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El gran debate: “ética y estilos de escalada”

Pico Aspe

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A todos nos gusta opinar. Da igual el tema que se trate... Y el mundo de la escalada no podía ser diferente. El tan manido debate sobre los estilos de escalada es un tema que ha ocupado en multitud de ocasiones titulares de artículos en revistas, conversaciones en foros de Internet y ha acaparado la atención de escaladores en corrillos a pie de vía y refugios.

Es un tema bastante ajeno a las modas y épocas ya que, como se puede ver si echamos la vista atrás y “tiramos de hemeroteca”, es un debate muy recurrente que cada cierto tiempo vuelve a convertirse en actualidad.

Recientemente, el tema de la ética en la escalada, los estilos, cómo se deben abrir, equipar o restaura vías ha vuelto a convertirse en, como dicen hoy en día, “trending topic”, o actualidad para los más veteranos. La apertura de una nueva ruta ('Valhalla') el año pasado en el emblemático pico Aspe, cerca de la Estación de Esquí de Candanchú, ha levantado una vez más la liebre y provocado que un sector de la escalada reaccionase alegando que, hasta entonces, “ninguna ruta llegaba a su cumbre solo con cintas, exigiendo conocimientos de escalada de autoprotección, capacidad de navegación, ganas de aventura, compromiso y gestión del riesgo... Y se ha equipado una vía de arriba abajo, pisando al menos tres rutas ya existentes. Solo cintas. No las chapes si no quieres”.

Por otro lado, Sueño Vertical, los padres de la nueva criatura, alegan que su filosofía es que “escalar en una gran pared no tiene que ser sinónimo de exposición alta, elevado compromiso e ir cargado con dos juegos de friends. Hay escaladores experimentados que quieren seguir disfrutando de su deporte sin asumir demasiados riesgos, porque no pueden permitirse un accidente grave que lastre su vida familiar y laboral, etc.”

El debate está servido...

Nosotros, desde Campobase, como medio de comunicación y de divulgación de noticias relacionadas con el mundo de la escalada, el alpinismo y la montaña en general, no pretendemos sentar cátedra ni dar una solución a este conflicto. Nuestro único propósito es exponer de forma clara y sin manipulación la opinión de ambas partes, para que cada cual, acorde a sus ideas y modo de entender la escalada, pueda formarse su propio criterio. Es por ello que hemos hablado con ambas partes, por un lado con Jesús Sánchez, fundador del grupo Sueño Vertical, quien abogan por la libertad a la hora de escalar y chapar y, por otro, con Adriano Martín “Pincho”, uno de los principales impulsores del grupo que defiende la idea de proteger las vías clásicas ya existentes, tal y como fueron abiertas, para que se mantengan fieles al estilo del aperturista.

A continuación reproducimos el manifiesto que nos ha hecho llegar Adriano Martín “Pincho” y la respuesta al mismo por parte de Jesús Sánchez de Sueño Vertical, ambos de forma íntegra, y con fines exclusivamente informativos, sin alterar su contenido ni asumir responsabilidad por la opiniones o afirmaciones vertidas en ellos.

Manifiesto contra la soberbia alpina

No la chapas si no quieres”. El mantra actual en Aragón. Y nadie está en contra de las vías de estilo “deportivo” o “confort” que van por su camino respetando el de los demás.

En los últimos años, el debate sobre los estilos de apertura y equipamiento de vías en la montaña aragonesa ha adquirido una creciente relevancia. Este manifiesto no pretende oponerse a ninguna forma de escalada ni menospreciar el trabajo de quienes, con esfuerzo y pasión, desarrollan nuevas rutas. Muy al contrario, busca promover una reflexión conjunta sobre la necesidad de preservar la diversidad de estilos y el respeto hacia el legado histórico de las paredes y de quienes las abrieron en el pasado.

