Solo dos empresas de patinetes operarán en Zaragoza y el Ayuntamiento las elegirá con criterios laborales, sociales y ambientales
El Ayuntamiento de Zaragoza va a regular la presencia de empresas de patinetes eléctricos en la ciudad. Solo podrán operar dos y serán elegidas con base en criterios laborales, sociales y medioambientales. El Consistorio otorgará dos licencias (por un plazo de dos años) mediante un concurso cuya licitación estará lista la próxima semana y que esperan resolver a principios del próximo año. A la vez, también se trabaja en una ordenanza que regule su circulación y que será una realidad en los primeros meses de 2019, aunque después de la resolución del concurso.
En la actualidad son cuatro las empresas que tienen desplegados sus patinetes (alrededor de 1.000) por las calles de Zaragoza: Line, Koko, Tier y Voi, pero fuentes municipales aseguran que otras seis han solicitado implantarse. Una vez resuelto el concurso cada empresa podrá disponer de 850 patinetes (1.700 en total). La cifra es susceptible de doblarse (nunca más), apuntan las mismas fuentes, dependiendo de su uso. El Consistorio decidirá la ubicación de 500 de los 850 patinetes, mientras que la de los otros 350 quedará a elección de la empresa.
El concurso
El concurso se estatuye con un sistema de puntos (cada una de las empresas obtendrá 100 como máximo). Estos se repartirán siguiendo una serie de criterios. Uno de ellos serán los barrios en los que propongan colocar los patinetes. Se ha divido la ciudad, explican en el Ayuntamiento, en tres zonas: la “A”, que serían los barrios teóricamente más rentables para las operadoras (Centro, Universidad, Casco Histórico…); la “B” estaría compuesta por distritos como Actur, Delicias, San José o Las Fuentes, y la “C” en la que están aquellas zonas de la ciudad, a priori, menos rentables, como Miralbueno, Casablanca o los barrios del sur. Obtendrán mayor puntuación las que ofrezcan poner más patinetes en la zona denominada como “C”.
Otro de los criterios es que la recogida de los patinetes se realice con un vehículo con la etiqueta ‘0 emisiones’. También, que la empresa se comprometa a que las personas que integran la plantilla tengan contratos indefinidos, y que realice campañas de sensibilización acerca del uso responsables de estos ‘vehículos’.
Los dos últimos ítems tienen que ver con el aparcamiento. El Ayuntamiento exigirá a las empresas que dispongan de un sistema propio de vigilancia del correcto aparcamiento. Es decir, explican, que tengan trabajadores y trabajadoras en su plantilla que vigilen dónde están los patinetes y que, incluso, se idee un sistema de sanciones, por ejemplo, quitar dinero del monedero electrónico que el cliente tenga abierto en la empresa.
Por último, se pedirá que las proponentes integren en los patinetes el sistema “geofencing” o “geovallado”, que consiste en que lleven unos chips que impidan que sean bloqueados si no se aparca en los lugares delimitados para ello. Esto se aplicaría, apuntan desde el Consistorio, en lugares específicos como la plaza del Pilar o la plaza de España, donde se dispondrían espacios de aparcamiento.
“La movilidad compartida no puede ser un envoltorio en el que luego las empresas hagan lo que les dé la gana”
En el Ayuntamiento de la capital aragonesa aseguran que ven con buenos ojos la llegada de estos patinetes, porque, a la postre, “contribuirá a reducir el número de coches, que es el objetivo final”. Pero dejan claro que “la movilidad compartida no puede ser un envoltorio en el que luego las empresas hagan lo que les dé la gana”, por ello, han decidido establecer criterios que aseguren unas mínimas condiciones: “No vamos a permitir sistemas de trabajadores como los de Glovo o Uber”.
Uno de los propósitos, recalcan, es que las empresas generen empleo, que su presencia repercuta positivamente en la ciudad. Las operadoras no deberán abonar ningún canon: “Priorizamos que se gasten el dinero en dar un buen servicio”, señalan.
