¿Por qué siempre nos queda un hueco para el postre?

Es una curiosidad que tiene casi todo el mundo. ¿Por qué cuando terminamos de comer y nos sentimos llenos aún somos capaces de dejar un hueco para el postre? La respuesta la tiene Cristina Pintado Losa, farmacéutica y profesora de la Facultad de Ciencias Ambientales y Bioquímica de la UCLM.

Asegura que “existen mecanismos de regulación del apetito en nuestro cerebro pero cuando se trata de algo que nos apetece no hay nada que hacer”. Frente a la creencia popular que apunta que tras un esfuerzo intelectual importante nuestro cerebro nos pide azúcar, la profesora explica que, en realidad, “tiene mucho más que ver con la sensación placentera que nos producen las cosas dulces o los alimentos ricos en energía”.

Nuestro cerebro tiene mecanismos que explican por qué tenemos ganas de comer a determinadas horas del día o por qué no tenemos hambre y “por qué al estar saciados podemos seguir comiendo”.

El cerebro recibe mucha información de todos los rincones de nuestro organismo, desde cómo está nuestro estómago, el nivel de hormonas, hasta la cantidad de azúcar o grasa que tenemos en sangre. Pero en ocasiones actúa sin tener en cuenta todos esos datos. Lo hace para mantener un cierto equilibrio aunque nos demos un atracón.

El peso y las reservas de energía del organismo tienden a permanecer constantes a pesar de que haya grandes variaciones diarias en la ingesta de nutrientes. Eso indica, según Cristina Pintado que existe un mecanismo de regulación “muy preciso” y que nuestro cerebro intenta equilibrar la ingesta y el gasto energético, intentando recuperar el peso corporal inicial.

Los investigadores buscan las claves para evitar diabetes y obesidad

Los investigadores buscan las claves para evitar diabetes y obesidad

Pero el trabajo del cerebro no siempre logra su objetivo y nos convierte en personas obesas o con problemas de diabetes. Por eso, muchos investigadores estudian cómo funciona el cerebro de las personas obesas en busca de fórmulas para intentar controlar el apetito. Entre ellos, un grupo de investigación de la Facultad de Químicas de Ciudad Real en el que participan profesores de Toledo como Cristina Pintado. Intentan resolver las claves sobre la resistencia de nuestro cuerpo a la diabetes y la obesidad y el papel del cerebro en este proceso.

“Es ciencia básica para establecer los mecanismos por los que, con la edad, desarrollamos diabetes o somos obesos” y eso tiene mucho que ver con el constante aumento de los depósitos de grasa de nuestro organismo “Comemos muy mal, a deshora y estamos sobrealimentados”, sentencia la profesora.

¿Por qué? Pues porque, paradójicamente, las señales moleculares de retroalimentación que lanza nuestro cerebro son muy poderosas si hay poca comida a nuestro alcance. Nuestro cerebro ordena comer menos y gastar menos energía.

El problema viene cuando tenemos abundancia de reservas de nutrientes y una gran cantidad de alimentos a nuestra disposición. Los factores emocionales y los estímulos que recibimos (aspecto, olor, sabor o texturas) hacen irresistible al alimento. Y aquí parece que el cerebro ni ordena ni manda. Podemos terminar comiendo de más. Siempre nos quedará un hueco para el postre.

Jornadas sobre Neurogastronomía en Toledo

Jornadas sobre Neurogastronomía en ToledoCristina Pintado contará estas y otras cosas este jueves en una charla sobre ‘Nuestro cerebro y el control del apetito’ en las Jornadas de Neurogastronomía que se enmarcan dentro de la VI edición de la Semana Mundial del Cerebro y que coinciden con la Capital Española de la Gastronomía que este año ostenta Toledo. Será a las 17.30 horas en la Biblioteca regional.

Las jornadas comenzaron este lunes para abordar, desde un punto de vista científico, cuáles son las sensaciones de nuestro cerebro ante determinados alimentos, los aspectos emocionales de la cocina o los beneficios del aceite de oliva para nuestro cerebro, entre otras cosas.

Concluirán este viernes en el Centro Cultural San Marcos de Toledo con un taller del olfato, a cargo de personal del CSIC y de la Universidad de Salamanca y una iniciación a la cata de vinos. De forma paralela, el Centro Cultural San Marcos acoge una exposición sobre la visión del sistema nervioso, llevada a cabo por científicos del Hospital Nacional de Parapléjicos.