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Sobre este blog

El caballo de Nietzsche es el espacio en eldiario.es para los derechos animales, permanentemente vulnerados por razón de su especie. Somos la voz de quienes no la tienen y nos comprometemos con su defensa. Porque los animales no humanos no son objetos sino individuos que sienten, como el caballo al que Nietzsche se abrazó llorando.

Editamos Ruth Toledano, Concha López y Lucía Arana (RRSS).

Marcos de Miguel, editor: “Queremos que cada libro sea un paso adelante hacia un mundo mejor”

Marcos de Miguel, editor de Plaza y Valdés, en la Feria del Libro de Madrid 2015

Ruth Toledano

La editorial Plaza y Valdés lleva desde 1987 publicando libros de Ensayo y Filosofía. ¿Por qué decidió incorporar a su catálogo títulos relacionados con los derechos de los animales? editorial Plaza y Valdés

El primer título que publicamos relacionado con los derechos animales salió en Dilemata, una colección de éticas aplicadas que dirijo con Txetxu Ausín, investigador del CSIC, que fue mi profesor de Ética y de Lógica. Dilemata es un grupo de investigación amplio, que también publica una revista. En Plaza y Valdés dimos forma a una de sus investigaciones en un volumen titulado Animales no humanos entre animales humanos, cuya editora, la filósofa Jimena Rodríguez Carreño, recogió trabajos de varios expertos.

Yo había entrado en contacto con el mundo de la edición a través de la que es mi compañera, que trabajaba en Plaza y Valdés, una editorial de origen mexicano que aquí solo distribuía y comercializaba. En 2005, decidimos dar el paso de lanzarla en España creando nuestra propia línea editorial. Y, por mi formación académica, muchos de los que fueron mis profesores, como los filósofos Vicente Serrano o Jesús de Garay, se convirtieron en autores de nuestro catálogo.

Ese primer título, Animales no humanos entre animales humanos, es uno de los libros que más me ha impactado a nivel personal. Tuve que hacerme cargo de su promoción pero era un tema que desconocía. Y pensando en el tipo de gente a la que podría interesarle, yo mismo me sorprendí descubriendo un mundo al que no había prestado atención, o había preferido mirar a otro lado.

¿Se convirtió en un editor defensor de los derechos animales?

Me fui sensibilizando con la causa de los derechos animales y fui transformando mi forma de entenderla. Al cambiar mi mentalidad y mi manera de ver la vida, quise acercarme a este movimiento y di con Igualdad Animal, que fue una experiencia muy bonita. El primer contacto fue en la Puerta del Sol, en un acto que hacen cada año el 10 de diciembre, Día de los Derechos Animales. Descubrí cuánta gente está implicada en el activismo, cuánto voluntariado, personas que están dispuestas a dar su tiempo y su esfuerzo para reivindicar algo que me parece totalmente legítimo y justo. A nivel editorial, me di cuenta de que había un proyecto que podía ser más interesante que un solo libro, y decidimos abrir nuestra línea editorial a estos temas.

¿Consideró, como editor, que su mejor aportación a la causa animalista podría consistir en publicar más libros?

Decidí que tenía que hacer algo por los derechos de los animales más allá de publicar uno o dos libros sobre el tema. Así que propuse a los directores de Igualdad Animal, Sharon Núñez, Jose Valle y Javier Moreno, sacar una colección cuyos beneficios se destinasen a la labor de su asociación. Así nació LiberÁnima, que ellos tres dirigen. El primer título que me propusieron fue Los verdes somos los nuevos rojos, de Will Potter, y el segundo, el famoso libro de Melanie Joy Por qué amamos a los perros, nos comemos a los cerdos y nos vestimos con las vacas. Tuvimos la gran suerte de que ellos conocían personalmente a los autores y les invitaron a venir a España, de modo que se organizaron dos grandes presentaciones en La Casa Encendida de Madrid. La repercusión en los medios de ambos títulos fue un éxito rotundo, yo mismo me quedé sorprendido del alcance que podía tener un tema que hasta entonces consideraba minoritario. Descubrí que es algo que todo el mundo quiere conocer y entender, pero le falta información.

Los libros sobre derechos animales le abrieron a usted mismo un nuevo camino vital y profesional, por lo que pueden influir en otros lectores. ¿Es esa la importancia del papel de un editor?

El papel de un editor es vital porque lo que haces es seleccionar contenidos de calidad y lanzarlos al público para que quien quiera pueda dar el paso, descubrir por qué la situación de los animales nos afecta a todos. Es rara la persona a quien esto no le interese en absoluto. Una gran mayoría ya nos hemos sensibilizado con el tema de la tauromaquia, que no deja de ser el espectáculo de una tortura disfrazado de actividad cultural, tradición y folclore. Pero el asunto va mucho más allá, pues las decisiones que tomamos en nuestro día a día empiezan en lo que hay en nuestro plato y siguen en otros ámbitos: la industria peletera, el cuero, la experimentación con animales en laboratorios, la caza etc. Creo que todos a lo largo de nuestra vida nos hemos topado con este dilema pero la mayoría de las veces hemos mirado hacia otro lado.

