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Vivir en Cajo, Barrio Pesquero y Cueto ofrece más probabilidades de morir por enfermedad grave que en el resto de Santander

El nivel de renta está directamente relacionado con la calidad de vida. Vista de una terraza de Santander. EFE/ROMÁN G. AGUILERA/Archivo

Javier Fernández Rubio

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No hay que ser un experto para pensar que la precariedad y las dificultades económicas no pueden ser buenas para la salud; pero sí hay que serlo para demostrarlo y también para saber en qué barrios de la capital de Cantabria es más probable morir de una enfermedad grave. El Barrio Pesquero, Cajo y Cueto son barrios y pueblos del municipio de Santander en donde es más probable fallecer por un cáncer pulmonar o de mama y padecer una enfermedad hepática o cerebrovascular grave. Si se habla de cáncer colorrectal hay que mirar a La Remonta; si del suicidio, al barrio de Castilla-Hermida; si de accidente de tráfico, a Cazoña. En todo caso, ampliando el foco, los barrios con índices de enfermedades graves están al norte y al oeste de la ciudad, mientras que El Sardinero y amplias zonas del casco urbano consolidado comparten los mayores niveles de renta y, a la vez, un menor riesgo de padecer una enfermedad con resultado de muerte.

Medea3 es un Atlas de la Mortalidad en España y pone de relieve con datos estadísticos que hay una relación causa-efecto entre pobreza y enfermedad mortal. Medea3 se configura como un programa para visualizar las desigualdades socioeconómicas y medioambientales a la hora de distribuir geográficamente la mortalidad en grandes ciudades durante un período de 20 años (1996-2015). No todas las ciudades españolas disponen de estos datos, pero Santander sí los ofrece, algo que ha sido posible mediante la colaboración del Instituto Cántabro de Estadística (Icane) y el Observatorio de Salud Pública de Cantabria (OSPC) con la Fundación Fisabio para el mapeo de enfermedades y en concreto 16 causas de muerte. El planteamiento es sencillo: se evalúa la media de muertes por una enfermedad en dos décadas en un municipio y se analiza barrio por barrio (realmente por zonas censales) obteniendo aquellos que están por encima o por debajo de la media, tanto en hombres como en mujeres.

Ser hombre y vivir en el Barrio Pesquero da más papeletas para padecer sida, cáncer de pulmón o fallecer de una enfermedad cerebrovascular. No muy lejos de allí, la zona de Cajo tiene también altos los índices de fallecimientos por cáncer colorrectal y cáncer de mama. Cueto es el pueblo más señalado a la hora de fallecer por demencia o una enfermedad cerebrovascular en el caso de ser mujer. Los accidentes de tráfico son causa de muerte por encima de la media en Cazoña y Monte; mientras las enfermedades hepáticas y la cirrosis proliferan en el entorno de las calles Laredo y San Luis, en el casco urbano de Santander.

En Cueto también es mayor el riesgo de muerte por cardiopatía isquémica tanto en hombres (37,7% más) como en mujeres (63,7% más). Lo mismo sucede en el caso del fallecimiento por demencia (88,4% superior en los hombres y 186,35% en las mujeres) o EPOC (42,85 más en hombres y 113,59% en mujeres). Además, las mujeres de este barrio tienen un 95% más de riesgo de morir por diabetes y un 40,88% más por enfermedad cerebrovascular.

Si se mira el conjunto de las 16 causas de muerte, los mayores riesgos, para ambos sexos, se observan en la población con residencia en las zonas de Cueto, Cajo, La Albericia-Adarzo-San Román y Candina-Nueva Montaña-Peñacastillo Sur.

Entre los hombres, se observa un mayor riesgo en las zonas de Cazoña-Norte-Plaza María Blanchard; zona de las calles Valliciergo-San Simón; Barrio Pesquero; Monte; zona de las calles Burgos-Magallanes; Plaza 2 de mayo y Campogiro-Peñacastillo Norte. Sin embargo, entre las mujeres presentan mayor riesgo las residentes en la zona de las calles Argentina-Habana.

Epoc

Las diferencias de mortalidad más acusadas geográficamente hablando hacen referencia a la la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), de forma que en los hombres el riesgo de morir por esta enfermedad es significativamente mayor que el promedio de la ciudad. Las zonas más afectadas son Cajo (84,96% más), Barrio Pesquero (83,95% más), alrededor de la Plaza del 2 de Mayo (79,77% más), la delimitadas por las calles Valliciergo-San Simón (75,86% más), en Cazoña-Norte-Plaza María Blanchard (64,58% más), Burgos-Magallanes (60,74%), Campogiro-Peñacastillo Norte (59,86% más), La Albericia-Adarzo-San Román (43,45% más), Cueto (42,82% más) y Candina-Nueva Montaña-Peñacastillo Sur (39,03% más).