Desde este manifiesto, se quiere remarcar desde el principio que Sendero Límite “No tiene absolutamente nada que ver” con el otro grupo que genera con sus actuaciones la prácticamente totalidad de conflictos: Sueño Vertical.

Sendero Límite abre sus líneas en su estilo, y “jamás ha pisado una vía ni macillado alguna vía historica”.

El contexto actual

El aumento de las vías de carácter “deportivo” o “confort” ha aportado nuevas posibilidades a la comunidad escaladora, facilitando el acceso y la seguridad a un público más amplio. Sin embargo, cuando estas intervenciones se realizan sobre itinerarios históricos o zonas de carácter clásico, sin respeto al estilo original, y sin el debido consenso de la comunidad escaladora, a la postre los “herederos” del patrimonio (no los hijos o nietos naturales de los aperturistas, ya que esto no se trata de una tierra o una casa), se produce una pérdida de patrimonio y de la esencia que caracteriza a la escalada de aventura.

En distintos enclaves emblemáticos de Aragón —como el pico Aspe, peña Rueba, los Mallos de Riglos o Cienfuens— se han detectado aperturas o reequipamientos que modifican el carácter original de rutas históricas o, sencillamente ya abiertas con anterioridad, sustituyendo la autoprotección y el compromiso por itinerarios totalmente equipados. Estas actuaciones realizadas sin coordinación ni diálogo con la comunidad montañera o los órganos competentes generan preocupación entre quienes defienden la preservación de los valores tradicionales del alpinismo y la escalada clásica.

Este manifiesto viene originado tras uno calcado del año 2014 por motivos similares y originado, como entonces, prácticamente por su actuación como único actor en tales métodos por Sueño Vertical que, con un largo currículum de “pisadas” y “ultrajes” a vías históricas, ha vuelto a hacerlo, esta vez en el pico Aspe, icono de la escalada alpina del valle del Aragón, donde ninguna ruta llegaba a su cumbre solo con cintas, exigiendo conocimientos de escalada de autoprotección, capacidad de navegación, ganas de aventura, compromiso y gestión del riesgo. Ha equipado una vía de arriba abajo, pisando al menos 3 rutas. Solo cintas. No las chapes si no quieres...Y apañado.

Pensamos que estamos llegando a ese punto en que te rebelas y frenas la soberbia y desprecio hacia los demás pobladores de las paredes, o te echas a un lado y dejas que impere el confort y masificación de la escalada por doquier. Dejamos que se pierda del todo la esencia de la aventura.

No es necesario dejar aquí escritos los antecedente para contextualizar el problema que se generó hace unos 15 años al normalizarse el llamado “love-climbing”, y su exportación al medio de la Alta Montaña, ya que está todo escrito en redes sociales y basta con hacer una búsqueda rápida en Google para documentarse.

La importancia del respeto al legado

La escalada en alta montaña —y especialmente en los Pirineos— constituye una forma de alpinismo que exige conocimiento, compromiso, autonomía y gestión del riesgo. Es una práctica que se apoya en una ética compartida, donde el respeto al entorno y a las líneas abiertas con esfuerzo y visión por generaciones anteriores resulta fundamental.

El reequipamiento indiscriminado o la “domesticación” de la montaña reducen la dimensión exploratoria y cultural del alpinismo, transformando espacios de aventura en escenarios predecibles. Preservar la esencia de la escalada tradicional no significa rechazar la modernidad, sino mantener un equilibrio entre seguridad, respeto y autenticidad.

Antecedentes del debate

Desde hace más de una década, la escalada deportiva ha extendido su influencia hacia entornos de alta montaña, generando tensiones entre distintos enfoques éticos. En Aragón, este fenómeno ha motivado la aparición de debates públicos y la intervención de colectivos y federaciones, conscientes de la necesidad de establecer criterios claros que protejan tanto la libertad creativa como la herencia histórica de la escalada.

