Observar las caras sorprendidas de alemanes y turistas al ver pasar a cientos de personas con cientos de galgos y otros perros por la Puerta de Brandenburgo, Unter den Linden y otras arterias de Berlín resulta impresionante. En un soleado día de junio lo más apetecible no es explicar que se trata de una manifestación por la masacre anual que se produce en España de miles de galgos y podencos, desechados tras la temporada de caza a los dos o tres años, animales que hasta entonces han vivido una vida miserable en rehalas, hacinados, con mala alimentación, entrenamientos atados a coches, etc.
Mientras que unos apuntan la cifra de cerca de 11.000 los perros para caza abandonados al año, otros la sitúan en 50.000. En cualquier caso, cifras abrumadoras y que tristemente se confirman con escalofriantes imágenes de galgos abandonos en campos, ahorcados en árboles o muertos en el fondo de pozos… O siendo mayoría en las abarrotadas perreras y refugios de protectoras.
Y aunque veamos galgos con elegantes collares en los parques de las ciudades, la situación, lejos de mejorar, ha empeorado en los últimos años. Quizás por eso desde hace un par de años se ha empezado a celebrar manifestaciones en diversas ciudades europeas. En países que muestran empatía por el sufrimento de los perros de caza, por sus miserables condiciones de cría, mantenimiento y finalmente eliminación cuando ya nos son útiles para cazar. También denuncian el maltrato de los galgos usados en carreras en los países anglosajones.
¿Qué se reivindica en estas manifestaciones? Como medida urgente, que la ley de protección animal se aplique también en perros destinados a la caza, que sufren prácticas crueles como el hacinamiento y la mala alimentación en rehalas, entrenamientos extenuantes atados a coches, y abandono y muerte cuando ya no son útiles. Y como medida definitiva, se pide la prohibición de la caza con galgos y podencos.
Reclaman que la UE cree leyes transnacionales para asegurar el bienestar de los animales, no que dependan de los gobiernos nacionales como ocurre ahora. Esto es lo que vienen gritando en manifestaciones celebradas en ciudades como Colonia, Berlín, Saarbrücken, Leipzig, La Haya, Estrasburgo y Frankfurt. En concreto, Galgo Voice Frankfurt logró en junio de 2017 congregar a muchas asociaciones nacionales e internacionales de protección animal: Asap Friends, Esperanza del Galgo, Fundación Benjamin Mehnert (FBM), Far Form Fear, Vergessene Fellnasen, Galgos del Sur, Saar Lorraine, Greyhoundhilfe, Parenas Pfotenhilfe Crel de Francia, Apram de Tenerife, NAC (No a la Caza), RICMA (Repulsa Internacional Contra el Maltrato Animal), el partido PACMA, así como asociaciones de protección de animales pequeños del área de Frankfurt.
En estos actos se puede ver a multitud de alemanes o franceses con galgos adoptados, una gran muestra de solidaridad que, aunque no elimina el problema, alivia la, muchas veces, desesperada situación de las protectoras en España.
Galgos españoles en Alemania “Es difícil apuntar una cifra de galgos adoptados en Alemania, pero lo que es claro es el incremento de las adopciones y acogidas debido a la continua información sobre su dramática situación y a que son unos perros con un carácter tranquilo y que se adaptan bien”, explica Barbara Saalfrank, de Galgo Voice Frankfurt, que con casi setenta años dedica mucha energía y mucho tiempo a organizar estas manifestaciones en Alemania.
Barbara lleva muchos años de lucha y ansiedad por el sufrimiento de los galgos: “Me he propuesto ser la voz de estos perros. Deseo fervientemente ayudarlos e informar de su situación para lograr un cambio. Es necesario que se comprenda la crueldad a la que se ven sometidos, estamos hablando de seres vivos que al igual nosotros sienten dolor, alegría, tristeza, frío, calor, soledad. ¡No podemos tolerar que su matanza sea una tradición!”. Ella misma da ejemplo de solidaridad y ha adoptado cuatro perros, tres galgos y otro usado como guardián en Rumanía, y tiene intención de adoptar a otro galgo. Además de liderar la organización, trabaja en la difusión de las manifestaciones, de modo que las conozcan los medios de comunicación y se adhieran cada vez más organizaciones y participantes.
