Mascarilla obligatoria también para los más pequeños, 'grupos burbuja', deporte a distancia y más profesores: así será el próximo curso escolar en Cantabria
La Consejería de Educación de Cantabria acaba de introducir entre sus novedades para el próximo curso la prohibición de actividades complementarias fuera del centro educativo y la obligatoriedad de la mascarilla para los alumnos desde primero de Primaria. En Infantil, de tres a cinco años, no será obligatorio llevar mascarilla en clase, pero sí recomendable. Entre actividades prohibidas está el uso de instrumentos de viento.
Asimismo, la Educación Física tendrá que ser impartida manteniendo cuatro metros de distancia entre alumnos y se estudia aún qué ocurrirá con la actividades extraescolares, cuya regulación se sabrá antes del inicio del año académico, el próximo 7 de septiembre. También se está estudiando crear la figura del Coordinador COVID, que será el nexo de comunicación en cada centro, toda vez que las medidas que puedan adoptarse durante el curso escolar correrán por cuenta de la Dirección General de Salud Pública.
Marina Lombó (PRC), titular de la Consejería, ha explicado también que se regulará la salida ordenada de los centros, que los alumnos tendrán que guardar distancia de seguridad en las paradas de autobús y que accederán a los mismos por una única entrada, llenándose los asientos de atrás hacia adelante y combinando a aquellos alumnos que una relación convivencial. El autobús se vaciará en orden inverso de entrada. Por último, una comisión ad hoc supervisará los plantes de protección de los más de 300 centros educativos que hay en la autonomía.
Las nuevas medidas serán publicadas en número del Boletín Oficial de Cantabria este viernes. Estas propuestas se añaden a las ya dictadas por decreto y que contemplan tres escenarios para el año académico más atípico que se avecina: enseñanza presencial, mixta-presencial y online. Entre las medidas ya hechas públicas y con el objetivo de limitar al máximo los contactos, Educación ha dictado el uso obligatorio de mascarilla en clase y en los desplazamientos.
Se establecerán grupos de comunicación estable de alumnos-docente (grupos burbuja) que no se relacionen en la medida de los posible con los alumnos de otras aulas. Este es obligatorio en Infantil y Primaria pero podrá ser extensivo a otras etapas, sobre todo a primero y segundo de la ESO. Los padres deberán firmar una declaración responsable por el que se comprometen a no llevar a sus hijos al centro en caso de que tengan fiebre u otros síntomas relacionados con la COVID-19.
Los centros verán reforzado el servicio de limpieza en el comedor (será posible servir comidas en el aula si así se estima) para evitar aglomeraciones. Otras medidas son de carácter informativo, tanto entre alumnos como profesores y empleados, así como la fijación de herramientas digitales para impartir las clases, bien de forma mixta, bien online.
210 profesores más
Además, el nuevo curso escolar contará finalmente con 201 profesores más en Cantabria debido a la crisis de la COVID-19, que son 26 más que los planteados inicialmente por la Consejería de Educación, aunque no habrá un número máximo de alumnos por aula, más allá de la distancia obligatoria de 1,5 metros entre personas.
Las clases presenciales comenzarán el 7 de septiembre en Infantil y Primaria, etapa para la que aún no se ha decidido qué pasará con las actividades extraescolares o el servicio de madrugadores, si bien las complementarias ya se han suspendido. También se recoge en el documento que las actividades complementarias fuera del aula quedan suspendidas y recomienda que no se celebren en recintos cerrados.
En cuanto a las actividades extraescolares, el protocolo indica que la decisión última sobre su celebración se tomará iniciado el curso, en coordinación con Salud Pública y con Deportes, en su caso. También se esperará al comienzo lectivo para decidir si se ofrece y cómo el servicio de guardería. La práctica de Educación Física, de celebrarse, se realizará preferentemente al aire libre y manteniendo los cuatro metros de distancia entre personas; y en Música, no se podrán utilizar los instrumentos de viento.
Además, la Consejería y la Federación de Municipios de Cantabria han acordado que los ayuntamientos que lo deseen puedan utilizar al personal de la orden de Corporaciones Locales para reforzar la limpieza de los centros de Infantil y Primaria. La limpieza de los institutos corresponde a Educación, que la incrementará con un coste adicional de 500.000 euros. En este sentido, en medidas de prevención e higiene para los centros se gastarán unos 700.000 euros en una primera compra centralizada que están llevando a cabo de forma coordinada las consejerías de Educación y Presidencia.
Al respecto, la consejera ha subrayado que “las normas básicas serán iguales para todos”, de forma que en todos los centros habrá que usar mascarilla y geles hidroalcohólicos y todos tendrán su plan de contingencia, donde específicamente se establecerán las normas para los recreos, distribución de alumnos en las aulas, organización de entradas y salidas, etcétera.
Por lo que se refiere al número de docentes, la consejera ha destacado que el próximo curso habrá “más profesores que nunca”, y eso en una comunidad donde en cinco cursos (desde 2015) hay 508 docentes más, y lo que permite que en Cantabria no haya que hacer ese “incremento extraordinario” al que se verán obligadas otras comunidades.
Los 201 docentes más que habrá suponen un “esfuerzo sin precedentes” de la Administración que permitirá cumplir “todas las medidas de seguridad” establecidas por Salud Pública, ha afirmado Lombó. Se trata de 86 profesores más en Infantil y Primaria y 115 más en ESO, Bachillerato y Formación Profesional (si bien esta última falta por cerrar), lo que acarreará un coste adicional de 9,3 millones de euros. De este modo, el número de alumnos por profesor es de 9,68 en la enseñanza pública de Infantil y Primaria y de 8,13 en ESO, Bachiller y FP.
Lombó ha anunciado además que habrá más refuerzo y desdobles que otros cursos (14.000 horas semanales en Infantil y Primaria y 2.419 en los institutos). “Será un curso excepcional en todos los sentidos, también en el número de docentes”, ha remarcado la consejera, para quien las aulas contarán el año próximo con “un número muy razonable de alumnos”.
A preguntas sobre el número máximo de alumnos por aula que podrá tener la enseñanza concertada, que habitualmente tiene más que la pública, la consejera ha dicho que no hay un tope y se ha remitido a las recomendaciones del 'Acuerdo por la educación en Cantabria', aprobado por el Parlamento, que aconseja unas ratios de un máximo de 25 alumnos por aula en Infantil y Primaria, de 30 en Secundaria y de 32 en Bachillerato. En la enseñanza pública, la media de ratio en Cantabria es de 17,8 alumnos en Infantil y Primaria y de 21,77 en ESO y Bachillerato, ha recordado.
“En la enseñanza pública hemos negociado nuestra ratio; la concertada negociará la suya pero tiene que cumplir el protocolo”, ha dicho la consejera, que ha subrayado que las medidas de seguridad establecidas en el protocolo “garantizan” que todos los alumnos tengan que llevar mascarilla y mantener una distancia, “que los centros concertados tendrán que buscar la forma de cumplir”.
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