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“La paridad real aliviaría la doble carga laboral y familiar que empeora la salud mental de las mujeres”

Gabriela Lardiés

María Bosque Senero

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La doble carga laboral y familiar empeora la salud mental de las mujeres, algo que no sucede de la misma manera para los hombres. Esta es la conclusión principal que se desprende de un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Melbourne, publicado en la revista 'The Lancet Public Health'. Gabriela Lardiés, Psicóloga y escritora aragonesa, colegiada en el Colegio Profesional de Psicología de Aragón – COPPA, comenta los resultados de este estudio a la población aragonesa. 

Hablamos del estudio llevado a cabo por la Universidad de Melbourne, ¿Cuáles son los principales motivos sociales que se encuentran detrás del resultado desde el punto de vista profesional? 

A pesar de las transformaciones y cambios positivos hacia la igualdad que se han experimentado en nuestra sociedad estos últimos años, este estudio corrobora que estamos lejos todavía de ese ansiado equilibrio. Sigue existiendo una falta de corresponsabilidad y conciliación como así lo evidencia este estudio de la Universidad de Melbourne. Estos últimos años hemos asistido a una consciencia mayor de la necesidad de conseguir mayor igualdad entre hombres y mujeres en el ámbito laboral, sin embargo, queda demostrado que esos cambios en el ámbito personal y en el hogar siguen generando diferencias de género que suponen un gran impacto en la salud mental de las mujeres, como así lo demuestra este estudio y como así lo vemos cada día los profesionales de psicología en nuestras consultas.

¿Cómo es esa doble carga a la que están sometidas las mujeres de esta época?

La doble carga laboral y familiar no supone solamente un mayor número de horas de trabajo, también supone un desglose emocional entre las exigencias del empleo y las demandas familiares. El cuidado de los hijos e hijas, la supervisión de la educación, la gestión del día a día, el cuidado de mayores dependientes, las tareas domésticas, son roles que actualmente siguen siendo asumidos mayoritariamente por mujeres. La responsabilidad en mayor medida sigue recayendo en la mujer, y muchas veces incluso por ella misma lo considera su obligación, lo que lleva a una afectación de la salud mental.

¿En qué se traduce a nivel físico y psicológico?

Toda esta organización, planificación y labor genera un gran esfuerzo psicológico, no es solo hacerlo sino pensar en todo lo que tengo que hacer cada día, una sensación de agotamiento que lleva a desembocar en ansiedad o depresión, problemas de atención y concentración y muchas veces molestias psicosomáticas. Por otra parte, verse envueltas en esa sensación de incapacidad de conciliación les puede llevar a disminuir y eliminar prácticas de autocuidado, autonomía y de ocio que son fundamentales para el bienestar personal. En definitiva, junto a la excesiva sobrecarga de responsabilidades que impacta sobre nuestra salud mental, se produce un empeoramiento de la calidad de vida que podría ser evitado si existiera una verdadera paridad.

Volvemos a referiros al estudio realizado por la Universidad de Melbourne; en general, en 11 de los 14 estudios examinados, las mujeres informaron de un aumento de los síntomas depresivos o de angustia psicológica. Para los hombres, solo 3 de los 12 estudios posibles informaron sobre alguna asociación negativa. Llama la atención la destacada diferencia entre hombres y mujeres ¿Es solo un tema de roles todavía, o somos diferentes hombres y mujeres a la hora de enfrentarnos a depende de qué situaciones?

Las explicaciones socioculturales son las que mejor dan respuesta a estas diferencias observadas en los estudios. En ningún momento parece existir una diferencia biológica, sino que se debe a construcciones sociales. Los distintos roles y comportamientos de los hombres y las mujeres, siguen siendo condicionados por normas sociales y culturales, que desgraciadamente siguen generando diferencias de género.

Berta Ausín Benito, profesora e investigadora de la Facultad de Psicología de la Universidad Complutense de Madrid y miembro de la cátedra contra el estigma, ha sido una de las investigadoras de un estudio longitudinal sobre el impacto psicológico de la covid-19 en España llevado a cabo durante un año. Según la investigación, realizada a partir de una muestra de 3.480 personas representativas de la población española, cerca del 40% de los sujetos del estudio presentaba sintomatología de salud mental un año después del inicio de la pandemia. Los jóvenes y las mujeres resultaban ser la parte de la población más afectada. Ahora que ha pasado un tiempo, ¿Este fenómeno se sigue experimentando en las consultas de psicología?

Desde que comenzó la pandemia y hasta ahora sigue siendo abrumador el aumento de personas que ha pedido ayuda psicológica, hemos y estamos asistiendo hoy en día a sucesos entre ellos una pandemia que nos ha generado muchísima sensación de vulnerabilidad y hemos tenido que lidiar con la incertidumbre a diario. En los jóvenes se ha notado muchísimo han perdido la socialización; fundamental para un buen desarrollo emocional, han tenido problemas para poder seguir el ritmo de unos estudios que muchas veces ni siquiera los centros educativos y profesorado estaban preparados, como es normal. Nadie estábamos preparados para ello. Y si bien las circunstancias han influido, también existía una gran deficiencia en la educación emocional. No nos enseñan a gestionar lo que nos sucede, esas deficiencias siempre han estado, pero con la pandemia se han hecho más patentes. Deficiencias en la educación emocional y deficiencias en salud mental, parece que por fin se está dando la importancia que tiene a la salud mental y se está desestigmatizando, pero, aun así, queda un gran camino. 

