlo por primera vez en el continente europeo y se convirtieron en los primeros en probar una taza de chocolate, tal y como explican desde el Ayuntamiento de Calatayud.

Para los cistercienses, este producto no debía ser considerado como alimento al no estar citado en el Antiguo Testamento, por lo que su consumo no rompería los ayunos que debían hacer los monjes. De este modo, el cacao pasó a ser un alimento habitual tanto en la dieta de los monjes, como en la de sus huéspedes, según explican desde el propio Monasterio.

El origen del “alimento de los dioses”

Sin embargo, lo que para el Viejo Continente fue un gran descubrimiento, resultaba más que conocido entre los habitantes de México. Según la leyenda, el dios Quetzalcóatl regaló a los hombres, antes de ser expulsados del Paraíso, el árbol del cacao, cuyo fruto les daría fuerza y una gran energía. 

Años más tarde, tras el estudio de este árbol, fue bautizado con el nombre del científico Theobroma Cacao, cuya traducción del griego es “alimento de los dioses”. Pero el cacao no era únicamente un manjar de gran importancia en lo culinario, sino también en lo económico, siendo utilizado a su vez como moneda de cambio.

El Monasterio de Piedra

El cacao continúa ocupando un papel relevante en el interior del Monasterio de Piedra. Su historia se mantiene en el lugar donde comenzó: en la cocina conventual, en la que a día de hoy se puede visitar la exposición ‘Historia del Chocolate en Piedra’.  La riqueza histórica y natural hacen del Monasterio de Piedra uno de los parajes más bellos de Europa. Su construcción de estilo Gótico Cisterciense agrupa distintas estancias de visita obligada. 

Bajo los muros del monasterio aguardan más de ocho siglos de historia repartidos en dependencias como la Sala Capitular, el Altar Barroco, la Iglesia o la Sala de Carruajes, la cual alberga una pequeña exposición en la que contemplar estos transportes utilizados a finales del siglo XIX y principios del siglo XX para llegar a Piedra.  

Entre otros de los curiosos espacios a contemplar, más allá de la exposición dedicada a la historia del chocolate, se encuentra el Museo del Vino D.O. Calatayud. En la historia del Monasterio de Piedra no solo existió el chocolate, también formó parte de ella el vino. Y es que, los monjes de la abadía promovieron la plantación de la vid en la zona, cuya importancia se comprueba en sus bodegas.  A día de hoy, el Museo del Vino D.O. Calatayud forma parte de la Ruta del Vino de Calatayud, otro de los fuertes atractivos turísticos del entorno.

Monumento Histórico-Artístico Nacional

La historia y el arte arquitectónico del Monasterio de Piedra están acompañados de la belleza natural de su parque, al cual da nombre el río Piedra. El Parque Jardín Histórico fue declarado como “Paraje Pintoresco Nacional” en el año 1945, por el ministro de Educación Ibáñez Martín. En 2010 el Gobierno de Aragón modificó esta catalogación y el monumento pasó a ser un Conjunto de Interés Cultural en la categoría de Jardín Histórico. A día de hoy, este paisaje forma parte de la Red de Espacios Protegidos de Aragón.

La grandeza del Monasterio de Piedra hace que cada año sea visitado por cerca de 280.000 personas. Además, en el grado de ocupación hotelera, este se sitúa por encima de la media de la provincia zaragozana. Es por ello, por su relevante aportación al desarrollo turístico de la Comunidad Autónoma de Aragón, que el Monasterio de Piedra añadió a sus galardones hace diez años, en 2011, la Medalla al Mérito Turístico por el Gobierno de Aragón.

Etiquetas
stats