Existen numerosos ejemplos de reequipamientos o aperturas que han suscitado controversia, no por su calidad técnica, sino por su impacto sobre vías previas o zonas tradicionalmente dedicadas a la autoprotección. Estos casos, más allá de las personas o grupos implicados, evidencian la falta de una regulación consensuada y de espacios de diálogo estables dentro de la comunidad escaladora.

El papel de las instituciones

Consideramos esencial que las federaciones, clubes y colectivos de montaña asuman un papel activo en la mediación y la elaboración de criterios que orienten las intervenciones en la roca. La Federación Aragonesa de Montañismo y otras entidades representativas podrían impulsar foros de reflexión donde se definan buenas prácticas y se promueva el respeto a la diversidad de estilos, evitando enfrentamientos y preservando la convivencia entre tradiciones y nuevas tendencias.

Pero ante la inacción de dichos organismos…¿Quién pone límites a la exportación de la escalada tipo “rocódromo” a la Alta Montaña? ¿Quién pone límites a la usurpación de vías anteriores y/o históricas frente a la escalada tipo “rocódromo” a la Alta Montaña?

Escalada en Alta Montaña, y más en nuestros Pirineos, es el equivalente al alpinismo, nuestro pirineismo…

Un patrimonio cultural que debemos proteger

El alpinismo y la escalada clásica forman parte de un patrimonio cultural reconocido incluso por la UNESCO como manifestación del espíritu humano. En su decisión de 2019, la organización destacó que el alpinismo representa un equilibrio entre esfuerzo físico, conocimiento técnico, compromiso ético y respeto al entorno natural.

Preservar estos valores no implica inmovilismo, sino mantener viva la identidad de una práctica que trasciende lo deportivo para convertirse en una forma de relación con la naturaleza, con la historia y con uno mismo.

Llamamiento a la reflexión

Desde el Pirineo aragonés hacemos un llamamiento a la reflexión colectiva. Pedimos respeto por las vías históricas y por quienes las concibieron con una filosofía de compromiso y libertad. Invitamos a que cualquier nueva apertura o reequipamiento en alta montaña se realice desde el diálogo, la transparencia y el respeto a los estilos y vías preexistentes.

El progreso no debería pasar por rebajar la montaña a las limitaciones humanas, sino por elevar nuestra capacidad de comprenderla, asumirla y convivir con ella. Solo así podremos garantizar que las generaciones futuras sigan encontrando en nuestras cumbres no solo itinerarios deportivos, sino también auténticos espacios de aventura y descubrimiento.

Llamamiento a la actuación de las partes implicadas

Desde el Pirineo aragonés Le pedimos a Sueño Vertical que desmonte la vía sobreimpresa al menos en las rutas Chiro Sánchez, Arista NNE y Orión de la cara norte del Aspe. O permita que alguien lo haga, con la certeza que grandes y reconocidas figuras de la escalada y alpinismo se ofrecerían para ello.

Por Adriano Martín “Pincho”, Remi Thivel, Christian Ravier, Albert Salvadó, Alex Puyo, Nacho Merino, Rubén Sanmartin, Carlos Garrido, Juan Carlos Castaño, Chabi Sánchez, Uge “VíaClásica”, Juan “Korkuerika”, David Ortega, Jose Manuel Vinches, Miguel F de Celis, Iosu I., Miguel Madoz, Miguel Plans, Santi Gracia, Fernando Peralta, Pablo Pérez, Toni Alegre, Chaparro, Alfonso Álvarez, David Rodríguez, Alex de la Torre, Pablo García y muchas más gente que no comprende dichas actuaciones.

Pico Aspe

A continuación la respuesta de Jesús Sánchez de Sueño Vertical...

Sueño Vertical

Soy el creador del grupo ”Sueño Vertical“, que tiene un blog con el mismo nombre (http://suenovertical.blogspot.com/2015/) que se creó hace unos diez años. Además de ser un grupo de amigos que salen a escalar juntos, tenemos como objetivo abrir nuevas vías de escalada en paredes largas, ya sea en el Prepirineo o Pirineo de Huesca. También hemos restaurado alguna vía antigua, con el permiso de sus aperturistas.

