Gobierno y organizaciones conservacionistas retoman el trabajo conjunto tras el estado de alarma
El consejero de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Guillermo Blanco, se ha reunido con los representantes de dos de las organizaciones conservacionistas de la región (Fundación Naturaleza y Hombre y Fundación Oso Pardo) para retomar, tras la finalización del estado de alarma, el desarrollo del protocolo de colaboración en la aplicación de los instrumentos de planificación y gestión de los espacios de la Red Natura 2000, de las especies catalogadas como amenazadas y de las especies exóticas invasoras.
El convenio fue suscrito por la Consejería con cuatro organizaciones, las dos presentes en la reunión, y SEO-Birdlife y la Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos, cuyos representantes no pudieron asistir.
El encuentro, con la participación del consejero; el director general de Biodiversidad, Medio Ambiente y Cambio Climático, Antonio Lucio, y los presidentes de la Fundación Naturaleza y Hombre, Carlos Sánchez, y de la Fundación Oso Pardo, Guillermo Palomero, ha servido para establecer que las estrategias y proyectos que se pretenden llevar a cabo por la Consejería en materia de medio ambiente se centrarán en la conservación de la biodiversidad, la mitigación y adaptación al cambio climático, y la bioeconomía, como herramientas que han de servir también para lucha contra el despoblamiento del medio rural, según ha informado el Gobierno en nota de prensa.
Tal y como ha explicado Blanco, “nos hemos vuelto a reunir después del estado de alarma para retomar el protocolo de colaboración conjunto que firmamos para reforzar las sinergias en la gestión de los espacios naturales de Cantabria y analizar los nuevos escenarios que nos vamos a encontrar en esta nueva normalidad y poder definir el tipo de estrategias y proyectos que podemos desarrollar”.
El consejero ha recordado que el protocolo de colaboración firmado con cuatro organizaciones conservacionistas con presencia en Cantabria “tiene como objetivo facilitar la participación y la colaboración de las organizaciones en el desarrollo de los instrumentos de planificación y gestión, así como en los planes o estrategias que la Consejería desarrolle en materia de adaptación, mitigación y lucha contra el cambio climático, la economía circular, la bioeconomía y la recuperación ambiental de zonas degradadas”.
De igual forma, colaborarán en el planteamiento y debate de ideas y estrategias innovadoras, útiles, eficientes y rentables que persigan el desarrollo sostenible de las zonas rurales incluidas en la Red Natura 2000, el mantenimiento de la población y la mejora de sus condiciones de vida mediante la creación y la consolidación de empleo a través de la puesta en valor y de la conservación de la biodiversidad.
Tanto el Gobierno regional como las entidades conservacionistas se comprometen, además, a aunar esfuerzos para favorecer cambios de actitud entre la sociedad en materias relacionadas con la conservación de la biodiversidad, la lucha contra el cambio climático y las buenas prácticas ambientales, impulsando las actividades de educación ambiental, formación y voluntariado ambiental.
Por su parte, el presidente de la Fundación Oso Pardo, Guillermo Palomero, ha coincidido con el consejero en la necesidad de volver a reunirse tras casi tres meses de inactividad como consecuencia de la epidemia del coronavirus y poder explorar los nuevos escenarios en los que “vamos a tener que redoblar esfuerzos para impulsar proyectos que contribuyan a la conservación de la biodiversidad”.
Finalmente, el presidente de la Fundación Naturaleza y Hombre, Carlos Sánchez, ha celebrado que se haya retomado el desarrollo del protocolo para poder analizar de manera conjunta la nueva normalidad y ha destacado “el espíritu de colaboración mutua existente siempre con la Consejería”.
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