Así que los libros que publicamos, junto con otra mucha información que ya existe, ayudan a pararte a pensar en esa cara oculta, que no se está mostrado. Estamos rodeados de productos, hábitos y costumbres que implican un sufrimiento animal desmesurado, cruel y que se puede evitar. Y en la medida en que cambiemos esos hábitos de conducta y de consumo con pequeños gestos estaremos salvando la vida a millones de animales.

¿Cómo han querido que sean los libros de Plaza y Valdés sobre derechos animales?

Nos hemos dado cuenta de que hay que salir un poco del ámbito más teórico, académico, universitario, y esforzarnos en adaptar el lenguaje para que sea más asequible al gran público. A veces los académicos utilizan un lenguaje innecesariamente complejo, incluso oscuro. Precisamente, el éxito llegó con los libros de Igualdad Animal, con la colección LiberÁnima. No lo esperábamos, pero tanto el de Will Potter como, sobre todo, el de Melanie Joy están entre los libros más vendidos de Plaza y Valdés. La clave de ese éxito es que no hace falta haber estudiado una carrera determinada para entenderlos. Los autores son universitarios, Melanie Joy incluso es doctora en Harvard, pero saben cómo allanar el camino. El sitio al que hay que llegar es difícil, hay que reflexionar mucho, pero no es lo mismo que te pongan delante una pared vertical a que sea una cuesta por la que poco a poco puedes ir avanzando, descansando y digiriendo el mensaje. Mucha gente me ha dicho que ha leído estos libros más de una vez, y eso me gusta mucho porque significa que quieres atar todos los cabos. Nuestra experiencia está siendo muy positiva.

También han publicado autores españoles en esa misma línea.

Han salido más libros en la colección Dilemata. Sufre, luego importa, de Francisco Lara y Olga Campos (Universidad de Granada), con prólogo del filósofo Javier Sádaba, procede de un grupo de investigación sobre éticas aplicadas pero está al alcance de cualquiera. Me da mucho gusto comprobar que los autores saben, sin necesidad de pedírselo, que no hay que renunciar al rigor, a la exigencia académica, a la seriedad a la hora de citar fuentes y bibliografía, para que los libros no estén escritos solo para catedráticos y se queden encerrados en las bibliotecas universitarias. Publicamos una colección muy bonita, en coedición con el Instituto de Filosofía del CSIC, cuyo lema es ‘Theoria cum praxi’. Eso es lo que buscamos en nuestra editorial: teoría para la praxis. La teoría, el desarrollo de las ideas que incorporan los libros, tiene que tener una repercusión en el mundo. Está muy bien el saber por el saber pero, cuando se habla de ética y de éticas aplicadas, lo que todos queremos es que cada libro haya supuesto un pasito adelante en hacer de este mundo un lugar mejor. En cuanto a los animales, salgamos del antropocentrismo en el que estamos inmersos y pensemos en un lugar mejor no solo para nosotros, para la especie humana.

Un editor antiespecista.

El antiespecismo es muy complejo, pero está calando en mucha gente. Es un privilegio haber nacido en un determinado lugar, con un determinado sexo y, también, en una determinada especie. Pero no por ello tienen otros animales que estar destinados a vivir en campos de concentración, como son los mataderos y las industrias ganaderas. Hay que tener empatía. La clave de todo esto es ponernos en el lugar del otro, entendiendo por el otro a cualquier ser vivo, sufrir con su sufrimiento, ser capaces de mirar a través de sus ojos y entender que tienen un sistema nervioso y que las distintas maneras de padecer no son excluyentes. El sufrimiento de los otros animales es muy parecido al nuestro porque, aunque lo olvidamos, nosotros también somos animales, somos mamíferos. No es una reflexión profunda, es tan sencillo como eso: recordar a todo el mundo que nosotros también somos animales para dejar de utilizar el binomio personas-animales. Hablemos de animales humanos y animales no humanos. A partir de ahí, se empieza a comprender que el animal al que dañas podrías ser tú, si las circunstancias fueran distintas. Es aprender a empatizar, una cuestión de sensibilidad.

Mi experiencia es que las personas que son inmunes al sufrimiento de los animales en muchos casos también lo son al sufrimiento humano. En Dilemata publicamos muchos libros sobre éticas aplicadas a otros temas, no solo a los derechos animales, porque entendemos la ética como un valor que va mucho más allá de posturas ideológicas o de tradición. Y, si convertimos la ética en la guía de nuestras acciones, no podemos dejar de lado el sufrimiento animal, como si no existiese.

Y, con tales planteamientos, han conseguido que el libro de Melanie Joy sea un best seller.

Sí, es un libro que se ha reimpreso varias veces, que tiene una segunda edición y se va a hacer una tercera. Nuestro libro más vendido. Hay que tener en cuenta que, al ser una editorial de origen mexicano, vendemos en todo Latinoamérica, llevamos muchos años asistiendo a las ferias de Guadalajara o de Buenos Aires, y librerías como Fondo de Cultura Económica tienen nuestros libros a la venta. En particular, el de Melanie Joy y el de Will Potter. Es sorprendente cuánto interesa este asunto en países como Chile, México, Argentina o Colombia.

