Los erasmus vuelven a casa por Navidad: “El coronavirus ha limitado esta experiencia, pero no ver a mi familia en estas fechas me parecía inconcebible”
Empezaron su experiencia sabiendo que, probablemente, no era el mejor año para embarcarse en un Erasmus, pero aun así decidieron hacerlo: “Al ser mi último curse opté por arriesgarme porque prefiero esta experiencia mermada a no poder disfrutarla”, cuenta Irene Paola Correa. Esta estudiante de cuarto de Magisterio es una de las cántabras que ha realizado su beca en Cassino (Italia) durante la segunda ola, y eso le hace recordar que al llegar en septiembre nada de esto había comenzado: “En ese momento había unos 1.500 contagios al día, en noviembre llegamos a los 41.000”, cuenta apenada.
Ellos, al igual que el resto, han ido viendo cómo el confinamiento total volvía a rondar la cabeza de los líderes internacionales mientras cientos de personas morían diariamente por la COVID-19. Ellos también han visto cómo su sueño de vivir un Erasmus lleno de viajes y nuevas amistades adquiría otra perspectiva: la de disfrutar con precaución y cumpliendo las decenas de limitaciones que el Gobierno italiano impone en el país. Ahora, la época navideña les ha vuelto a poner en alerta para decidir si regresar a sus casas y poder ver a sus familias después de meses o ser precavidos y esperar a un retorno a España definitivo.
Laura Somarriba es estudiante de tercero de Derecho en Bolonia y ha decidido volver a Cantabria por Navidad: “El coronavirus ha limitado esta experiencia, pero no ver a mi familia en estas fechas para mí era inconcebible”, relata. Algo que comparte Elena Díaz, su compañera de piso y de clase, que también ha optado por regresar “porque sentía la necesidad de volver a mi tierra y estar con mis seres queridos”.
Pero ¿qué han tenido que hacer para viajar a otro país en mitad de una pandemia? Pues al ser ciudadanas españolas y contar con el derecho de regresar a su país, únicamente han tenido que realizarse una PCR negativa −y privada− 72 horas antes de coger el avión. Una vez en España se han encontrado con 'vía libre', más allá de seguir las recomendaciones generales: “Me parece clasista porque te están pidiendo la prueba más cara, no un test rápido, y creo que el Gobierno te debería garantizar la gratuidad de la prueba porque volver a casa es un derecho”, argumenta Irene Paola Correa.
En el lado contrario está Enrique García, un estudiante de Magisterio que ha decidido quedarse en Italia “para no exponer a mi familia y seres queridos”. Él vivirá unas Navidades de lo más diferentes junto a otros compañeros también en Erasmus que han decidido no volver a sus respectivos países. En su caso, su familia le animó a que retornase a Cantabria, pero tras sopesarlo optó por mantenerse firme: “Ahora viviré una Navidad distinta pero con mucha ilusión, y lo haré con la familia que hemos formado en estos meses”, revela.
Y haciendo un repaso por su experiencia italiana, Elena Díaz y Laura Somarriba se plantean cómo llegaron a su Erasmus pese a la situación tan inestable en la que se encuentra Europa. Por un lado, Laura admite que siempre estuvo positiva y esperanzada sobre que todo iría bien, “y así fue, más o menos”, reflexiona dubitativa.
Por el otro, Elena reconoce que empezó los trámites antes de la pandemia “y no me planteaba que pudiese ocurrir algo así”. En lo que coinciden ambas es en lo que les está aportando esta experiencia pese a las dificultades: “Me alegro de haber tomado la decisión de irme”, cuenta Laura. Entretanto, su compañera de piso, Elena, admite que, aun con lo malo, el Erasmus “merece la pena”.
No obstante, la enseñanza online es lo que más está trayendo de cabeza a algunos de los estudiantes españoles. “Pedagógicamente esta modalidad virtual es un fracaso, sobre todo cuando se desarrolla en otro idioma”, afirma Irene Paola Correa, quien también considera que se está produciendo un verdadero “caos administrativo con la excusa del coronavirus”.
Enrique García opina lo mismo que su compañera de carrera y cree que está siendo un curso “bastante duro”: “Los profesores no se adaptan a la metodología online y nos sentimos muy perdidos y poco apoyados”, asevera.
Por último, y a la pregunta de si una tercera ola podría hacerles regresar a sus hogares, Irene Paola lo tiene claro: “Si la situación se pone muy crítica volveré a España porque prefiero estar confinada en mi casa que en un país extranjero”. Aunque por el momento todos prefieren vivir el presente y disfrutar de sus merecidas Navidades, ya sea en un país u otro.
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