En el caso de las mujeres ¿Cómo está afectando esta doble carga mental y laboral? 

Con respecto a la afectación de la salud mental en mujeres, mucha de esta carga mental que ya se llevaba ha aumentado en la pandemia, y ha aumentado por temas de teletrabajo, llegó un momento que ambas cargas permanecían no delimitadas, ya que trabajas y vives en un mismo espacio, además, reducido. De hecho, hay estudios que corroboran que han tenido mejor salud mental las personas que salían fuera de casa a trabajar que las que han realizado teletrabajo. 

¿Cuál es el principal cuadro, el más común y no por ello menos importante, al que se enfrentan los especialistas?

Los principales trastornos que vemos a diario en consulta son problemas de ansiedad y depresión, problemas de alimentación y problemas psicosomáticos. También debemos decir que, si se ha experimentado un aumento en las solicitudes de ayuda, se debe a que cada vez se normaliza más y se ve como una necesidad primordial acudir a un profesional de salud mental.

Otro de los sectores de población más afectados son los jóvenes. En Aragón, el ejecutivo regional anunciaba hace escasos meses la implantación de un nuevo Plan de Salud Mental, dotado con 22 millones de euros hasta el año 2025, que se supone que aumentará los recursos dirigidos a atender a la población infanto-juvenil aragonesa. ¿Se está empezando a notar cambios en este sentido? ¿Por qué es importante intervenir desde temprana edad en al ámbito de la psicología?

El nuevo Plan de Salud Mental es muy necesario. Como horizonte para su implantación estaba el 2025 e imagino que veremos los cambios progresivamente. En cuanto a la intervención desde la infancia consideramos que es fundamental. Por eso es tan importante el acceso a la educación emocional y a los programas de prevención y sensibilización sobre salud mental y bienestar.

¿Les hacen partícipes al COPPA en el diseño de estos planes tan demandados por la sociedad? 

Cuando el nuevo Plan de Salud Mental se presentó, el presidente de nuestro Colegio profesional, Santiago Boira, ya señaló que existían ciertas necesidades entre ellas, que los recursos seguían siendo escasos para la población adulta y subrayó la importancia que tiene la prevención, además del tratamiento. 

'Claves para resolver de forma positiva conflictos cotidianos en la familia' es una guía de CEAPA para gestionar conflictos en casa de forma respetuosa y coherente. Aporta ejemplos de algunas problemáticas y estrategias para afrontar distintas situaciones. ¿Se tienen en cuenta estas guías en la práctica?

Desafortunadamente creo que su aceptación es menor de lo que se quisiera, existe tanta información -muchas veces no científica- y estamos tan expuestos a ella que creo hay una saturación en las personas con respecto a esta clase de contenidos, independientemente de que el material que tienen ahora a su disposición esté realizado por expertos; es bueno, contiene ilustraciones y es muy fácil de comprender. 

En base a la información que he visto que han compartido en las redes sociales del COPPA y a los datos y conclusiones del primer estudio que nombrábamos al comienzo de la entrevista ¿Las familias deberían asistir a terapia en conjunto? 

Más que terapia familiar, que también es beneficiosa si existen conflictos familiares y se quiere mejorar la comunicación y por ende el bienestar, creo que con los resultados que evidencia el estudio el cambio y el camino debe pasar por un cambio cultural, un cambio de actitudes y de valores, y para ello se hacen imprescindibles actuaciones desde el punto de vista educativo, con el objetivo de conseguir ese cambio necesario. Creo también fundamental que la hiperresponsabilidad y la necesidad de control es un factor de vulnerabilidad psicológica y también, incide e influye considerablemente en nuestra salud mental. Por otra parte, además de la presión de la sociedad que ejerce la sociedad, está la presión individual a la que nos sometemos cada uno de nosotros, por eso es fundamental el auto cuidado.

COP Madrid, alerta de la proliferación de pseudoprofesionales que acaban produciendo más daño que bienestar, y recuerda que los y las profesionales de la psicología que pueden tratar los problemas de salud mental están regulados o reguladas por ley. ¿Cómo está esta situación en Aragón? 

Es cierto que, de un tiempo a esta parte, han proliferado estas personas que no solo generan intrusismo profesional en el campo de la salud mental, sino que son un peligro para las personas; perjudicando su estado psicológico, aumentando la sintomatología y deteriorando su bienestar. Desde el colegio profesional de psicología uno de sus objetivos es luchar no solo por defender nuestra profesión ante el intrusismo profesional, sino defender también a la población de los efectos negativos y el riesgo que puede conllevar en su estado psicológico.

Y ¿qué debemos tener en cuenta a la hora de elegir una o un profesional al que pedir ayuda?

Una garantía es dirigirse al colegio profesional de psicología de la comunidad autónoma en la que resides y buscar información y orientación. 

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