No somos el único grupo que tiene un objetivo parecido en Aragón, en España ni en el resto del mundo. Nuestra filosofía es que escalar en una gran pared no tiene que ser sinónimo de exposición alta, elevado compromiso e ir cargado con dos juegos de friends. Nuestro pecado es que hemos sido demasiado “osados” y nos hemos atrevido a equipar vías en paredes y picos emblemáticos que un grupo de escaladores no están dispuestos a tolerar porque los consideran un “coto privado” donde ellos establecen las normas. El término “love climbing”, que ahora se usa bastante, lo creamos nosotros mismos.

No soy, como a veces me intentan descalificar, un niñato que se ha comprado un taladro y se ha puesto a colocar paraboles. Tengo 65 años y llevo escalando desde los 17 años. A los 20 años ya era profesor de la Escuela Nacional de Alta Montaña, y ya en aquella época abrí varias vías de escalada en roca y hielo.

Ya hace unos años nos “intentaron parar los pies” desmontando varias vías que habíamos abierto en una zona de escalada que se llama Cienfuens. Eran vías totalmente nuevas, pero la justificación era que en esa pared solo podían existir vías con compromiso y reservadas para escaladores de nivel alto. Además, otro grupo de escaladores elaboró un manifiesto parecido al actual intentando frenar nuestra actividad.

Nuestras vías están teniendo mucho éxito, hasta el punto de eclipsar otras zonas de escalada próximas donde la escalada es mucho más expuesta. Entre críticas habituales, despreciando nuestras vías y “llamándonos de todo”, hemos seguido con nuestro trabajo y recibiendo muestras de agradecimiento de miles de escaladores de diverso tipo: personas que desean dar el paso del rocódromo a la roca o a las vías de varios largos, escaladores experimentados que quieren seguir disfrutando de su deporte sin asumir demasiados riesgos, porque no pueden permitirse un accidente grave que lastre su vida familiar y laboral, etc.

La polémica que ha surgido recientemente la ha creado una persona que se llama Adriano Martín, enemigo manifiesto de nuestro estilo de equipamiento. En el verano de 2024 abrimos una nueva vía en el pico Aspe, que hemos llamado “Valhalla”, cerca de la Estación de Esquí de Candanchú. Durante este verano 2025 la vía ha tenido mucho éxito y ha sido escalada repetidamente. Es una ruta de casi 800 metros y de dificultad media. La persona comentada considera esa parte del Pirineo como si fuese suya. Como argumento para la descalificación y para solicitar que se desmonte dice que “pisa” tramos de tres vías antiguas. Esas vías son itinerarios de invierno, abiertos hace varias décadas, de los que no hay croquis detallado y que no se encuentra información porque es probable que no se hayan repetido.

En verano, esa zona del pico Aspe estaba olvidada porque no resultaba atractiva por la calidad de la roca, las repisas que quitan continuidad a la escalada, etc. Pero ha sido ver que alguien se ha trabajado un itinerario atractivo para suscitar envidias y rencillas anteriores.

Estamos hablando de una pared muy ancha, alta y compleja, llena de diedros, espolones, fisuras, repisas y placas como para decir que se han usurpado otras vías sin tener más información que unas líneas dibujadas en unos bocetos antiguos. Resaltar que ninguno de los aperturistas de esas vías antiguas han firmado el manifiesto ni se han quejado. Y entre los firmantes del manifiesto, estoy bastante seguro de que casi ninguno ha escalada nuestra vía ni las antiguas.

Por último, dejar claro que la vía que equipé en el Aspe la hice en solitario y desde abajo, en muchas jornadas de trabajo.“

Por Jesús Sánchez y el grupo Sueño Vertical

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