La brecha digital aleja a más de 18.000 escolares aragoneses de la enseñanza online
Casi 13.400 alumnos de primaria y secundaria que estudian en centros públicos y concertados aragoneses carecen de dispositivos para conectarse a internet y otros 8.470 no disponen de fibra óptica ni wifi para acceder a la red, según admite el consejero de Enseñanza, Felipe Faci, en su respuesta a una pregunta parlamentaria del diputado autonómico de IU, Álvaro Sanz, en la que sitúa en el lado oscuro de la brecha a más de 18.000 niños y muchachos.
El cruce de los datos recogidos en los centros y en los servicios provinciales de Educación señaló que el 7,13% del alumnado de las escuelas e institutos públicos y subvencionados de la comunidad carece de dispositivos (6,73% en Huesca y 7,86% en Teruel) y otro 4,62% no dispone de conexión (4,43% en Zaragoza y 5,68% en Teruel).
“Aproximadamente un 10% del alumnado estaba parcialmente atendido”, indica el consejero con un eufemismo propio de la jerga educativa que, en realidad, sitúa por encima de los 18.300 el volumen de alumnos situados en el lado desfavorecido de la brecha.
Los datos son peores en Teruel, la provincia aragonesa en la que más y mayores deficiencias presenta la red de telefonía y de datos, según vienen denunciando instituciones y colectivos.
Los riesgos de la “escuela en casa”
Esos escolares, que en muchos casos sufren las dos carencias de manera simultánea, se encuentran al otro lado de la brecha digital, lo que les impide acceder a la enseñanza online, una de las herramientas a las que los sistemas educativos recurrieron el pasado curso para hacer frente a las restricciones de las clases presenciales derivadas de la pandemia y que se encuentra sobre la mesa para el próximo.
Es lo que se ha dado en denominar “la escuela en casa”, en la que el Gobierno de Aragón identifica tres aspectos críticos: cómo atender al alumnado con necesidades especiales de apoyo y afrontar dos brechas, la propiamente digital, que dificulta el acceso a los contenidos y las clases a los sectores de la infancia y adolescencia que viven en familias vulnerables, y la de aprendizaje en el hogar, motivada en este caso por la desigualdad cultural de los apoyos y los recursos familiares.
El análisis coincide con el del diputado, que destaca cómo “uno de los aspectos más negativos que nos ha dejado ver crudamente la pandemia” ha sido el del “alumnado que no dispone en su casa de dispositivos digitales y/o ni conexión a wifi para poder realizar el seguimiento del trabajo escolar” durante el cierre de las escuelas e institutos, algo que “normalmente” se da en “familias con escasez de recursos económicos y, también algunas veces, en familias con nula preparación o capacidad para poder ayudar a sus hij@s a desarrollar la enseñanza on line”.
“La consecuencia de ello es que el alumnado con mayores dificultades escolares y más necesitado de apoyo es precisamente el alumnado que se va quedando más descolgado”, añade, por lo que considera “muy importante, prioritario, localizar al alumnado en brecha digital y resolver el problema con carácter inmediato”.
Cuando el profesorado agranda la brecha
El cuarto factor de riesgo se encuentra en el profesorado, lo que ha llevado a la consejería a marcarse como objetivo “disminuir la brecha digital entre el profesorado, ya que en los casos en los que coincidan un profesorado con menos competencia digital y un alumnado vulnerable, la brecha digital y la educativa pueden multiplicarse”.
El parlamentario se había interesado por conocer “cuántos alumnos y alumnas se encontraban en brecha digital en Aragón al inicio de la pandemia, de ellos cuántos casos han sido resueltos y cuándo se van a resolver los casos pendientes”, a lo que el consejero responde que ya para el último trimestre del curso pasado la DGA gestionó la distribución de más de 3.000 dispositivos y conexiones para paliar esa situación.
Para el próximo curso, la consejería prevé firmar un convenio con el programa estatal Red.es con el objetivo de “profundizar en la integración de las Tecnologías del Aprendizaje y el Conocimiento (TAC) en el ámbito educativo y hacer un uso intensivo de las mismas tanto en el ámbito del aula como en entornos educativos no presenciales”.
Así, el programa estatal Educa en Digital, presupuestado en 6,5 millones de euros, “dotará a Aragón de más de 10.000 equipos y su conectividad”, señala. Esos equipos y esas conexiones “se distribuirán entre los centros educativos para el alumnado más vulnerable”, añade.
Un total de 245 ya han solicitado participar en la iniciativa, que incluye acciones de formación tanto para los profesores, con contenidos sobre metodologías de enseñanza en contextos digitales (han pasado por los cursos, 4.000, uno de cada cinco), como para los alumnos y sus familias, junto con la extensión de una plataforma online propia llamada Aeducar, explicaron fuentes de la consejería.
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