También hay que decir que estos temas están entrando cada vez más en los programas académicos de grado y de postgrado, pues en España y Latinoamérica cada vez hay más asignaturas relacionadas, másters y tesis, y las bibliotecas universitarias y las librerías especializadas en género de Ensayo están recogiendo ese interés. Los libreros detectan que existe una demanda y buscan estos títulos para tener la mayor oferta posible. Creo que va a ser uno de los temas más tratados por la Filosofía, pues he estado en congresos en los que, con diferencia, donde más gente había, tanto participando como de oyentes, era en las mesas relacionadas con derechos de los animales. La propia Filosofía -sobre todo en español, pues la experiencia en el mundo anglosajón es más antigua- ha vivido demasiado tiempo de espaldas a este tema, pero en los últimos diez años eso está cambiando, afortunadamente.

Publican a Ursula Wolf, una autora muy conocida en el mundo anglosajón.

Ursula Wolf recibió en Alemania un premio nacional por Ética de la relación entre humanos y animales. Fue el motivo por el que empezamos a trabajar en su traducción al castellano, y también ha tenido mucho éxito, quizá más en el ámbito académico porque ella es catedrática de Filosofía. Pero, efectivamente, es una autora muy leída y conocida en el mundo germano y anglosajón.

En la Feria del Libro hay una relación directa con los lectores y compradores de libros. ¿Qué reacción tienen ante los títulos relacionados con los derechos animales?

Muchos se sorprenden porque la gran mayoría de libros que se exponen en la feria son best seller, las casetas vienen a intentar facturar y vender lo máximo posible, por lo que eligen de su catálogo lo que saben que es más comercial. Nosotros queremos vender, por supuesto, pero nos lo tomamos más como una oportunidad de estar en contacto con la gente, como una especie de promoción directa con los lectores. Muchos ya nos conocen, pues llevamos cinco años viniendo al Retiro, y vuelven de año en año a ver qué tenemos nuevo. Quien compra un libro sobre estos temas compra todos los demás, porque hay muy poca bibliografía, son muy pocos los libros serios, los ensayos para la reflexión. Antes de que llegáramos nosotros se podían encontrar libros cercanos al cuidado de los animales en otras editoriales, pero no existía, que sepamos, ninguna colección especializada como las dos que hemos creado.

Con los derechos animales hay una fidelidad de los lectores impresionante, como con ningún otro tema. Muchas personas comprar los libros varias veces, para regalarlos. Esta misma mañana vino una madre buscando bibliografía para su hija, que ha decidido ser vegana, y quería todo lo que tuviéramos para ayudarla con libros que profundizan en los motivos, en los argumentos. Nos explicó que ella también quiere entender, que lee los libros cuando los ha leído su hija y dialoga con ella.

Hay gente que nunca se había encontrado con estos temas, ni en la Feria ni en otros sitios, y se interesan, nos preguntan. Nosotros intentamos hacer un pequeño resumen, sintetizar las ideas más importantes para que el libro les resulte atractivo. Y también hay gente que en cuanto coge uno de estos libros y ve su esencia, lo cierra y se va, sin hacer comentarios, como si fuera algo de lo que no quiere saber nada. Son resistencias. Porque los propios títulos (Animales no humanos entre animales humanos; Por qué amamos a los perros, nos comemos a los cerdos y nos vestimos con las vacas; Sufre, luego importa) ya suponen un cierto cuestionamiento e implican un posicionamiento ético.

¿Qué nuevos títulos sobre derechos animales tienen previsto publicar?

Presentaremos en la Feria esta misma semana un libro de Nick Cooney, Cambio en el corazón. Cómo puede enseñarnos la psicología a generar el cambio social, Cambio en el corazón. Cómo puede enseñarnos la psicología a generar el cambio socialque publicamos en la colección LiberÁnima. Es un libro maravilloso sobre estudios empíricos de conductismo y psicología aplicada, que recoge los últimos cuarenta años de investigaciones en EEUU acerca de cómo funciona nuestra mente a la hora de tomar decisiones. Cooney, que fundó y dirige The Humane League, reúne toda esa información para convertirla en una herramienta de trabajo para los activistas, sean del movimiento que sean. Herramientas en las que basar las estrategias para llegar al mayor público posible y tener el mayor impacto posible simplemente siguiendo ciertos pasos y métodos de trabajo que convierten en eficiente una labor que ya de por sí es muy dura. Creo que va a ser un libro exitoso.

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El caballo de Nietzsche es el espacio en eldiario.es para los derechos animales, permanentemente vulnerados por razón de su especie. Somos la voz de quienes no la tienen y nos comprometemos con su defensa. Porque los animales no humanos no son objetos sino individuos que sienten, como el caballo al que Nietzsche se abrazó llorando.

Editamos Ruth Toledano, Concha López y Lucía Arana (RRSS).

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