¿Cómo afecta el estado de alarma a los animales con los que convivimos? Las medidas aplicadas por el Gobierno frente a la crisis del coronavirus suponen una situación sin precedentes en España. Las restricciones a la movilidad y la paralización de buena parte de las actividades sociales y comerciales están teniendo un gran impacto en la vida de la ciudadanía, que aún tiene algunas dudas sobre las excepciones por las que se nos permite salir de casa y sobre qué servicios y recursos estarán garantizados.
Las familias que vivimos con animales y las personas que cuidan de ellos en refugios, santuarios o centros de protección animal nos encontramos con toda una serie de situaciones particulares y algunos bulos que se hace necesario desmentir.
Lo principal es saber que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), no existe evidencia científica alguna de que los animales domésticos padezcan ni transmitan el COVID-19.
Sin embargo, el abandono de animales considerados domésticos ha aumentado en todo el mundo por el miedo al contagio. Sobre todo en China, donde los refugios no dan abasto y las autoridades están sacrificando perros o gatos como medida preventiva. Muchas personas incluso han lanzado por la ventana a los miembros no humanos de su familia.
La realidad es que la ciencia relaciona directamente la pandemia del COVID-19 con comer animales (salvajes), y no con la convivencia. En concreto, el origen del virus se sitúa en un mercado húmedo de Wuhan. En este tipo de espacios tradicionales, se comercializa tanto con animales vivos como con animales muertos.
¿Por qué han de pagar ellos, primero, nuestra gula especista, siendo tratados como mera mercancía y, luego, nuestro pánico antropocentrista, que se deriva de las consecuencias de esa gula? Tal vez haya llegado el momento de reflexionar, pero de hacerlo de verdad, y sin prórrogas, ahora que hay tiempo. Porque, tal vez, la Tierra nos esté pidiendo a gritos un cambio. Que cambiemos.
Mientras tanto (y también) esto es lo que puedes hacer por los animales no humanos durante la crisis del coronavirus. Saldremos de esta situación con responsabilidad, solidaridad y sentido de comunidad.
Si eres una persona sana: puedes pasear con tu perro con normalidad en cuanto al número de veces, preferiblemente paseos cortos, priorizando los horarios de menor afluencia, evitando el contacto con otras personas y sin formar grupos en la calle. Por favor, lleva agua con detergente en una botella para limpiar la orina y bolsas para las heces.
Si estás en cuarentena o das positivo a coronavirus: lo recomendable es encargar a otra persona el cuidado de los animales, ya que tú no deberías salir de casa.
Si esto no es posible:
- Usa mascarilla en presencia del animal.
- Extrema la higiene y evita el contacto.
- Desinfecta sus utensilios.
¿Por qué tomar estas precauciones? Porque aunque los animales domésticos no padezcan ni transmitan el virus, pueden ser sujetos pasivos de partículas virales. Se recomienda por prevención lavar las almohadillas de las patas y la cola de nuestros perros al volver de paseo con agua y jabón o gel desinfectante.
Según la Dirección General de Derechos de los Animales, las clínicas veterinarias, como centros sanitarios, permanecerán abiertas con medidas de autorregulación establecidas por los colegios de veterinarios, atendiendo únicamente con cita previa con el fin de evitar aglomeraciones en las salas de espera. Además, solo se atenderán consultas que no puedan ser pospuestas por la naturaleza de las mismas.
Las tiendas de alimentación para animales siguen abiertas y el abastecimiento de productos básicos está garantizado.
Están permitidos los desplazamientos para alimentar colonias felinas. Se recomienda que se espacien todo lo posible los días de alimentación y que se prioricen los horarios de menor afluencia para salir a colocar el alimento.
También se permiten los desplazamientos para cuidar y atender a los animales que viven en fincas o en refugios.
La Dirección General de Derechos Animales recomienda establecer servicios mínimos para la atención voluntaria en CPA (centros de protección animal), con autorización escrita de la entidad gestora del mismo o del Ayuntamiento si es de gestión directa.
Algunas ciudades están cerrando parques y jardines, por lo que los paseos con nuestros perros, además de breves, serán menos estimulantes.
Jugad con ellos en casa y ayudadles a entretenerse y gastar energía. Los juegos de olfato pueden ser una gran ayuda durante estos días para mantener su mente activa, en internet podéis encontrar numerosos ejemplos e ideas con objetos cotidianos.
Muchas aves urbanas, como gorriones, tórtolas o palomas, no encontrarán alimento durante esta etapa de inactividad humana en las calles y muchas morirán de hambre si no les echamos una mano.
Por favor, cuando salgas a la calle en situaciones de estricta necesidad, lleva contigo alimento para ellas como semillas, trigo en grano, lentejas, pan, arroz, mijo, lino, sésamo, avena, cebada… ¡Cuidemos también de las aves de nuestra ciudad!
Esta crisis nos recuerda con fuerza la importancia de poner la vida en el centro, de construir redes de apoyo, de ser comunidad. Nos recuerda que somos interdependientes, que somos vulnerables y que solo saldremos adelante si no dejamos a nadie atrás. Tampoco a los animales con los que compartimos el planeta.
Fuentes: World Health Organization, Dirección General de Derechos Animales, Colegio Oficial de Veterinarios de Madrid y Facultad Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid
Sobre este blog
El caballo de Nietzsche es el espacio en eldiario.es para los derechos animales, permanentemente vulnerados por razón de su especie. Somos la voz de quienes no la tienen y nos comprometemos con su defensa. Porque los animales no humanos no son objetos sino individuos que sienten, como el caballo al que Nietzsche se abrazó llorando.
Editamos Ruth Toledano, Concha López y Lucía Arana (RRSS).
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