Comienza la tramitación del nuevo IRPF en Asturias que beneficia al 80% de los contribuyentes

Fue uno de los asuntos que centraron el debate de estado de la región la semana pasada en la Junta General del Principado, la reforma del IRPF ya aprobada por el Gobierno de Asturias y que beneficiará al 80 por ciento de los contribuyentes.

El consejero de Hacienda, Justicia y Asuntos Europeos, Guillermo Peláez, ha defendido hoy la ley de reforma que inicia ahora su tramitación parlamentaria. “Establece un modelo más justo y progresivo y garantiza la suficiencia de recursos para el desarrollo de las políticas públicas”, ha valorado.

Un sistema más justo

Peláez ha estado acompañado por el consejero de Ordenación del Territorio, Vivienda y Derechos Ciudadanos, Ovidio Zapico, y la directora general de Presupuestos y Finanzas, Mar García Salgado.

Durante su intervención inicial, ha insistido en que la modificación del impuesto tiene por objeto ahondar en la vía fiscal asturiana, que busca reforzar la progresividad del sistema tributario para hacerlo más justo. En ese sentido, ha recordado que la reforma beneficiará a las clases medias y trabajadoras, que representan al 80 por ciento de los contribuyentes en Asturias.

Reproche al PP

Además, ha reprochado a los grupos de la derecha, y especialmente al PP, que se hayan situado en contra de la reforma, hasta el punto de condicionar la negociación del próximo presupuesto a la retirada del proyecto de ley. “Lo que me queda claro es que ustedes están aquí para defender los intereses de una minoría”, ha lamentado Peláez.

La reforma del IRPF se sustenta en tres aspectos principales: rebaja un punto el tipo que se aplica al primer tramo del impuesto, que pasa del 10 por ciento al 9 por ciento. Además, se incrementa el mínimo personal y familiar exento, que no se modificaba desde 2015. Por otra parte, se neutraliza cualquier beneficio para las rentas superiores a 55.000 euros, que no pagarán ni más ni menos tras la reforma. De este modo, toda la rebaja se concentra en las clases medias y trabajadoras. Para lograrlo, el cuarto tramo pasa del 18,5 por ciento al 19,20 por ciento. Además, se incrementa el tipo que se aplica a las rentas más altas, aquellas que superan los 175.000 euros, que pasa del 25,5 por ciento al 26 por ciento.

Favorecer el derecho a la vivienda

Las rentas más beneficiadas por esta modificación serán las inferiores o iguales a 35.000 euros, es decir, el 80 por ciento de las personas declarantes.

La reforma de la ley también conlleva otra modificación fiscal, relacionada con el impuesto de transmisiones patrimoniales, con el objetivo de favorecer el derecho a la vivienda. En este caso, se propone aplicar un gravamen del 15 por ciento a las transmisiones de inmuebles cuando el adquirente sea una persona física o jurídica que tenga la consideración de gran tenedor.