Por el contrario, presentan un menor riesgo que la media de la ciudad las zonas de Valdenoja (130,98% menos), Sardinero (68,05% menos), la delimitada por Perines y Antonio Mendoza entre Cisneros y General Dávila (62,97% menos), avenida de los Infantes-General Dávila-La Encina (58,52% menos), Bajada de la Calzada a Poeta Matilde Camus (57,98% menos) y desde Los Castros hasta Fernando de los Ríos (52,85% menos), así como algunas zonas de Castilla-Hermida, con un 51,39% menos de riesgo.

Cáncer de pulmón

Entre 1996 y 2015 han fallecido en la ciudad 1.370 varones y 288 mujeres por cáncer de pulmón. En lo más alto del ranking se sitúa el Barrio Pesquero, con un 39,5% de exceso de mortalidad por esta causa. La mayor incidencia en mujeres se sitúa en Monte y Puertochico-Castelar (por debajo de un 15% de exceso).

Demencia

Con 266 muertes masculinas y 69 femeninas, Cueto es el pueblo con mayor incidencia de este padecimiento (88,42% y 186% por encima de la media en su distribución por sexos). Tienen índices altos también, en hombres, Cazoña y la zona de las Estaciones; y San Román, Cajo y la zona de la Plaza de Toros, en el caso de mujeres.

Enfermedad hepática y cirrosis

Con 256 hombres y 123 mujeres muertos, Cueto es la zona con más incidencia en el sexo femenino (43% de exceso sobre la media) y la zonas de las calles Laredo y San Luis, así como el Barrio Pesquero y Cajo, en lo que atañe al sexo masculino.

Suicidio

Sesenta y siete personas (todos varones, no hay datos de mujeres) se quitaron la vida en Santander en 1996 y 2015. El principal punto en donde el exceso de mortalidad es más alto se encuentra en el barrio de Castilla-Hermida, concretamente en el entorno de la manzana en donde se ubica la Consejería de Sanidad. Los datos son en este ámbito un 30,22% por ciento superiores a la media de la ciudad.

Cáncer de mama

En el caso del cáncer de mama no hay datos de varones. 487 mujeres murieron por esta causa en los años analizados, preferentemente en la zona de Cajo, en donde el exceso de muertes es de un 18,58%, Plaza del Alzamiento y entorno de la Plaza de Toros.

Enfermedad cerebrovascular

Murieron por esta causa en Santander 976 hombres y 1.517 mujeres, uno de los datos más llamativos de esta dolencia. En hombres, la mayor incidencia está en Barrio Pesquero, Cajo y Ojaiz. En mujeres se sitúa en Cueto, San Román y Cajo (en este punto, el exceso es del 315,89%).

Cáncer colorrectal

672 varones murieron por esta enfermedad y 445 mujeres. La Remonta y Cajo, con un 40% de exceso son las zonas con más alta incidencia en hombres, al igual que Peñacastillo y Barrio Pesquero. La incidencia en mujeres es más destacada en Cajo.

Sida

95 varones fallecieron por esta causa entre 1996 y 2016 (no hay datos de mujeres). El Barrio Pesquero y Cajo, con un 50% y 92% de exceso de muertes, respectivamente, se encuentran a la cabeza. Por detrás se sitúan Cazoña y entornos de las calles Laredo y Burgos.

Accidentes de tráfico

Los accidentes de tráfico no son una enfermedad pero son una de las principales causas de muerte. 58 hombres perdieron la vida en las calles de Santander en las dos décadas señaladas (no hay datos de mujeres). Cazoña es la zona más mortífera con un exceso de muertes del 32%. Le sigue Monte, con un 16% más de muertes que la media de la ciudad.

Cinco indicadores de pobreza

Medea relaciona los excesos de riesgo con la pobreza, a partir de cinco indicadores: desempleo, porcentaje de trabajadores manuales, porcentaje de trabajadores eventuales, educación insuficiente en población general y educación insuficiente en jóvenes. Entre 2001 y 2011 algunas zonas mejoran su posición en el índice, por ejemplo, en las zonas de Cueto y Monte, en tanto que otras empeoran, como la zona media de Vía Cornelia, Castilla-Hermida cerca de la Biblioteca Central de Cantabria, y la zona de Alcázar de Toledo-Tres de Noviembre.

La investigación concluye que las zonas con mayor índice de privación, es decir, las que tienen más desempleo, mayor porcentaje de trabajadores manuales y eventuales, y mayor proporción de educación insuficiente en la población general o en jóvenes, presentan un mayor riesgo de muerte por determinadas causas.

Los resultados muestran cómo la privación se asocia significativamente, en los hombres, con una mayor mortalidad por cáncer de pulmón, EPOC y sida; en las mujeres, por diabetes; y en ambos sexos por enfermedad hepática y cirrosis.

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