Es el caso del eurodiputado Stefan Bernhard Eck, del Grupo Confederal de la Izquierda Unitaria Europea/Izquierda Verde Nórdica, quien lamenta que “para algunos eurodiputados españoles parece ser un tabú hablar del maltrato a los galgos”. También está comprometido contra la cría de conejos en jaulas. Sobre las manifestaciones en distintas ciudades de Europa para defender a galgos y podencos considera: “Es importante que se celebren estos actos reivindicativos fuera de España porque, por una parte, alientan a los activistas españoles por los derechos de los animales a continuar la lucha y, por otra, generan presión sobre el Gobierno español para que tome medidas, ya que la reputación de España se pone en evidencia”.
Si bien el Parlamento Europeo discutió en una ocasión sobre el tema del maltrato a los perros usados para cazar en España, Stefan Bernhard Eck recuerda que “desgraciadamente, el artículo 13 del Tratado de Lisboa otorga a los países miembros de la UE la responsabilidad de la protección de los animales”. Con fía, no obstante, en que “si se fortalece la presión, tanto en España como en otros países de la UE, el Gobierno español debería reaccionar. Como destino turístico en Europa, España no puede permitirse una grave pérdida de reputación por ser un país de crueldad animal legalizada.”
La empatía de los vecinos francesesEl sufrimiento de nuestros galgos y podencos no solo despierta lástima en Alemania, sino que organizaciones animalistas de países como Francia, Holanda y Bélgica también llevan varios años movilizándose.
Christelle Patric Georges, educadora canina francesa de 44 años y afincada Wegnez, Bélgica, es una de las organizadoras de las manifestaciones en Bélgica y Francia. Su manada es numerosa: esposo, cuatro hijos, cinco galgos y cuatro podencos. Christelle es miembro de La Voix des Lévriers, una de las organizaciones que se encarga de llevar galgos y podencos de España a Francia y de buscarles adoptantes allí. Nos cuenta que en la última manifestación celebrada el 30 de septiembre en París se unieron muchas otras asociaciones para reivindicar ante la Embajada española en Francia el cese de la caza con galgos y podencos, y el maltrato, matanza y abandono que conlleva. Algunas de estas organizaciones son: CCE2A, Galgos Ethique Europe, La Voix des Loups, One Voice, Radio Parole d'Animaux y también la española RICMA.
Al preguntarle cómo logran sensibilizar a los europeos acerca de este tema, nos responde que las redes sociales son un elemento clave de difusión. Además, por supuesto, de las propias manifestaciones. Al igual que en España, se trata principalmente de un activismo basado en lo digital, redes sociales, grupos de Whatsapp, manifestaciones, etc.
Aumento exponencial del abandono de galgos tras la crisisPatricia Almansa, presidenta de la protectora Galgos del Sur en Córdoba, conoce bien la solidaridad alemana. Y es que Galgos del Sur participa activamente en la mayoría de las manifestaciones que se organizan a nivel europeo, como la celebrada en La Haya el 22 de mayo de 2016 con una coalición de organizaciones holandesas en favor de los galgos, en Berlín el 7 de mayo de 2016 y en Frankfurt el 3 de junio de 2017. A otras manifestaciones no pueden asistir por falta de medios económicos, ya que pagan estos viajes con sus recursos personales.
Galgos del Sur colabora con TSS (Tierschutz Spanien), una organización que opera en toda Alemania. “Para Galgos del Sur las adopciones internacionales suponen una ayuda imprescindible. En 2016, por ejemplo, 81 de nuestros galgos fueron adoptados en Alemania. Además, nos hacen donaciones para gastos veterinarios, nos envían voluntarios que nos ayudan temporalmente, etc. Tenemos una colaboración muy estrecha, de hecho, junto con TSS, Galgos del Sur ha comprado un terreno para poder construir un refugio propio porque ahora estamos de alquiler”, explica Patricia Almansa.
