El MAS de Santander abrirá sus puertas al público el 18 de mayo una vez concluida su rehabilitación

El Museo de Arte Moderno y Contemporáneo (MAS) de Santander volverá a abrir sus puertas el 18 de mayo, Día Internacional de los Museos, con una exposición que la Comisión Asesora de la institución cultural decidirá en febrero.

Este viernes, la alcaldesa de la ciudad, Gema Igual, ha girado visita con su equipo a las instalaciones remozadas tras el incendio que obligó a la clausura del edificio en 2017. Desde entonces, hace más de seis años, los fondos se han trasladado y la actividad acogida por la Obra Social de Casyc, también en Santander.

Igual ha anunciado, asimismo, que el Gobierno regional ha consumado la pasada semana el traspaso de los antiguos Talleres Martínez, actualmente en estado ruinoso, y cuya recuperación será clave para la ampliación del MAS:

Las 5.500 piezas que componen el fondo del MAS volverán ahora al edificio de la calle del Rubio de manera escalonada y priorizando ya que no todo cabrá en el inmueble. Dispuesto para acoger en sus cuatro plantas una exposición permanente y dos temporales, los visitantes podrán volver a ver las 200 piezas de arte clásico, 900 del Moderno y las 1.200 de Arte Contemporáneo, entre otras obras catalogadas, que fueron retiradas tras el incendio.

La rehabilitación del MAS ha sido accidentada desde varios puntos de vista: político, económico y técnico; una confluencia que ha hecho que la conclusión de los trabajos se internara ya en el séptimo año desde el cierre del edificio.

La rehabilitación ha costado 3,8 millones de euros, 1,2 millones correspondientes al pago del seguro por el incendio. Otros 708.000 euros proceden de fondos europeos. Los cerca de dos millones restantes han corrido por cuenta de las arcas municipales.

Técnicamente, la obra ha tenido complejidad en lo que atañe a su estructura y cimentación, ya que exterior e interiormente ofrece pocos cambios. El edificio, obra de los arquitectos Leonardo Rucabado y Alberto Corral fue pensado originariamente, a primeros del siglo XX, como Biblioteca Municipal, no como pinacoteca. Trasladada aquella, el inmueble se destinó íntegramente a la exposición de arte. Dado que la sobrecarga y los parámetros técnicos de la actualidad no fueron los de entonces, los trabajos de recuperación se han centrado en reforzar la cimentación y la estructura del inmueble.

El incendio de noviembre de 2017, provocado por un cortocircuito estando desactivado el sistema de detección de incendios, ha provocado estos años una tormenta política, con petición de explicaciones sobre las causas y de la dimisión de la entonces concejala de Cultura, Miriam Díaz. También el proyecto de recuperación ha sido espinoso judicializándose, al igual que las responsabilidades del siniestro con la empresa encargada entonces de unas obras en el interior.

Recursos de arquitectos y aparejadores al concurso para la dirección técnica de las obras se juntaron con sanciones a la empresa encargada de las obras (SIEC) y a la empresa encargada de la seguridad (Codelse) a quienes el Ayuntamiento de Santander recriminó la responsabilidad del incendio, que dañó una docena de piezas. Sin embargo, la Justicia anuló la sanción a SIEC y el Ayuntamiento optó por no recurrir.

Lo ocurrido desde 2017 estaba en el ambiente este viernes cuando la alcaldesa y su equipo visitaron el edificio, aunque Gema Igual no hizo referencia apenas al pasado más que aludiendo a “una etapa larga y no sin piedras en el camino”. Sí que ha agradecido su trabajo a todos los que han participado en la recuperación del inmueble, en el pasado y en la actual legislatura. Ramiro Amorrortu, arquitecto municipal, y Noemí Méndez y Agustín Navarro, concejales de Cultura y Fomento, respectivamente, la flanqueaban, así como el director del museo, Salvador Carretero, y su equipo.

Han acudido al acto representantes de las empresas que han participado en las obras -Copsesa y Cero Arquitectura, entre otras-, así como el arquitecto que ha dirigido los trabajos en su fase final, David Ceballos.

El 'nuevo' MAS

Han quedado habilitados doce espacios expositivos, repartidos en cuatro plantas y que suman más de 2.000 metros cuadrados. Estas salas seguirán albergando las colecciones de la pinacoteca, una exposición permanente y dos temporales.

Se ha facilitado la accesibilidad al edificio a través de la entrada de la calle del Rubio que se ha reformado, al tiempo que se ha respetado la gran escalera de Rucabado en el interior, así como la fachada.

La regidora ha explicado que se va a proceder a los traslados pertinentes a la zona administrativa y de despachos. Y también, de los fondos que han sido albergados en depósito y de forma temporal en el Casyc. En este sentido, ha indicado que se van a reorientar y reorganizar para que estén ubicados “en el mejor sitio posible”, pues en el museo “no caben todos”.

Igual confía en que el nuevo MAS, llamado a ser “complemento” del denominado 'anillo cultural' de Santander, sirva igualmente de “palanca” para la atracción de turistas a la capital cántabra.