Sin embargo, la ayuda alemana no es suficiente, es necesario un cambio de legislación y que la existente se cumpla porque el escenario en España, lejos de mejorar, empeora: “Hace unos cuatro años, coincidiendo con la crisis económica, el número de galgos abandonados descendió notablemente, pero en los tres últimos años el abandono va aumentando, exponencialmente, cada año. Por una parte, hay más galgueros que directamente contactan con nosotros para entregarnos los animales que desechan. Otros son abandonados en calles, campos y carreteras. La situación va a peor, sobre todo en época de caza hay muchos heridos y abandonados a su suerte. También en los dos últimos años hemos notado un aumento muy significativo, hasta sufrir desbordamiento, de cachorros. Esto no era habitual y lo atribuimos a que la selección de los galgos se está haciendo ahora a edades más tempranas”.
¿Ayudas por parte de las autoridades? Ninguna. Según afirma su presidente, Galgos del Sur no recibe ni un céntimo de ayuda pública o subvenciones, que de hecho no existen como tales en Córdoba ni en Andalucía. “Solo hay algunas convocatorias de subvenciones relacionados con temas educacionales, pero ninguna ayuda al desarrollo de la actividad de rescate y recuperación de galgos y otros perros que realiza Galgos del Sur. Nos financiamos exclusivamente de manera privada, 60% del extranjero y 40% de España”, concluye.
Por su parte, Gisela Mehnert, presidenta y fundadora de FBM (Fundación Benjamin Mehnert) opina que, al menos, lo que ha mejorado es la información sobre la miseria de los perros destinados a la caza en España gracias a los medios de comunicación, y ello está influyendo en un incremento de las adopciones nacionales.
Gisela Mehnert es alemana y creó en el año 2000 la FBM, que logra gestionar la adopción de alrededor de 1.000 animales al año, un 20% de ellos en Alemania, tras mudarse a nuestro país y conocer la realidad de los perros usados para la caza. Conocimos a Gisela brevemente en el stand informativo que tenía la FBM con motivo de la manifestación celebrada en junio en Frankfurt. Pero no es la única en la que ha participado esta organización, pues también acudieron el año anterior a la multitudinaria manifestación celebrada en Berlín, a Leipzig, etc. Consideran muy importante informar a pie de calle en Alemania sobre este problema. “Los alemanes conocen la situación de los galgos y podencos principalmente a través de las redes sociales, pero también les informamos in situ o a través de otras asociaciones colaboradoras como Hundehilfe ueber Grenzen (Rhenania), Vergessene Fellnasen (Saarbruecken), Galgovermittlung Andrea Truschkowski (Frankfurt) y Galgorettung Fraenkisches Seenland (Baviera). Desde Alemania nos ayudan no solo con adopciones, sino también con donaciones de material y con voluntarios que vienen unos días o semanas a ayudarnos”.
En lo que respecta a la evolución en los últimos años de la situación de galgos y podencos, Gisela se lamenta también de no haber notado ningún cambio positivo en lo que se refiere a cifras de galgos y podencos que tienen que acoger durante la temporada de caza ni tampoco del número de perros que llegan con fracturas y en muy mal estado a su centro de recuperación de animales en Sevilla. Gisela nos confirma que no recibe ninguna ayuda de las autoridades de esa provincia o de la Junta de Andalucía. Muy triste.
Mientras la desesperada llamada de auxilio de los galgos y podencos sigue sin escucharse en España, otros europeos seguirán gritando por ellos. La siguiente cita será en la ciudad alemana de Colonia, en la manifestación del 29 de enero de 2018. Una fecha simbólica porque es el día en que termina la temporada de caza en España… y cuando comienza, como el título de un fantástico documental, Febrero, el miedo de los galgos.
Sobre este blog
El caballo de Nietzsche es el espacio en eldiario.es para los derechos animales, permanentemente vulnerados por razón de su especie. Somos la voz de quienes no la tienen y nos comprometemos con su defensa. Porque los animales no humanos no son objetos sino individuos que sienten, como el caballo al que Nietzsche se abrazó llorando.
Editamos Ruth Toledano, Concha López y Lucía Arana (RRSS).
